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Editorial - 27 diciembre, 2021

Un programa de desarrollo clave y aún desconocido

El PDP del Magdalena Medio nació en 1995, en medio de una situación de conflicto muy grave, pero solo cubría los municipios del Magdalena Medio, en varios departamentos, y algunos del Cesar.

Hace 12 años nació un programa fundamental para el progreso social y productivo del departamento. Su director ejecutivo, Amaury Padilla, nos lo recordó en extensa entrevista próxima a publicarse: “Nació el 19 de abril del año 2009. Y su inspiración fue el Programa de Desarrollo y Paz del Magdalena Medio (PDPMM), nacido en los años 90 con el padre Francisco De Roux. Hoy en el país somos 27 PDP y aunque somos independientes estamos integrados en una gran red, la Red nacional de programas regionales de desarrollo y paz -Redprodepaz.

El PDP del Magdalena Medio nació en 1995, en medio de una situación de conflicto muy grave, pero solo cubría los municipios del Magdalena Medio, en varios departamentos, y algunos del Cesar, por ello la pregunta que se hizo de Valledupar y otros municipios fue cómo poder atender el norte y el centro del departamento del Cesar para aportar al desarrollo y a la paz de este territorio desde una experiencia como aquella.

Se recorrieron los municipios del centro y norte para conocer y comprender la relación de los procesos de desarrollo con la violencia que se vivía en el territorio. En este ejercicio participaron líderes y lideresas de diversas organizaciones, dirigentes gremiales, comunicadores, académicos, funcionarios públicos, organizaciones de cooperación internacional y se logró construir un documento que mostraba la realidad de los 15 municipios de esta región que no eran parte del PDPMM y así avanzar hacia lo que sería la creación del programa cesarense.

En el 2010 se realizó la primera asamblea de la Corporación Desarrollo y Paz del Cesar, que es el ente legal y facilitador del Programa, y dirigentes sociales, iglesia, académicos, gremios y delegados de la red Prodepaz, del programa del Magdalena Medio y del Programa de Desarrollo y Paz de los Montes de María, ratificaron la importancia de su creación.

Cabe mencionar el compromiso de varios actores: la Diócesis de Valledupar, la comunidad de Jesuitas de Colombia, Fundación Universitaria del Área Andina, la Universidad de Santander, sede Valledupar, empresas como ISA, Carboandes y Servipan, la Cámara de Comercio de Valledupar, el PNUD, Ecopetrol, delegados de la Cooperación Internacional y la Gobernación del Cesar”.


¿Por qué el Cesar ? Nos dice Padilla: “Por los distintos procesos económicos que se dieron en el departamento, considerados como bonanzas, los cuales en su mayoría no se tradujeron en la creación de condiciones para el bienestar general de los habitantes, y sumado a estas ‘bonanzas’ tenemos uno de los más altos índices de violencia y de victimas del conflicto a nivel nacional”.

El programa da resultados y también tiene grandes desafíos, el primero su continuidad y sostenibilidad. Para eso es importante que la misma sociedad civil de donde surgió, y a la que se integra, conozca su impacto, su trabajo sin estridencias, sin ruido pero con perseverancia y resultados tangibles para pobladores anónimos, marginados e históricamente excluidos de los beneficios de la riqueza departamental y de las posibilidades de vivir en paz.

Editorial
27 diciembre, 2021

Un programa de desarrollo clave y aún desconocido

El PDP del Magdalena Medio nació en 1995, en medio de una situación de conflicto muy grave, pero solo cubría los municipios del Magdalena Medio, en varios departamentos, y algunos del Cesar.


Hace 12 años nació un programa fundamental para el progreso social y productivo del departamento. Su director ejecutivo, Amaury Padilla, nos lo recordó en extensa entrevista próxima a publicarse: “Nació el 19 de abril del año 2009. Y su inspiración fue el Programa de Desarrollo y Paz del Magdalena Medio (PDPMM), nacido en los años 90 con el padre Francisco De Roux. Hoy en el país somos 27 PDP y aunque somos independientes estamos integrados en una gran red, la Red nacional de programas regionales de desarrollo y paz -Redprodepaz.

El PDP del Magdalena Medio nació en 1995, en medio de una situación de conflicto muy grave, pero solo cubría los municipios del Magdalena Medio, en varios departamentos, y algunos del Cesar, por ello la pregunta que se hizo de Valledupar y otros municipios fue cómo poder atender el norte y el centro del departamento del Cesar para aportar al desarrollo y a la paz de este territorio desde una experiencia como aquella.

Se recorrieron los municipios del centro y norte para conocer y comprender la relación de los procesos de desarrollo con la violencia que se vivía en el territorio. En este ejercicio participaron líderes y lideresas de diversas organizaciones, dirigentes gremiales, comunicadores, académicos, funcionarios públicos, organizaciones de cooperación internacional y se logró construir un documento que mostraba la realidad de los 15 municipios de esta región que no eran parte del PDPMM y así avanzar hacia lo que sería la creación del programa cesarense.

En el 2010 se realizó la primera asamblea de la Corporación Desarrollo y Paz del Cesar, que es el ente legal y facilitador del Programa, y dirigentes sociales, iglesia, académicos, gremios y delegados de la red Prodepaz, del programa del Magdalena Medio y del Programa de Desarrollo y Paz de los Montes de María, ratificaron la importancia de su creación.

Cabe mencionar el compromiso de varios actores: la Diócesis de Valledupar, la comunidad de Jesuitas de Colombia, Fundación Universitaria del Área Andina, la Universidad de Santander, sede Valledupar, empresas como ISA, Carboandes y Servipan, la Cámara de Comercio de Valledupar, el PNUD, Ecopetrol, delegados de la Cooperación Internacional y la Gobernación del Cesar”.


¿Por qué el Cesar ? Nos dice Padilla: “Por los distintos procesos económicos que se dieron en el departamento, considerados como bonanzas, los cuales en su mayoría no se tradujeron en la creación de condiciones para el bienestar general de los habitantes, y sumado a estas ‘bonanzas’ tenemos uno de los más altos índices de violencia y de victimas del conflicto a nivel nacional”.

El programa da resultados y también tiene grandes desafíos, el primero su continuidad y sostenibilidad. Para eso es importante que la misma sociedad civil de donde surgió, y a la que se integra, conozca su impacto, su trabajo sin estridencias, sin ruido pero con perseverancia y resultados tangibles para pobladores anónimos, marginados e históricamente excluidos de los beneficios de la riqueza departamental y de las posibilidades de vivir en paz.