Publicidad
Categorías
Categorías
Columnista - 30 julio, 2013

Una era llena de vacíos

Occidente pasó de unapre modernidad, en la que la religión dominó todas las esferas sociales, donde la fuerza del progreso estaba determinada hacia las labores agrícolas y artesanales, a una modernidad representada en la ruptura con la religión, para imponer la razón como lo único válido.

Por Óscar Ariza Daza

Occidente pasó de unapre modernidad, en la que la religión dominó todas las esferas sociales, donde la fuerza del progreso estaba determinada hacia las labores agrícolas y artesanales, a una modernidad representada en la ruptura con la religión, para imponer la razón como lo único válido.

La modernidad impuso el apego a la tecnología y la ciencia, gestando la industrialización como el paso del atraso al progreso.

Frente al avance tecnológico, el imperio de la razón y el poder económico, fueron surgiendo problemas en la condición humana que generaron sensación de vacío, en la medida que la productividad, el apetito por el dinero y las enfermedades del nuevo siglo, comenzaban a agrietar la visión de libertad, igualdad y justicia para nuestras sociedades.

La muerte de millones de  ciudadanos del Congo en manos de Leopoldo II de Bélgica, las guerras mundiales, la bomba atómica, el exterminio de los judíos,junto con despidos masivos en fábricas y persecución a  sindicatos, puso en duda la idea de modernidad.Comenzó a plantearse una nueva forma de vivir basada en el desarraigo como producto del desencanto ante todo lo que generara idea de progreso.

Empezó a nacer una postmodernidad basada en una aldea globalizada por el fluir continuo de los mercados e información, que imponía una nueva forma de vivir la felicidad en forma plena, pero fugaz; toma fuerza el culto al cuerpo y a la sexualidad, mientras  los grandes relatos como democracia;  Estado y familia perdían fuerza y credibilidad.

Mientras Europa alcanzaba una postmodernidad plena, América no pudo sacudirse de lapre modernidad, cuando los aires modernos visitaron nuestros pueblos construidos sobre el marco de una plaza en la que sobresalía la iglesia. Aún no entendíamos bien  la modernidad por la que transitábamos cuando nos cayó la postmodernidad con sus computadores, la internet y la idea de la globalización. 

Nos inundaron los gimnasios, los realities shows y la falsa información de los medios, a tal punto, que hoy vivimos los tres momentos en los que fácilmente se goza de las últimas tecnologías, se educa desde las universidades y se percibe un regreso al esoterismo, a los valores del mito, a la superchería, la cábala y la quiromancia,como elementos de la nueva era;el reemplazo de la esfera de lo íntimo por la esfera de lo público, generando un profundo vacío ético y espiritual, sumiéndonos en una enmarañada colcha de retazos que aún no terminamos de vivir ni entender.

 

Columnista
30 julio, 2013

Una era llena de vacíos

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Oscar Ariza Daza

Occidente pasó de unapre modernidad, en la que la religión dominó todas las esferas sociales, donde la fuerza del progreso estaba determinada hacia las labores agrícolas y artesanales, a una modernidad representada en la ruptura con la religión, para imponer la razón como lo único válido.


Por Óscar Ariza Daza

Occidente pasó de unapre modernidad, en la que la religión dominó todas las esferas sociales, donde la fuerza del progreso estaba determinada hacia las labores agrícolas y artesanales, a una modernidad representada en la ruptura con la religión, para imponer la razón como lo único válido.

La modernidad impuso el apego a la tecnología y la ciencia, gestando la industrialización como el paso del atraso al progreso.

Frente al avance tecnológico, el imperio de la razón y el poder económico, fueron surgiendo problemas en la condición humana que generaron sensación de vacío, en la medida que la productividad, el apetito por el dinero y las enfermedades del nuevo siglo, comenzaban a agrietar la visión de libertad, igualdad y justicia para nuestras sociedades.

La muerte de millones de  ciudadanos del Congo en manos de Leopoldo II de Bélgica, las guerras mundiales, la bomba atómica, el exterminio de los judíos,junto con despidos masivos en fábricas y persecución a  sindicatos, puso en duda la idea de modernidad.Comenzó a plantearse una nueva forma de vivir basada en el desarraigo como producto del desencanto ante todo lo que generara idea de progreso.

Empezó a nacer una postmodernidad basada en una aldea globalizada por el fluir continuo de los mercados e información, que imponía una nueva forma de vivir la felicidad en forma plena, pero fugaz; toma fuerza el culto al cuerpo y a la sexualidad, mientras  los grandes relatos como democracia;  Estado y familia perdían fuerza y credibilidad.

Mientras Europa alcanzaba una postmodernidad plena, América no pudo sacudirse de lapre modernidad, cuando los aires modernos visitaron nuestros pueblos construidos sobre el marco de una plaza en la que sobresalía la iglesia. Aún no entendíamos bien  la modernidad por la que transitábamos cuando nos cayó la postmodernidad con sus computadores, la internet y la idea de la globalización. 

Nos inundaron los gimnasios, los realities shows y la falsa información de los medios, a tal punto, que hoy vivimos los tres momentos en los que fácilmente se goza de las últimas tecnologías, se educa desde las universidades y se percibe un regreso al esoterismo, a los valores del mito, a la superchería, la cábala y la quiromancia,como elementos de la nueva era;el reemplazo de la esfera de lo íntimo por la esfera de lo público, generando un profundo vacío ético y espiritual, sumiéndonos en una enmarañada colcha de retazos que aún no terminamos de vivir ni entender.