Los resultados de la primera vuelta presidencial marcan no solo el fin del trágico gobierno de Iván Duque, también la derrota de Federico Gutiérrez y del uribismo, aunque por simple lógica los votantes del candidato del Equipo Colombia se mudarán para las toldas del ingeniero Rodolfo Hernandez muchos llegarán por la puerta de atrás, eso porque lo que ha conseguido hasta el momento el exalcalde de Bucaramanga lo ha logrado sólo, sin el respaldo de grandes figuras y con el discurso anticorrupción, no creo que en esta ocasión el ingeniero se tome una foto con Cielo Gnecco como lo hizo ‘Fico’ una de las cosas que perjudicó al exmandatario de Medellín.

Gustavo Petro mantiene el liderazgo, una votación importante, pero tiene el desafío de lograr conectar con una franja que no vota, de convencer al grupo que acompañó a Sergio Fajardo e intensificar el trabajo para disipar cualquier temor que aún subsiste.

Los debates de esta última semana fueron cruciales, Petro asistió a los debates claves, esto le permitió demostrar su preparación y su superioridad ante los otros dos aspirantes, allí fueron evidentes las limitaciones de Federico Gutiérrez quien pasará a la historia como el candidato menos preparado que la derecha escogió para pelear la presidencia con el candidato más fuerte que ha parido la izquierda.

En cuanto al Cesar quedó demostrado que los clanes tienen al votante fatigado, el mito de que la plaza determina quien gana quedó desvirtuado, ‘Fico’ con el apoyo de los parlamentarios cesarenses, incluso con el guiño de Silvestre Dangond, transporte, comida y plata llenó la plaza pero no convenció y fue merecidamente derrotado, así que la próxima vez no se alegren cuando le vean tanta gente a un candidato en la Plaza Alfonso López, eso solo es producto del sometimiento y la humillación para mostrar una foto, eso sí la más vergonzosa de las fotos.

Por ahora el uribismo y la derecha en pleno se la jugarán con Rodolfo Hernández, pero esa apuesta será a un precio distinto a la de ‘Fico’, subrepticiamente llegarán pero cualquier intento de hacer público ese apoyo con una clase política desprestigiada jugará en contra del ingeniero. 

Gustavo Petro con esa ventaja debe cuidar cada paso, mantener la postura de claridad intelectual que le ha permitido llegar a tierras anteriormente estériles para él y que lo miran hoy con mucho agrado.

Lo cierto es que la forma de hacer campaña cambió, el apoyo de los políticos tradicionales pasó a un segundo plano, en el Cesar quedaron todos arrumados y el ánimo guerrerista de muchos se desvanece, esto debido a que tanto Petro como el ingeniero Rodolfo consideran el diálogo como una forma de salir del conflicto y esto deja a los guerreristas sin discurso en esta campaña.

En el caso de Sergio Fajardo su absurda posición de la elección pasada le pesó, nunca pudo quitarse el rótulo de un candidato inexpresivo y alejado de la realidad nacional, el centro se concentró en peleas internas en una especie de campaña de autodestrucción, lástima porque las intenciones fueron buenas pero la estrategia muy mala, además en el Cesar intentaron hacer campaña por Alejandro Gaviria pero fueron golondrinas que aparecieron para las elecciones y se fueron sin señalar un camino, solo son oportunistas burócratas.