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Columnista - 7 abril, 2024

Un visionario

Hablar de monseñor José Agustín Valbuena Jáuregui (mayo 27/1927- marzo 24/2024) sería interminable, pues su vida sacerdotal es extensa y fértil marcada por gestas de profundo valor cristiano y por una visión futurista.

Hablar de monseñor José Agustín Valbuena Jáuregui (mayo 27/1927- marzo 24/2024) sería interminable, pues su vida sacerdotal es extensa y fértil marcada por gestas de profundo valor cristiano y por una visión futurista. Fue nuestro obispo por más de 26 años y como pastor de la grey tuvo la acertada idea de dar inicio a las Pequeñas Comunidades de Parejas, de la que mi esposa y yo hicimos parte por más de 15 años y a quien le debemos la reafirmación de nuestra fe y la formación como Iglesia doméstica. Hoy son muchas las parroquias que han seguido con este proceso y son muchas las parejas que después de vivir en unión libre han optado por unir sus vidas en el sagrado vínculo del matrimonio.

El seminario Juan Pablo II fue también otra de sus obras insignes y que contribuye de manera importante en la formación de las vocaciones sacerdotales. Es una obra hermosa desde el punto de vista arquitectónico y que se necesitaba con urgencia. De allí han salido muchos presbíteros para la diócesis de Valledupar, que han dado testimonio de una fe cimentada en los auténticos valores cristianos.

Por último, quisiera reseñar la difícil decisión que en su momento tuvo que tomar monseñor, cuando hubo que hacer un relevo generacional del carismático siervo de Dios, padre Armando Napoleón Becerra Morón, por dos jóvenes sacerdotes recién llegados de Roma de nombres Enrique Iceda y Pablo Emiro Salas. Un cambio generacional justo y necesario y del que se han derivado muchas bendiciones para la feligresía vallenata.

Con estas líneas quiero hacerle un merecido homenaje póstumo a monseñor José Agustín Valbuena, cuyo sensible fallecimiento acaeció en plena Semana Santa, partiendo a su encuentro con el Altísimo y dejando entre nosotros el recuerdo indeleble de su misión pastoral.

Nota de cierre: Sigue en franco deterioro el parque biosaludable del Barrio La Pista de Pueblo Bello (Cesar). ¿Hasta cuándo señor alcalde?

Por: Darío Arregocés Baute / [email protected]

Columnista
7 abril, 2024

Un visionario

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Dario Arregoces

Hablar de monseñor José Agustín Valbuena Jáuregui (mayo 27/1927- marzo 24/2024) sería interminable, pues su vida sacerdotal es extensa y fértil marcada por gestas de profundo valor cristiano y por una visión futurista.


Hablar de monseñor José Agustín Valbuena Jáuregui (mayo 27/1927- marzo 24/2024) sería interminable, pues su vida sacerdotal es extensa y fértil marcada por gestas de profundo valor cristiano y por una visión futurista. Fue nuestro obispo por más de 26 años y como pastor de la grey tuvo la acertada idea de dar inicio a las Pequeñas Comunidades de Parejas, de la que mi esposa y yo hicimos parte por más de 15 años y a quien le debemos la reafirmación de nuestra fe y la formación como Iglesia doméstica. Hoy son muchas las parroquias que han seguido con este proceso y son muchas las parejas que después de vivir en unión libre han optado por unir sus vidas en el sagrado vínculo del matrimonio.

El seminario Juan Pablo II fue también otra de sus obras insignes y que contribuye de manera importante en la formación de las vocaciones sacerdotales. Es una obra hermosa desde el punto de vista arquitectónico y que se necesitaba con urgencia. De allí han salido muchos presbíteros para la diócesis de Valledupar, que han dado testimonio de una fe cimentada en los auténticos valores cristianos.

Por último, quisiera reseñar la difícil decisión que en su momento tuvo que tomar monseñor, cuando hubo que hacer un relevo generacional del carismático siervo de Dios, padre Armando Napoleón Becerra Morón, por dos jóvenes sacerdotes recién llegados de Roma de nombres Enrique Iceda y Pablo Emiro Salas. Un cambio generacional justo y necesario y del que se han derivado muchas bendiciones para la feligresía vallenata.

Con estas líneas quiero hacerle un merecido homenaje póstumo a monseñor José Agustín Valbuena, cuyo sensible fallecimiento acaeció en plena Semana Santa, partiendo a su encuentro con el Altísimo y dejando entre nosotros el recuerdo indeleble de su misión pastoral.

Nota de cierre: Sigue en franco deterioro el parque biosaludable del Barrio La Pista de Pueblo Bello (Cesar). ¿Hasta cuándo señor alcalde?

Por: Darío Arregocés Baute / [email protected]