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Columnista - 14 julio, 2010

Una política de estado para el río Magdalena

POR: GUSTAVO COTES MEDINA En el marco  de la Feria Expo Shanghái,  Cormagdalena firmó con el gobierno de China y la empresa Hidrochina un acuerdo de entendimiento para elaborar el plan maestro del Río Magdalena con un valor estimado en 800 millones de dólares. La elaboración de este proyecto permitirá definir la guía de ruta […]

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POR: GUSTAVO COTES MEDINA

En el marco  de la Feria Expo Shanghái,  Cormagdalena firmó con el gobierno de China y la empresa Hidrochina un acuerdo de entendimiento para elaborar el plan maestro del Río Magdalena con un valor estimado en 800 millones de dólares. La elaboración de este proyecto permitirá definir la guía de ruta del rio durante los próximos cincuenta años. El plan comprende los aspectos de navegación, control ambiental, control de inundaciones y la factibilidad de desarrollos hidroeléctricos. Solo se espera el cruce de notas diplomáticas para poder firmar el contrato de ejecución en el mes de julio. Se estima que con el plan se tendría un movimiento de cien millones de toneladas por año, lo que permitiría elevar el nivel de competitividad de nuestro país.
Parece que dejaremos de subestimar al río, nos estamos poniendo serios y pensando en grande con la principal arteria fluvial del país empezando de esta forma a saldar la deuda de gratitud que tenemos con el “Río de la Patria” por todo el desarrollo y riqueza natural  que le ha ofrecido al país con sus 1558 kilómetros de recorrido, a través de sus 509 años de historia. Con frecuencia el Río Amigo, que aún está en la búsqueda de su equilibrio, se hace sentir reclamándonos con autoridad y en distintas formas el olvido y el mal trato recibido desde los tiempos de Rodrigo de Bastidas en 1501, hasta la fecha.

El gobierno del presidente Santos debe considerar el desarrollo del Rio Magdalena, desde su nacimiento hasta la desembocadura en Bocas de Ceniza, como una política de Estado, un compromiso de todo el país, si quiere lograr un crecimiento integral con acciones que permitan avanzar en la mejora de la navegabilidad.
El Rio tiene que dejar de mirarse como una amenaza para sus 128 poblaciones ribereñas; por lo tanto, es necesario empeñarse en superar toda la historia de inequidad y violencia que ha generado atraso en el desarrollo de sus puertos. En el caso de Barranquilla se debe lograr los 40 pies de profundidad del canal para estar a la altura de otros  puertos y recuperar así el transporte de mercancías hacia el interior del país.
El Rio es navegable en 1000 kilómetros de su longitud y los puertos más dinámicos del Alto Magdalena como Neiva, Girardot, Ambalema y Honda; del Madalena Medio como La Dorada, Puerto Salgar, Puerto Berrío, Puerto Wilches y Gamarra, y del Bajo Magdalena como El Banco, Mompox, Magangué, Calamar y Barranquilla, esperan con ansiedad mejoras en la navegabilidad, obras de dragado para garantizar calados, obras de encauzamiento en los sectores más críticos, accesos viales a los puertos, conexión con las zonas mineras en Cundinamarca-Boyacá y mejoras en los terminales.

El mencionado acuerdo de entendimiento plantea otros aspectos de trascendencia como la conversión del Rio Magdalena en Zona Franca con exención de impuestos para equipos; el estudio de la posibilidad de una concesión del río para la generación de energía hidroeléctrica y el apoyo al desarrollo de la vía de la productividad en la margen oriental del rio en el departamento del Magdalena.

