Alrededor de 23 niños que deambulaban como mendigos en la calle, hoy son atendidos por personal especializado. Con un gracias a Fundinaj, a la Alcaldía de Valledupar y al Instituto Colombiano de Bienestar Familiar *Nelys se adueñó del micrófono y expresó una de sus valerosas acciones logradas en tan poco tiempo de incorporación a la […]
Alrededor de 23 niños que deambulaban como mendigos en la calle, hoy son atendidos por personal especializado.
Con un gracias a Fundinaj, a la Alcaldía de Valledupar y al Instituto Colombiano de Bienestar Familiar *Nelys se adueñó del micrófono y expresó una de sus valerosas acciones logradas en tan poco tiempo de incorporación a la Fundación para el Desarrollo de la Infancia y Adolescencia y Juventud.
“Me quité el pirsin que durante mucho tiempo tuve y que me molestaba para comer, para hablar y no lo sabía controlar y ahora me di cuenta que era malo para la salud” dijo ella, vestida con uniforme estudiantil.
Con una sonrisa y con timidez a la vez, la joven que hace unos meses atrás hacía parte de la población infantil que pedía en las calles o se rebuscaba en los semáforos de la ciudad, con tal de conseguir un sustento diario, dio las gracias a Dios por su cambio de vida, aquel, que aunque en un principio opuso resistencia, por ser llevada por la Policía de Infancia y Adolescencia a un centro de rehabilitación, hoy es su mejor regalo.
“Siempre me han dicho echa para adelante, con el pie firme para pasar de mi vida antigua a la de ahora… le doy gracias a mis profesores, porque si no fuera por ellos no estuviera donde ahora estoy”, dijo en la entrega de útiles escolares por parte del ICBF y la oficina de Gestión Social de Valledupar, en un acto realizado en el patio del recinto donde permanece interna.
Esta chica que consumió sustancias psicoactivas y estuvo inmersa en el mundo oscuro de la indigencia, hace parte del grupo de 23 niños, niñas y jóvenes que son atendidos por el centro Fundinaj, en el que reciben orientaciones especiales para darle un rumbo distinto a su vida; un mundo lleno de educación, salud y bienestar.
Por eso hoy, muchos de los infantes iniciaron su proceso académico, en el que algunos apenas conocerán las vocales y las operaciones básicas, pese a estar en edades entre los 7 y los 18 años.
El comienzo…
La primera parte de esta historia inició, precisamente en las calles, donde surge una gran problemática en la que los protagonistas, desafortunadamente, son los menores de edad que realizan actividades para su sustento o para complacer los caprichos de algunos padres.
Desde el 2009, en Valledupar comenzaron a observarse en las calles una cierta cantidad de menores en los semáforos, debido a los desplazamientos forzosos surgidos en ésa época por hechos violentos en zonas aledañas.
Y ante la necesidad de subsistir, estos niños, niñas y adolescentes, en dicha condición, comenzaron a ejercer la mendicidad, disfrazada bajo un aparente trabajo; limpiando vidrios de autos, vendiendo chicles o golosinas o haciendo malabares.
Al observar esta lamentable situación, el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, que vela por los derechos de los infantes, comenzó a trabajar en la reintegración de esos niños a la sociedad.
“Sin que el número de niños sea muy significativo, porque, de pronto, hay más adolescentes que niños, es decir menores de 15 años que no tienen condiciones ni edad para trabajar como lo menciona la ley 1096, que posibilita que los mayores de 15 puedan trabajar, logramos construir la alianza con Fundinaj, para que ellos asumieran el cuidado de los niños, el proceso educativo y para que vivieran en condiciones dignas” aclaró Alberto Esmeral, director del ICBF.
En el 2013, se hicieron esfuerzos con la Alcaldía de Valledupar para la contratación de 10 cupos y 20 del ICBF, para un total de 30 cupos, es decir, para la atención de 30 menores en situación de calle. Hecho en el que hoy reciben sus primeros beneficios 23 de ellos, que han sido desintoxicados, rehabilitados y llevados de vuelta a las aulas de clases, de donde, según expertos, nunca debieron salir.
Un gobierno aislado
A la necesidad de apoyo por parte de entidades territoriales, para mejorar la calidad de vida de estos pequeños, el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar recurrió al gobierno departamental, con el fin de ampliar los cupos para los infantes, para lograr incorporar 20 niños más a este proceso de cambio.
Sin embargo, después de cuatro meses de operación del programa y de realizar el ICBF un llamado a la gobernación del Cesar, hoy a cargo de Luis Alberto Monsalvo Gnecco, no ha atendido.
