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Columnista - 29 enero, 2018

Una adivinanza indigna

En los últimos días se ha escrito, comentado y se ha jugado a adivinar quién es un violador. No se entiende cómo un suceso tan vergonzante, que desafortunadamente le haya ocurrido a una mujer, sea motivo de adivina adivinador, como en los cuentos infantiles. La víctima de tan repudiable agresión la lanzó al aire y […]

En los últimos días se ha escrito, comentado y se ha jugado a adivinar quién es un violador. No se entiende cómo un suceso tan vergonzante, que desafortunadamente le haya ocurrido a una mujer, sea motivo de adivina adivinador, como en los cuentos infantiles.

La víctima de tan repudiable agresión la lanzó al aire y los medios comenzaron el juego de descartar quién había sido el rufián que la ofendió. Se han mencionado nombres de hombres destacados en el ámbito nacional.

La violación, ya se sabe, es unos de los actos más rastreros y ofensivos contra la humanidad de una mujer, debe ser denunciado ante las autoridades competentes, pero nunca utilizarlo como inspirador de lástima, como herramienta para acabar con alguien, como una noticia para llamar la atención y peor: cuando a la mujer se le están declinando su fama tomarla como un instrumento para saltar de nuevo a la palestra pública.

En estos momentos el país juega a adivinar quién es el desalmado que atacó a una periodista y la ofendida va dejando pistas en las redes sociales; me recuerda el cuento de Hansel y Grethel que fueron dejando en el camino trocitos de pan para que los encontraran. ¡Lo que faltaba! Regar pistas de su dignidad ofendida para que den con el agresor; y lo que es peor hacer que un país saque a relucir su odio hacia personas que se han destacado y estigmatizarlas.

Este es un tema muy delicado, el abuso a la mujer o al hombre es desde todo punto de vista reprochable y no puede hacerse de él un juego para que lo ganen unos cuantos desadaptados que lo siguen para ver si dan con el agresor.

Siempre he estado de acuerdo con la cadena perpetua para un violador, pero eso es cuestión de las leyes de un país; que se castigue con la más dura, por eso hay que ir a denunciar enseguida, ‘en caliente’ como decía mi abuelita, no después de unos años salir con “¿adivinen quién me violó? Eso lo usan mucho en Hollywood.

En fin es un tema como lo dije muy delicado, repito, del que se ha escrito mucho. Lo repudiable, después de la violación, por supuesto, es el juego a adivinar y hay algo curioso: ¿Por qué no se denunció enseguida y se esperó la época preelectoral? ¿Será para hacerle daño a un político? No quiero pensar que una mujer ofendida utilice su dolor, su dignidad maltratada, para algo tan feo, para no decir otra cosa.

En fin recordemos a los poetas: “El respeto a mí misma / es la dignidad./ Nadie podrá avasallar ese escudo espiritual…”.

Y de Neruda: “Cuerpo de mujer mía, persistiré en tu gracia / Mi sed, mi ansia sin límite, mi camino indeciso / Oscuros causes donde la sed eterna sigue, / y la fatiga sigue, y el dolor infinito.”

…NOTICA… Blanca Meza Orozco, la querida prima Chacha, murió como vivió: calladita, serena, digna. Su vida fue y seguirá por siempre siendo un orgullo ejemplar para la familia. Duele mucho su partida. A Enrique, su esposo, a sus hijos y hermanos mi adolorido sentimiento de pesar. Paz a su alma.

Columnista
29 enero, 2018

Una adivinanza indigna

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Mary Daza Orozco

En los últimos días se ha escrito, comentado y se ha jugado a adivinar quién es un violador. No se entiende cómo un suceso tan vergonzante, que desafortunadamente le haya ocurrido a una mujer, sea motivo de adivina adivinador, como en los cuentos infantiles. La víctima de tan repudiable agresión la lanzó al aire y […]


En los últimos días se ha escrito, comentado y se ha jugado a adivinar quién es un violador. No se entiende cómo un suceso tan vergonzante, que desafortunadamente le haya ocurrido a una mujer, sea motivo de adivina adivinador, como en los cuentos infantiles.

La víctima de tan repudiable agresión la lanzó al aire y los medios comenzaron el juego de descartar quién había sido el rufián que la ofendió. Se han mencionado nombres de hombres destacados en el ámbito nacional.

La violación, ya se sabe, es unos de los actos más rastreros y ofensivos contra la humanidad de una mujer, debe ser denunciado ante las autoridades competentes, pero nunca utilizarlo como inspirador de lástima, como herramienta para acabar con alguien, como una noticia para llamar la atención y peor: cuando a la mujer se le están declinando su fama tomarla como un instrumento para saltar de nuevo a la palestra pública.

En estos momentos el país juega a adivinar quién es el desalmado que atacó a una periodista y la ofendida va dejando pistas en las redes sociales; me recuerda el cuento de Hansel y Grethel que fueron dejando en el camino trocitos de pan para que los encontraran. ¡Lo que faltaba! Regar pistas de su dignidad ofendida para que den con el agresor; y lo que es peor hacer que un país saque a relucir su odio hacia personas que se han destacado y estigmatizarlas.

Este es un tema muy delicado, el abuso a la mujer o al hombre es desde todo punto de vista reprochable y no puede hacerse de él un juego para que lo ganen unos cuantos desadaptados que lo siguen para ver si dan con el agresor.

Siempre he estado de acuerdo con la cadena perpetua para un violador, pero eso es cuestión de las leyes de un país; que se castigue con la más dura, por eso hay que ir a denunciar enseguida, ‘en caliente’ como decía mi abuelita, no después de unos años salir con “¿adivinen quién me violó? Eso lo usan mucho en Hollywood.

En fin es un tema como lo dije muy delicado, repito, del que se ha escrito mucho. Lo repudiable, después de la violación, por supuesto, es el juego a adivinar y hay algo curioso: ¿Por qué no se denunció enseguida y se esperó la época preelectoral? ¿Será para hacerle daño a un político? No quiero pensar que una mujer ofendida utilice su dolor, su dignidad maltratada, para algo tan feo, para no decir otra cosa.

En fin recordemos a los poetas: “El respeto a mí misma / es la dignidad./ Nadie podrá avasallar ese escudo espiritual…”.

Y de Neruda: “Cuerpo de mujer mía, persistiré en tu gracia / Mi sed, mi ansia sin límite, mi camino indeciso / Oscuros causes donde la sed eterna sigue, / y la fatiga sigue, y el dolor infinito.”

…NOTICA… Blanca Meza Orozco, la querida prima Chacha, murió como vivió: calladita, serena, digna. Su vida fue y seguirá por siempre siendo un orgullo ejemplar para la familia. Duele mucho su partida. A Enrique, su esposo, a sus hijos y hermanos mi adolorido sentimiento de pesar. Paz a su alma.