La idea de concesionar la administración del Rio Magdalena es un tema que se tiene que analizar en forma cuidadosa porque privatizar puede subir los costos y disminuir la competitividad, pero es una propuesta interesante. La puesta en marcha del Plan Maestro del Río es un compromiso del nuevo gobierno como parte esencial de la seguridad nacional, la salud y el desarrollo económico del país: ¡El Río Magdalena debe tener una política de Estado!
[email protected]

Columnista
14 julio, 2010

Una política de estado para el río Magdalena

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Gustavo Cotez Medina

POR: GUSTAVO COTES MEDINA En el marco  de la Feria Expo Shanghái,  Cormagdalena firmó con el gobierno de China y la empresa Hidrochina un acuerdo de entendimiento para elaborar el plan maestro del Río Magdalena con un valor estimado en 800 millones de dólares. La elaboración de este proyecto permitirá definir la guía de ruta […]


POR: GUSTAVO COTES MEDINA

En el marco  de la Feria Expo Shanghái,  Cormagdalena firmó con el gobierno de China y la empresa Hidrochina un acuerdo de entendimiento para elaborar el plan maestro del Río Magdalena con un valor estimado en 800 millones de dólares. La elaboración de este proyecto permitirá definir la guía de ruta del rio durante los próximos cincuenta años. El plan comprende los aspectos de navegación, control ambiental, control de inundaciones y la factibilidad de desarrollos hidroeléctricos. Solo se espera el cruce de notas diplomáticas para poder firmar el contrato de ejecución en el mes de julio. Se estima que con el plan se tendría un movimiento de cien millones de toneladas por año, lo que permitiría elevar el nivel de competitividad de nuestro país.
Parece que dejaremos de subestimar al río, nos estamos poniendo serios y pensando en grande con la principal arteria fluvial del país empezando de esta forma a saldar la deuda de gratitud que tenemos con el “Río de la Patria” por todo el desarrollo y riqueza natural  que le ha ofrecido al país con sus 1558 kilómetros de recorrido, a través de sus 509 años de historia. Con frecuencia el Río Amigo, que aún está en la búsqueda de su equilibrio, se hace sentir reclamándonos con autoridad y en distintas formas el olvido y el mal trato recibido desde los tiempos de Rodrigo de Bastidas en 1501, hasta la fecha.

El gobierno del presidente Santos debe considerar el desarrollo del Rio Magdalena, desde su nacimiento hasta la desembocadura en Bocas de Ceniza, como una política de Estado, un compromiso de todo el país, si quiere lograr un crecimiento integral con acciones que permitan avanzar en la mejora de la navegabilidad.
El Rio tiene que dejar de mirarse como una amenaza para sus 128 poblaciones ribereñas; por lo tanto, es necesario empeñarse en superar toda la historia de inequidad y violencia que ha generado atraso en el desarrollo de sus puertos. En el caso de Barranquilla se debe lograr los 40 pies de profundidad del canal para estar a la altura de otros  puertos y recuperar así el transporte de mercancías hacia el interior del país.
El Rio es navegable en 1000 kilómetros de su longitud y los puertos más dinámicos del Alto Magdalena como Neiva, Girardot, Ambalema y Honda; del Madalena Medio como La Dorada, Puerto Salgar, Puerto Berrío, Puerto Wilches y Gamarra, y del Bajo Magdalena como El Banco, Mompox, Magangué, Calamar y Barranquilla, esperan con ansiedad mejoras en la navegabilidad, obras de dragado para garantizar calados, obras de encauzamiento en los sectores más críticos, accesos viales a los puertos, conexión con las zonas mineras en Cundinamarca-Boyacá y mejoras en los terminales.

El mencionado acuerdo de entendimiento plantea otros aspectos de trascendencia como la conversión del Rio Magdalena en Zona Franca con exención de impuestos para equipos; el estudio de la posibilidad de una concesión del río para la generación de energía hidroeléctrica y el apoyo al desarrollo de la vía de la productividad en la margen oriental del rio en el departamento del Magdalena.

La idea de concesionar la administración del Rio Magdalena es un tema que se tiene que analizar en forma cuidadosa porque privatizar puede subir los costos y disminuir la competitividad, pero es una propuesta interesante. La puesta en marcha del Plan Maestro del Río es un compromiso del nuevo gobierno como parte esencial de la seguridad nacional, la salud y el desarrollo económico del país: ¡El Río Magdalena debe tener una política de Estado!
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