“Urgimos a la Gobernación mediante un oficio para ver si se vinculan a este proceso y hacer posible la atención de niños, niñas y adolescentes que se encuentran en situación de calle” resaltó Esmeral.
El director del ICBF agregó que “sería bueno que el Gobernador y el Alcalde del municipio de El Paso se comprometieran en ampliar la cobertura, cada uno con 50 cupos para alcanzar los 150, buscando la participación de la empresa privada del sector minero; porque hay una cantidad de niños que deambulan por las calles, que han desertado del sistema educativo y que esperan una oportunidad laboral para ganarse cualquier peso”.
Cifras del departamento
En el Cesar se observa con mayor intensidad este triste panorama donde los menores se encuentran en condiciones de calle, específicamente en el corredor minero, donde muchos de ellos han desertado del sistema escolar y se han dedicado a la mendicidad, consumo de psicotrópicos y actividades sexuales en las que varias menores han resultado con embarazos no deseados.
Valledupar: en este municipio se registra un bajo número de menores en situación de calle: son 23, que están siendo atendidos en la fundación Fundinaj.
Bosconia: existen menores que no son de la calle, pero permanecen a diario en ésta sin realizar nada, sin estudiar. Allí fueron focalizados 82 niños. Los atiende la Fundación Asefacon.
El Paso: Menores del Futuro es la fundación que atiende a 50 infantes, quienes han estado sumergidos en esta situación desde hace varios años.
Pailitas: Allí la fundación Menores del Futuro atiende alrededor de 100 niños con dichas condiciones.
Aguachica: otros 100 niños en condición de calle son también atendidos en esta población a través de la fundación Asefaton.
Una labor incansable
Aunque la Fundación para el Desarrollo de la Infancia y Adolescencia y Juventud (Fundinaj, tiene más de 10 años de existencia, desde hace dos realiza una incasable labor en pro del bienestar de los menores en estado de vulnerabilidad en Valledupar.
Robert Fernández, director de Fundinaj, indicó que “en el área de Restablecimiento de Derechos para Niños en Condición y Situación de Vida en Calle, tenemos 24 meses liderando la creación del Centro de Protección; un proyecto que se hizo realidad gracias a la Alcaldía, que el año pasado le apostó al proceso y al ICBF que apoyó la iniciativa. Tenemos un equipo de profesionales dedicados a recuperar a los niños que están en la calle”.
Por: Merlin Duarte García/El Pilón
Alrededor de 23 niños que deambulaban como mendigos en la calle, hoy son atendidos por personal especializado. Con un gracias a Fundinaj, a la Alcaldía de Valledupar y al Instituto Colombiano de Bienestar Familiar *Nelys se adueñó del micrófono y expresó una de sus valerosas acciones logradas en tan poco tiempo de incorporación a la […]
Alrededor de 23 niños que deambulaban como mendigos en la calle, hoy son atendidos por personal especializado.
Con un gracias a Fundinaj, a la Alcaldía de Valledupar y al Instituto Colombiano de Bienestar Familiar *Nelys se adueñó del micrófono y expresó una de sus valerosas acciones logradas en tan poco tiempo de incorporación a la Fundación para el Desarrollo de la Infancia y Adolescencia y Juventud.
“Me quité el pirsin que durante mucho tiempo tuve y que me molestaba para comer, para hablar y no lo sabía controlar y ahora me di cuenta que era malo para la salud” dijo ella, vestida con uniforme estudiantil.
Con una sonrisa y con timidez a la vez, la joven que hace unos meses atrás hacía parte de la población infantil que pedía en las calles o se rebuscaba en los semáforos de la ciudad, con tal de conseguir un sustento diario, dio las gracias a Dios por su cambio de vida, aquel, que aunque en un principio opuso resistencia, por ser llevada por la Policía de Infancia y Adolescencia a un centro de rehabilitación, hoy es su mejor regalo.
“Siempre me han dicho echa para adelante, con el pie firme para pasar de mi vida antigua a la de ahora… le doy gracias a mis profesores, porque si no fuera por ellos no estuviera donde ahora estoy”, dijo en la entrega de útiles escolares por parte del ICBF y la oficina de Gestión Social de Valledupar, en un acto realizado en el patio del recinto donde permanece interna.
Esta chica que consumió sustancias psicoactivas y estuvo inmersa en el mundo oscuro de la indigencia, hace parte del grupo de 23 niños, niñas y jóvenes que son atendidos por el centro Fundinaj, en el que reciben orientaciones especiales para darle un rumbo distinto a su vida; un mundo lleno de educación, salud y bienestar.
Por eso hoy, muchos de los infantes iniciaron su proceso académico, en el que algunos apenas conocerán las vocales y las operaciones básicas, pese a estar en edades entre los 7 y los 18 años.
