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Columnista - 7 agosto, 2012

Una peligrosa realidad.

BITÁCORA Niños y adolescentes cada día están más expuestos a la violencia proyectada en los videos juegos bélicos, que sin ningún pudor promocionan técnicas de combate sangrientas y despiadadas. Esto, según los expertos, puede terminar modificando muchas actitudes en los jóvenes. El uso de estos video-juegos ha venido incrementándose en las últimas décadas. La imagen […]

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BITÁCORA

Niños y adolescentes cada día están más expuestos a la violencia proyectada en los videos juegos bélicos, que sin ningún pudor promocionan técnicas de combate sangrientas y despiadadas. Esto, según los expertos, puede terminar modificando muchas actitudes en los jóvenes.

El uso de estos video-juegos ha venido incrementándose en las últimas décadas. La imagen y el diseño de éstos simula la realidad, al extremo que quienes lo usan pueden experimentar sensaciones de incremento de adrenalina por el nivel de tensión que produce combatir para ganar. Sin control alguno, cada vez las técnicas de combate aplicadas en estos juegos virtuales son más cruentas e inhumanas, a tal punto, que con armas letales se destrozan cuerpos humanos, degüellan, apuñalan y apelan a cualquier estrategia mortífera con tal de alcanzar un record o average alto.

Pero también los comics en televisión modelan conductas equivocadas que, según muchos psicólogos, terminan incidiendo en el comportamiento de los niños, por falta de regulación de los padres o tutores, pues muchas veces, por ser comics, no tienen censura. Es impresionante observar el nivel de violencia y de antivalores que proponen programas como los Simpson o Futurama, que parecen series más para adultos que para niños, pero, a la larga, son estos últimos quienes lo disfrutan sin saber que desde allí se modelan comportamientos equívocos, proyectados como correctos o aceptables, entre ellos, timar, ser irresponsable, emborracharse, irrespetar a los padres o hacer daño físico a los demás.

Muchos comics han reflejado el lado violento de las sociedades; la intolerancia, los golpes y el engaño entre otros, pero también han mostrado el eterno combate entre el bien y el mal, donde siempre triunfa el bien, pero ahora estas historietas modernas parecen no modelar valores y – en lugar de ello-, estimulan el mal comportamiento.

Violentos también fueron los comics de los años 70, 80 y 90, pero siempre dejaban como moraleja que los triunfadores eran quienes hacían las cosas correctas; tal vez por eso El Coyote jamás pudo ganarle al Corre Caminos a pesar de la enorme inteligencia que lo hacía diseñar sendas estrategias para atraparlo, pues su brillantez era utilizada para el mal; lo mismo le ocurría al inspector con la Pantera Rosa, entre otros.

Existieron también comics de super robots, como Mazinger Z o Dai Apolon, que se enfrentaban a las fuerzas del mal y siempre triunfaban. Otras narraciones televisadas como Ultramán, el Capitán Cavernícola, La Hormiga Atómica, Los Super Amigos, Mandraque el Mago, Acuamán, El fantasma, Los Gemelos fantásticos, He Man, Chazán, Los Thundercats, Los X Men, Thord, Los Transformers, Super Man, La Mujer Maravilla, El Hombre Araña, Linterna Verde, Flash, El Capitán América y Batman, entre otros, mostraban a superhéroes que luchaban por la justicia o el mantenimiento del orden social para librar al mundo de las garras de los villanos.

Muchos de estos cómics han sido llevados al cine, aunque han trastocado la imagen del héroe original, pues para hacerlos más exitosos, han apelado a más violencia, reconfigurando también el papel épico de cada héroe que representaba la colectividad, para mostrarlo más a nivel individual, combatiendo con enemigos personales.

Hace pocas semanas en una sala de cine en Estados Unidos, durante un estreno de la película Batman, un joven enmascarado y vestido de negro masacró a 12 personas. Lo interesante de la actitud del asesino es que al momento de ser capturado se identificó como el Guasón, el enemigo número uno de Batman.

Aunque no es una constante, muchos jóvenes tienen conductas agresivas después de ver una película violenta, por lo que cabe reflexionar sobre la importancia de establecer controles por parte de los padres para el acceso a video juegos violentos, comics o películas con iguales características, pues aunque no todos los jóvenes responden de igual manera, lo que sí es seguro es que una gran parte de ellos se identifica con la actitud de héroes o villanos de los comics, o con personajes aparentemente normales como como Moe, Bart, Homero o el señor Burns en los Simpson, que aunque no son bélicos, sus conductas resultan altamente peligrosas para la configuración de valores éticos y morales en los niños.

