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Columnista - 18 abril, 2013

Una sola chispa

Puede incendiar la pradera. La frase cobra dramatismo en Venezuela. La patria de Bolívar vive un momento de incertidumbre; el 14 de abril se configuró el peor de los escenarios: el apretado triunfo de Nicolás Maduro del oficialismo sobre Henrique Capriles de la oposición.

Por: Raúl Bermúdez Márquez

Puede incendiar la pradera. La frase cobra dramatismo en Venezuela. La patria de Bolívar vive un momento de incertidumbre; el 14 de abril se configuró el peor de los escenarios: el apretado triunfo de Nicolás Maduro del oficialismo sobre Henrique Capriles de la oposición. Según elCNE sólo 250 mil votos los separaron en un universo de más de 15 millones.

Lo meritorio para Capriles es que superó los 7 millones en una campaña de 15 días en condiciones adversas. No necesitó de mucho; insistió en tres fenómenos: la escasez de alimentos, los altos índices de corrupción y la inseguridad ciudadana.

Para el sosiego de los espíritus había necesidad de que cualquiera de los dos ganara por una amplia mayoría que desterrara suspicacias de fraude y otorgara al ganador una cuota suficiente de gobernabilidad. La pregunta de cualquier observador acucioso es: ¿Qué motivó la ventaja holgada que Chávez obtuvo a finales del año pasado sobre Capriles? Algunos lo explican por el gran carisma del hombre que durante trece años ganó las elecciones en las que participó, y les cabe mucho de razón.

Pero eso no lo es todo. Se dieron otros factores que contribuyeron al repunte de la oposición. Primero: Maduro no se preocupó por demostrar que tenía sus propias ideas y se dedicó a insistir enla lealtad con el comandante ausente, hasta la saturación. El colmo de esa idolatría ocurrió cuando afirmó que el nuevo papa latinoamericano era producto del “lobby” del difunto ante el altísimo para que se eligiera a Francisco, el argentino. O cuando habló del famoso pajarito como reencarnación de Chávez. Veleidades que el fanático celebra pero que fastidian al que no traga entero. Segundo: No supo dar respuesta a preguntas claves: ¿Porqué productos de la canasta familiar regulados en Venezuela escasean en el país pero cruzan la frontera en cantidades alarmantes, produciendo un desabastecimiento agobiante? No es saboteo empresarial porque es el mismo gobierno el que se encarga de la distribución.

Entonces, ¿Cómo logranlos productos alimenticios superar las alcabalas antes de llegar a Maicao? Tercero: Maduro pasó por encima de la disposición constitucional que establece que en caso de ausencia absoluta del presidente electo, lo reemplaza temporalmente el presidente del congreso. ¿Si Diosdado Cabello dio y sigue dando muestras de compromiso con la causa Chavista, por qué se apresuró a tomar posesión como presidente después de la muerte de Chávez? Todos esos factores se tradujeron en un triunfo cuestionado y en un precario margen de gobernabilidad que preocupa y asusta, porque la paz en Venezuela también es un anhelo de todos los que habitamos en la patria grande de Bolívar.

 

Columnista
18 abril, 2013

Una sola chispa

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Raúl Bermúdez Márquez

Puede incendiar la pradera. La frase cobra dramatismo en Venezuela. La patria de Bolívar vive un momento de incertidumbre; el 14 de abril se configuró el peor de los escenarios: el apretado triunfo de Nicolás Maduro del oficialismo sobre Henrique Capriles de la oposición.


Por: Raúl Bermúdez Márquez

Puede incendiar la pradera. La frase cobra dramatismo en Venezuela. La patria de Bolívar vive un momento de incertidumbre; el 14 de abril se configuró el peor de los escenarios: el apretado triunfo de Nicolás Maduro del oficialismo sobre Henrique Capriles de la oposición. Según elCNE sólo 250 mil votos los separaron en un universo de más de 15 millones.

Lo meritorio para Capriles es que superó los 7 millones en una campaña de 15 días en condiciones adversas. No necesitó de mucho; insistió en tres fenómenos: la escasez de alimentos, los altos índices de corrupción y la inseguridad ciudadana.

Para el sosiego de los espíritus había necesidad de que cualquiera de los dos ganara por una amplia mayoría que desterrara suspicacias de fraude y otorgara al ganador una cuota suficiente de gobernabilidad. La pregunta de cualquier observador acucioso es: ¿Qué motivó la ventaja holgada que Chávez obtuvo a finales del año pasado sobre Capriles? Algunos lo explican por el gran carisma del hombre que durante trece años ganó las elecciones en las que participó, y les cabe mucho de razón.

Pero eso no lo es todo. Se dieron otros factores que contribuyeron al repunte de la oposición. Primero: Maduro no se preocupó por demostrar que tenía sus propias ideas y se dedicó a insistir enla lealtad con el comandante ausente, hasta la saturación. El colmo de esa idolatría ocurrió cuando afirmó que el nuevo papa latinoamericano era producto del “lobby” del difunto ante el altísimo para que se eligiera a Francisco, el argentino. O cuando habló del famoso pajarito como reencarnación de Chávez. Veleidades que el fanático celebra pero que fastidian al que no traga entero. Segundo: No supo dar respuesta a preguntas claves: ¿Porqué productos de la canasta familiar regulados en Venezuela escasean en el país pero cruzan la frontera en cantidades alarmantes, produciendo un desabastecimiento agobiante? No es saboteo empresarial porque es el mismo gobierno el que se encarga de la distribución.

Entonces, ¿Cómo logranlos productos alimenticios superar las alcabalas antes de llegar a Maicao? Tercero: Maduro pasó por encima de la disposición constitucional que establece que en caso de ausencia absoluta del presidente electo, lo reemplaza temporalmente el presidente del congreso. ¿Si Diosdado Cabello dio y sigue dando muestras de compromiso con la causa Chavista, por qué se apresuró a tomar posesión como presidente después de la muerte de Chávez? Todos esos factores se tradujeron en un triunfo cuestionado y en un precario margen de gobernabilidad que preocupa y asusta, porque la paz en Venezuela también es un anhelo de todos los que habitamos en la patria grande de Bolívar.