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Editorial - 1 abril, 2010

Una política de pleno empleo

Recientemente se quejaba el Presidente de la Asociación Nacional de Industriales (Andi), Luis Carlos Villegas, de la falta de divulgación de las propuestas económicas de los candidatos a la presidencia de la República. En realidad, los candidatos si tienen propuestas sobre el tema de la economía, pero estas no se han conocido de manera coherente […]

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Recientemente se quejaba el Presidente de la Asociación Nacional de Industriales (Andi), Luis Carlos Villegas, de la falta de divulgación de las propuestas económicas de los candidatos a la presidencia de la República.
En realidad, los candidatos si tienen propuestas sobre el tema de la economía, pero estas no se han conocido de manera coherente e integral, sino aislada y parcial; en parte ha sido culpa de los candidatos, pero también de los periodistas y de los medios de comunicación que debemos indagar, analizar y divulgar esas propuestas.
En general, de una u otra manera, todos tienen claro que los retos del próximo gobierno no estarán el tema de la seguridad y la contención del conflicto armado, sino en los temas económicos y sociales.
Y entre esos temas económicos y sociales, hay uno de suma urgencia y trascendencia para el país: el problema del empleo, o visto desde otra manera el grave problema del desempleo, es decir de la falta de puestos de trabajo.
En efecto, el Departamento Administrativo Nacional de Estadísticas (Dane), reveló ayer la tasa de desempleo de febrero del presente año y la misma muestra un leve incremento frente  al mismo guarismo en febrero del año pasado. La tasa promedio nacional subió de 12,5% en febrero de 2009 a 12,6 en febrero de 2010, aunque la tasa de desempleo de las trece principales ciudades del país bajó levemente de 13,6% en febrero de 2009 a 13,4% en el mismo mes este año.
En términos absolutos, significa que hay más de tres millones de colombianos en una situación de desempleo abierto y esto es muy grave.
Hemos dicho en estas mismas páginas, que uno de los principales lunares de la política económica del gobierno del Presidente Uribe fue que se logró que la economía creciera, pero ese crecimiento no fue generador de empleo. Este problema, no nos cansaremos de repetirlo, es el principal que tendrá que afrontar el próximo gobierno, gane quien gane la contienda por la Presidencia de la República.
Se requiere convertir al empleo en el principal objetivo de la política económica. Todos a una: la política fiscal, la política monetaria y la política cambiaria deben centrarse, de manera prioritaria, en la generar empleo masivo y rápido para ese ejército de personas que hoy sufren ese flagelo.
No es fácil, por supuesto; las soluciones no están a la vuelta de la esquina, pero lo principal es tener la voluntad política para hacerlo y en esto tiene que acompañarlo el congreso recién elegido. Organismos como Fedesarrollo, centros de estudio de la Universidad Nacional, de los Andes, del Externado de Colombia, entre otros, tienen distintos estudios y propuestas sobre este problema que tiene muchas facetas.
En primer lugar, insistimos, está el tema del desempleo de la gente más joven; es superior al 24 por ciento el desempleo en la gente joven y también entre las mujeres, para estos sectores de la población se quieren estímulos y cambios normativos para generar más empleo para estos.
Hay que revisar buena parte de la legislación tributaria, laboral y de seguridad social, para remover algunos obstáculos a la generación de empleo sin afectar de manera sustancial los ingresos y los derechos de los trabajadores actualmente vinculados. Pero es probable que se requiera hacer sacrificios y estos tendrán que ser concertados con las centrales obreras, otros países lo han hecho.
En materia de estímulos, a partir de la intervención del Estado, insistimos, es mucho lo que se puede hacer en materia de construcción de vivienda, y en particular vivienda de interés social, como también en infraestructura y en cultivos de ciclo corto, para lo cual hay margen e instrumentos de crédito.
Pero, quienes aspiran a gobernar al país deben saber que Colombia está inmersa en una economía globalizada y que la guerra económica que implica esa misma globalización, hace necesario que el país vea otros sectores distintos a los tradicionales; está la informática y la telemática, está el turismo, en el cual consideramos que el departamento del Cesar y la región de Valledupar, en particular, tiene mucho futuro.
Instrumentos económicos los hay, no son soluciones fáciles, eso hay que reconocerlo, pero lo más importante es volver a darle prioridad al objetivo del empleo, como el principal dentro del conjunto de políticas económicas y sociales. Y el asunto no es sólo del gobierno nacional, reiteramos, también los gobiernos seccionales tienen muchos instrumentos a la mano para estimular la generación de empleo.

