Después de afirmaciones tan categóricas como las de la ministra de minas y energía, Irene Vélez, en el sentido que “no vamos a firmar nuevos contratos de exploración y explotación”, enfatizando que “esta decisión no es caprichosa…estamos cumpliendo una promesa de campaña”, secundada por su viceministra Belizza Ruíz, quien en un tono desafiante, les dijo […]
Después de afirmaciones tan categóricas como las de la ministra de minas y energía, Irene Vélez, en el sentido que “no vamos a firmar nuevos contratos de exploración y explotación”, enfatizando que “esta decisión no es caprichosa…estamos cumpliendo una promesa de campaña”, secundada por su viceministra Belizza Ruíz, quien en un tono desafiante, les dijo a los delegados al Congreso de Naturgas que no sabía “qué parte de esa frase no han entendido”, tuvo que salirles al paso el ministro de hacienda, José Antonio Ocampo. Él afirmó en forma tajante que esa decisión “aún no está tomada”, pero que sí se está evaluando entre los ministerios de Hacienda y Comercio, para establecer la senda de la transición energética, así como el ritmo de la misma y así poder tomar una decisión en firme.
Este zambapalo en el seno del gabinete ministerial del presidente Petro mandó mensajes equívocos y equivocados al mercado, que terminaron pasándole factura a la economía exacerbando la devaluación del peso, que ha pegado un brinco del 32% entre junio y octubre de este año y a Ecopetrol, de la cual la Nación mantiene el 88.49%, desplomando la cotización de su acción en la bolsa, que ha acumulado una caída del 29.42% (¡!) entre el 2 de mayo ($3.252) y el 27 de octubre ($2.295).
No hay duda que el zar de las finanzas del gobierno, el ministro Ocampo, sabe que tiene en el Ministerio de Minas y Energía la caja registradora. Sólo Ecopetrol, en el primer semestre de este año, gracias a los precios altos de la actual coyuntura, reportó utilidades de $17 billones, más de los $16.7 billones de todo el año anterior y se proyectan utilidades del orden de los $34 billones, mucho más de lo que se espera recaudar con el proyecto de reforma tributaria que cursa en el Congreso de la República, al cierre del 2022.
Por todo lo anterior es que ha sido muy bien recibido el anuncio del director de crédito público del Ministerio de Hacienda, José Roberto Acosta, dejando entrever que el Gobierno nacional está reconsiderando la decisión de no más contratos de exploración y explotación de hidrocarburos. Como es bien sabido el Marco fiscal de mediano plazo (MFMP) es la carta de navegación del Ministerio de Hacienda y lo que ha dicho Acosta es que para que se cumplan sus presupuestos y metas es menester que la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH) reanude sus rondas para ofertar y contratar la exploración y explotación de nuevos bloques en áreas con potencial hidrocarburíferas en el territorio nacional.
Este anuncio disipó muchos temores, muchas dudas y sobre todo mucha incertidumbre, desatada por pronunciamientos erráticos y errados por parte de los más altos funcionarios del gobierno, que no le hacen bien al país. Este es un paso en la dirección correcta, en momentos en que la nota predominante es la incertidumbre y el desconcierto, sobre todo en un sector tan estratégico para la economía y las finanzas públicas como lo es el de los hidrocarburos.
Después de afirmaciones tan categóricas como las de la ministra de minas y energía, Irene Vélez, en el sentido que “no vamos a firmar nuevos contratos de exploración y explotación”, enfatizando que “esta decisión no es caprichosa…estamos cumpliendo una promesa de campaña”, secundada por su viceministra Belizza Ruíz, quien en un tono desafiante, les dijo […]
Después de afirmaciones tan categóricas como las de la ministra de minas y energía, Irene Vélez, en el sentido que “no vamos a firmar nuevos contratos de exploración y explotación”, enfatizando que “esta decisión no es caprichosa…estamos cumpliendo una promesa de campaña”, secundada por su viceministra Belizza Ruíz, quien en un tono desafiante, les dijo a los delegados al Congreso de Naturgas que no sabía “qué parte de esa frase no han entendido”, tuvo que salirles al paso el ministro de hacienda, José Antonio Ocampo. Él afirmó en forma tajante que esa decisión “aún no está tomada”, pero que sí se está evaluando entre los ministerios de Hacienda y Comercio, para establecer la senda de la transición energética, así como el ritmo de la misma y así poder tomar una decisión en firme.
Este zambapalo en el seno del gabinete ministerial del presidente Petro mandó mensajes equívocos y equivocados al mercado, que terminaron pasándole factura a la economía exacerbando la devaluación del peso, que ha pegado un brinco del 32% entre junio y octubre de este año y a Ecopetrol, de la cual la Nación mantiene el 88.49%, desplomando la cotización de su acción en la bolsa, que ha acumulado una caída del 29.42% (¡!) entre el 2 de mayo ($3.252) y el 27 de octubre ($2.295).
No hay duda que el zar de las finanzas del gobierno, el ministro Ocampo, sabe que tiene en el Ministerio de Minas y Energía la caja registradora. Sólo Ecopetrol, en el primer semestre de este año, gracias a los precios altos de la actual coyuntura, reportó utilidades de $17 billones, más de los $16.7 billones de todo el año anterior y se proyectan utilidades del orden de los $34 billones, mucho más de lo que se espera recaudar con el proyecto de reforma tributaria que cursa en el Congreso de la República, al cierre del 2022.
Por todo lo anterior es que ha sido muy bien recibido el anuncio del director de crédito público del Ministerio de Hacienda, José Roberto Acosta, dejando entrever que el Gobierno nacional está reconsiderando la decisión de no más contratos de exploración y explotación de hidrocarburos. Como es bien sabido el Marco fiscal de mediano plazo (MFMP) es la carta de navegación del Ministerio de Hacienda y lo que ha dicho Acosta es que para que se cumplan sus presupuestos y metas es menester que la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH) reanude sus rondas para ofertar y contratar la exploración y explotación de nuevos bloques en áreas con potencial hidrocarburíferas en el territorio nacional.
Este anuncio disipó muchos temores, muchas dudas y sobre todo mucha incertidumbre, desatada por pronunciamientos erráticos y errados por parte de los más altos funcionarios del gobierno, que no le hacen bien al país. Este es un paso en la dirección correcta, en momentos en que la nota predominante es la incertidumbre y el desconcierto, sobre todo en un sector tan estratégico para la economía y las finanzas públicas como lo es el de los hidrocarburos.