@Oscararizadaza

Columnista
7 agosto, 2012

Una peligrosa realidad.

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Oscar Ariza Daza

BITÁCORA Niños y adolescentes cada día están más expuestos a la violencia proyectada en los videos juegos bélicos, que sin ningún pudor promocionan técnicas de combate sangrientas y despiadadas. Esto, según los expertos, puede terminar modificando muchas actitudes en los jóvenes. El uso de estos video-juegos ha venido incrementándose en las últimas décadas. La imagen […]


BITÁCORA

Niños y adolescentes cada día están más expuestos a la violencia proyectada en los videos juegos bélicos, que sin ningún pudor promocionan técnicas de combate sangrientas y despiadadas. Esto, según los expertos, puede terminar modificando muchas actitudes en los jóvenes.

El uso de estos video-juegos ha venido incrementándose en las últimas décadas. La imagen y el diseño de éstos simula la realidad, al extremo que quienes lo usan pueden experimentar sensaciones de incremento de adrenalina por el nivel de tensión que produce combatir para ganar. Sin control alguno, cada vez las técnicas de combate aplicadas en estos juegos virtuales son más cruentas e inhumanas, a tal punto, que con armas letales se destrozan cuerpos humanos, degüellan, apuñalan y apelan a cualquier estrategia mortífera con tal de alcanzar un record o average alto.

Pero también los comics en televisión modelan conductas equivocadas que, según muchos psicólogos, terminan incidiendo en el comportamiento de los niños, por falta de regulación de los padres o tutores, pues muchas veces, por ser comics, no tienen censura. Es impresionante observar el nivel de violencia y de antivalores que proponen programas como los Simpson o Futurama, que parecen series más para adultos que para niños, pero, a la larga, son estos últimos quienes lo disfrutan sin saber que desde allí se modelan comportamientos equívocos, proyectados como correctos o aceptables, entre ellos, timar, ser irresponsable, emborracharse, irrespetar a los padres o hacer daño físico a los demás.

Muchos comics han reflejado el lado violento de las sociedades; la intolerancia, los golpes y el engaño entre otros, pero también han mostrado el eterno combate entre el bien y el mal, donde siempre triunfa el bien, pero ahora estas historietas modernas parecen no modelar valores y – en lugar de ello-, estimulan el mal comportamiento.

Violentos también fueron los comics de los años 70, 80 y 90, pero siempre dejaban como moraleja que los triunfadores eran quienes hacían las cosas correctas; tal vez por eso El Coyote jamás pudo ganarle al Corre Caminos a pesar de la enorme inteligencia que lo hacía diseñar sendas estrategias para atraparlo, pues su brillantez era utilizada para el mal; lo mismo le ocurría al inspector con la Pantera Rosa, entre otros.

Existieron también comics de super robots, como Mazinger Z o Dai Apolon, que se enfrentaban a las fuerzas del mal y siempre triunfaban. Otras narraciones televisadas como Ultramán, el Capitán Cavernícola, La Hormiga Atómica, Los Super Amigos, Mandraque el Mago, Acuamán, El fantasma, Los Gemelos fantásticos, He Man, Chazán, Los Thundercats, Los X Men, Thord, Los Transformers, Super Man, La Mujer Maravilla, El Hombre Araña, Linterna Verde, Flash, El Capitán América y Batman, entre otros, mostraban a superhéroes que luchaban por la justicia o el mantenimiento del orden social para librar al mundo de las garras de los villanos.

Muchos de estos cómics han sido llevados al cine, aunque han trastocado la imagen del héroe original, pues para hacerlos más exitosos, han apelado a más violencia, reconfigurando también el papel épico de cada héroe que representaba la colectividad, para mostrarlo más a nivel individual, combatiendo con enemigos personales.

Hace pocas semanas en una sala de cine en Estados Unidos, durante un estreno de la película Batman, un joven enmascarado y vestido de negro masacró a 12 personas. Lo interesante de la actitud del asesino es que al momento de ser capturado se identificó como el Guasón, el enemigo número uno de Batman.

Aunque no es una constante, muchos jóvenes tienen conductas agresivas después de ver una película violenta, por lo que cabe reflexionar sobre la importancia de establecer controles por parte de los padres para el acceso a video juegos violentos, comics o películas con iguales características, pues aunque no todos los jóvenes responden de igual manera, lo que sí es seguro es que una gran parte de ellos se identifica con la actitud de héroes o villanos de los comics, o con personajes aparentemente normales como como Moe, Bart, Homero o el señor Burns en los Simpson, que aunque no son bélicos, sus conductas resultan altamente peligrosas para la configuración de valores éticos y morales en los niños.

@Oscararizadaza