Editorial
1 abril, 2010

Una política de pleno empleo

Recientemente se quejaba el Presidente de la Asociación Nacional de Industriales (Andi), Luis Carlos Villegas, de la falta de divulgación de las propuestas económicas de los candidatos a la presidencia de la República. En realidad, los candidatos si tienen propuestas sobre el tema de la economía, pero estas no se han conocido de manera coherente […]


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Recientemente se quejaba el Presidente de la Asociación Nacional de Industriales (Andi), Luis Carlos Villegas, de la falta de divulgación de las propuestas económicas de los candidatos a la presidencia de la República.
En realidad, los candidatos si tienen propuestas sobre el tema de la economía, pero estas no se han conocido de manera coherente e integral, sino aislada y parcial; en parte ha sido culpa de los candidatos, pero también de los periodistas y de los medios de comunicación que debemos indagar, analizar y divulgar esas propuestas.
En general, de una u otra manera, todos tienen claro que los retos del próximo gobierno no estarán el tema de la seguridad y la contención del conflicto armado, sino en los temas económicos y sociales.
Y entre esos temas económicos y sociales, hay uno de suma urgencia y trascendencia para el país: el problema del empleo, o visto desde otra manera el grave problema del desempleo, es decir de la falta de puestos de trabajo.
En efecto, el Departamento Administrativo Nacional de Estadísticas (Dane), reveló ayer la tasa de desempleo de febrero del presente año y la misma muestra un leve incremento frente  al mismo guarismo en febrero del año pasado. La tasa promedio nacional subió de 12,5% en febrero de 2009 a 12,6 en febrero de 2010, aunque la tasa de desempleo de las trece principales ciudades del país bajó levemente de 13,6% en febrero de 2009 a 13,4% en el mismo mes este año.
En términos absolutos, significa que hay más de tres millones de colombianos en una situación de desempleo abierto y esto es muy grave.
Hemos dicho en estas mismas páginas, que uno de los principales lunares de la política económica del gobierno del Presidente Uribe fue que se logró que la economía creciera, pero ese crecimiento no fue generador de empleo. Este problema, no nos cansaremos de repetirlo, es el principal que tendrá que afrontar el próximo gobierno, gane quien gane la contienda por la Presidencia de la República.
Se requiere convertir al empleo en el principal objetivo de la política económica. Todos a una: la política fiscal, la política monetaria y la política cambiaria deben centrarse, de manera prioritaria, en la generar empleo masivo y rápido para ese ejército de personas que hoy sufren ese flagelo.
No es fácil, por supuesto; las soluciones no están a la vuelta de la esquina, pero lo principal es tener la voluntad política para hacerlo y en esto tiene que acompañarlo el congreso recién elegido. Organismos como Fedesarrollo, centros de estudio de la Universidad Nacional, de los Andes, del Externado de Colombia, entre otros, tienen distintos estudios y propuestas sobre este problema que tiene muchas facetas.
En primer lugar, insistimos, está el tema del desempleo de la gente más joven; es superior al 24 por ciento el desempleo en la gente joven y también entre las mujeres, para estos sectores de la población se quieren estímulos y cambios normativos para generar más empleo para estos.
Hay que revisar buena parte de la legislación tributaria, laboral y de seguridad social, para remover algunos obstáculos a la generación de empleo sin afectar de manera sustancial los ingresos y los derechos de los trabajadores actualmente vinculados. Pero es probable que se requiera hacer sacrificios y estos tendrán que ser concertados con las centrales obreras, otros países lo han hecho.
En materia de estímulos, a partir de la intervención del Estado, insistimos, es mucho lo que se puede hacer en materia de construcción de vivienda, y en particular vivienda de interés social, como también en infraestructura y en cultivos de ciclo corto, para lo cual hay margen e instrumentos de crédito.
Pero, quienes aspiran a gobernar al país deben saber que Colombia está inmersa en una economía globalizada y que la guerra económica que implica esa misma globalización, hace necesario que el país vea otros sectores distintos a los tradicionales; está la informática y la telemática, está el turismo, en el cual consideramos que el departamento del Cesar y la región de Valledupar, en particular, tiene mucho futuro.
Instrumentos económicos los hay, no son soluciones fáciles, eso hay que reconocerlo, pero lo más importante es volver a darle prioridad al objetivo del empleo, como el principal dentro del conjunto de políticas económicas y sociales. Y el asunto no es sólo del gobierno nacional, reiteramos, también los gobiernos seccionales tienen muchos instrumentos a la mano para estimular la generación de empleo.