Para los indígenas de la Minga, los de putumayo, que han sido criticados en “ocasiones” léase siempre, olvidados y señalados, no es para nada raro lo que hoy sufren de nuevo. Un nuevo hostigamiento, el de Rosa Cotes, la gobernadora del Magdalena, los agobia; ella de manera sarcástica y creyendo pues que estaba haciendo el […]
Para los indígenas de la Minga, los de putumayo, que han sido criticados en “ocasiones” léase siempre, olvidados y señalados, no es para nada raro lo que hoy sufren de nuevo.
Un nuevo hostigamiento, el de Rosa Cotes, la gobernadora del Magdalena, los agobia; ella de manera sarcástica y creyendo pues que estaba haciendo el mejor apunte de su vida dijo “Mis indígenas, presidente, nos son como los de la minga; aquí son aterrizados, inteligentes y preparados”, esto nace de la mandataria, de su propia inspiración, cuando muy oronda hizo la comparación en el contexto del taller construyendo país.
Desde luego la pregunta obligada es: ¿con personajes y en escenarios como estos, y con este tipo de comentarios se construye país? una actividad que se desarrollaba en Aracataca y que contó con la presencia del presidente Duque, sus ministros, alcaldes del departamento, senadores, representante a la Cámara, gabinete departamental y comunidad.
La situación se genera tras los comentarios que al inicio del taller, hiciera el presidente sobre el acuerdo al que llegó el gobierno con los indígenas, para desbloquear la vía Panamericana; ellos, los que no son tan buenos, ni inteligentes.
Los que cerraron durante 27 días la vía y generaron perdidas billonarias de acuerdo a lo que informó el ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla; son los que además del señalamiento y olvido sufren con la discriminación. ¿Será que esto los hace menos inteligentes que los del Magdalena? Será acaso, contrario a lo que piensa la gobernadora, que estos indígenas tienen el carácter y la berraquera de alzar la voz y con valor exigir lo que se merecen; no solo los de allá, los de Rosa Cotes también. Ojalá el gobierno de Duque cumpla y desembolse los $820.000 millones del acuerdo, que serán repartidos para mejorar las condiciones sociales y económicas de estas comunidades: vivienda, proyectos productivos e infraestructura rural y para adquirir tierras.
Bien por la gobernadora que exalta las capacidades de “sus indígenas” pero le recordamos a la señora Rosa que “Grande es aquel que para brillar no necesita apagar la luz de los demás”. Comentarios tan mezquinos como el que hizo, generan más división en un país por demás resquebrajado.
Aquí asesinan a los líderes sociales de manera sistemática, a los indígenas de allá y de acá, pero ante esta vil y cruel realidad no hay alcaldes, ni gobernadores que salgan a decir “Están matando a mis líderes, señor presidente, ellos son los que de manera valiente luchan por la igualdad y gritan por todos los que no tienen voz; exijo respeto por sus vidas y claridad en las investigaciones para que no haya impunidad”.
Queremos más dirigentes locales comprometidos con su pueblo, pero sin espinas. Colofón:
Hace 25 años el genocidio de Ruanda dejó alrededor de 800.000 muertos. Triste episodio de una historia violenta. Sólo Eso.
Para los indígenas de la Minga, los de putumayo, que han sido criticados en “ocasiones” léase siempre, olvidados y señalados, no es para nada raro lo que hoy sufren de nuevo. Un nuevo hostigamiento, el de Rosa Cotes, la gobernadora del Magdalena, los agobia; ella de manera sarcástica y creyendo pues que estaba haciendo el […]
Para los indígenas de la Minga, los de putumayo, que han sido criticados en “ocasiones” léase siempre, olvidados y señalados, no es para nada raro lo que hoy sufren de nuevo.
Un nuevo hostigamiento, el de Rosa Cotes, la gobernadora del Magdalena, los agobia; ella de manera sarcástica y creyendo pues que estaba haciendo el mejor apunte de su vida dijo “Mis indígenas, presidente, nos son como los de la minga; aquí son aterrizados, inteligentes y preparados”, esto nace de la mandataria, de su propia inspiración, cuando muy oronda hizo la comparación en el contexto del taller construyendo país.
Desde luego la pregunta obligada es: ¿con personajes y en escenarios como estos, y con este tipo de comentarios se construye país? una actividad que se desarrollaba en Aracataca y que contó con la presencia del presidente Duque, sus ministros, alcaldes del departamento, senadores, representante a la Cámara, gabinete departamental y comunidad.
La situación se genera tras los comentarios que al inicio del taller, hiciera el presidente sobre el acuerdo al que llegó el gobierno con los indígenas, para desbloquear la vía Panamericana; ellos, los que no son tan buenos, ni inteligentes.
Los que cerraron durante 27 días la vía y generaron perdidas billonarias de acuerdo a lo que informó el ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla; son los que además del señalamiento y olvido sufren con la discriminación. ¿Será que esto los hace menos inteligentes que los del Magdalena? Será acaso, contrario a lo que piensa la gobernadora, que estos indígenas tienen el carácter y la berraquera de alzar la voz y con valor exigir lo que se merecen; no solo los de allá, los de Rosa Cotes también. Ojalá el gobierno de Duque cumpla y desembolse los $820.000 millones del acuerdo, que serán repartidos para mejorar las condiciones sociales y económicas de estas comunidades: vivienda, proyectos productivos e infraestructura rural y para adquirir tierras.
Bien por la gobernadora que exalta las capacidades de “sus indígenas” pero le recordamos a la señora Rosa que “Grande es aquel que para brillar no necesita apagar la luz de los demás”. Comentarios tan mezquinos como el que hizo, generan más división en un país por demás resquebrajado.
Aquí asesinan a los líderes sociales de manera sistemática, a los indígenas de allá y de acá, pero ante esta vil y cruel realidad no hay alcaldes, ni gobernadores que salgan a decir “Están matando a mis líderes, señor presidente, ellos son los que de manera valiente luchan por la igualdad y gritan por todos los que no tienen voz; exijo respeto por sus vidas y claridad en las investigaciones para que no haya impunidad”.
Queremos más dirigentes locales comprometidos con su pueblo, pero sin espinas. Colofón:
Hace 25 años el genocidio de Ruanda dejó alrededor de 800.000 muertos. Triste episodio de una historia violenta. Sólo Eso.