El comienzo…
La primera parte de esta historia inició, precisamente en las calles, donde surge una gran problemática en la que los protagonistas, desafortunadamente, son los menores de edad que realizan actividades para su sustento o para complacer los caprichos de algunos padres.
Desde el 2009, en Valledupar comenzaron a observarse en las calles una cierta cantidad de menores en los semáforos, debido a los desplazamientos forzosos surgidos en ésa época por hechos violentos en zonas aledañas.
Y ante la necesidad de subsistir, estos niños, niñas y adolescentes, en dicha condición, comenzaron a ejercer la mendicidad, disfrazada bajo un aparente trabajo; limpiando vidrios de autos, vendiendo chicles o golosinas o haciendo malabares.
Al observar esta lamentable situación, el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, que vela por los derechos de los infantes, comenzó a trabajar en la reintegración de esos niños a la sociedad.
“Sin que el número de niños sea muy significativo, porque, de pronto, hay más adolescentes que niños, es decir menores de 15 años que no tienen condiciones ni edad para trabajar como lo menciona la ley 1096, que posibilita que los mayores de 15 puedan trabajar, logramos construir la alianza con Fundinaj, para que ellos asumieran el cuidado de los niños, el proceso educativo y para que vivieran en condiciones dignas” aclaró Alberto Esmeral, director del ICBF.
En el 2013, se hicieron esfuerzos con la Alcaldía de Valledupar para la contratación de 10 cupos y 20 del ICBF, para un total de 30 cupos, es decir, para la atención de 30 menores en situación de calle. Hecho en el que hoy reciben sus primeros beneficios 23 de ellos, que han sido desintoxicados, rehabilitados y llevados de vuelta a las aulas de clases, de donde, según expertos, nunca debieron salir.
Un gobierno aislado
A la necesidad de apoyo por parte de entidades territoriales, para mejorar la calidad de vida de estos pequeños, el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar recurrió al gobierno departamental, con el fin de ampliar los cupos para los infantes, para lograr incorporar 20 niños más a este proceso de cambio.
Sin embargo, después de cuatro meses de operación del programa y de realizar el ICBF un llamado a la gobernación del Cesar, hoy a cargo de Luis Alberto Monsalvo Gnecco, no ha atendido.
“Urgimos a la Gobernación mediante un oficio para ver si se vinculan a este proceso y hacer posible la atención de niños, niñas y adolescentes que se encuentran en situación de calle” resaltó Esmeral.
El director del ICBF agregó que “sería bueno que el Gobernador y el Alcalde del municipio de El Paso se comprometieran en ampliar la cobertura, cada uno con 50 cupos para alcanzar los 150, buscando la participación de la empresa privada del sector minero; porque hay una cantidad de niños que deambulan por las calles, que han desertado del sistema educativo y que esperan una oportunidad laboral para ganarse cualquier peso”.
Cifras del departamento
En el Cesar se observa con mayor intensidad este triste panorama donde los menores se encuentran en condiciones de calle, específicamente en el corredor minero, donde muchos de ellos han desertado del sistema escolar y se han dedicado a la mendicidad, consumo de psicotrópicos y actividades sexuales en las que varias menores han resultado con embarazos no deseados.
Valledupar: en este municipio se registra un bajo número de menores en situación de calle: son 23, que están siendo atendidos en la fundación Fundinaj.
Bosconia: existen menores que no son de la calle, pero permanecen a diario en ésta sin realizar nada, sin estudiar. Allí fueron focalizados 82 niños. Los atiende la Fundación Asefacon.
El Paso: Menores del Futuro es la fundación que atiende a 50 infantes, quienes han estado sumergidos en esta situación desde hace varios años.
Pailitas: Allí la fundación Menores del Futuro atiende alrededor de 100 niños con dichas condiciones.
Aguachica: otros 100 niños en condición de calle son también atendidos en esta población a través de la fundación Asefaton.
Una labor incansable
Aunque la Fundación para el Desarrollo de la Infancia y Adolescencia y Juventud (Fundinaj, tiene más de 10 años de existencia, desde hace dos realiza una incasable labor en pro del bienestar de los menores en estado de vulnerabilidad en Valledupar.
Robert Fernández, director de Fundinaj, indicó que “en el área de Restablecimiento de Derechos para Niños en Condición y Situación de Vida en Calle, tenemos 24 meses liderando la creación del Centro de Protección; un proyecto que se hizo realidad gracias a la Alcaldía, que el año pasado le apostó al proceso y al ICBF que apoyó la iniciativa. Tenemos un equipo de profesionales dedicados a recuperar a los niños que están en la calle”.
Por: Merlin Duarte García/El Pilón