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Columnista - 19 agosto, 2015

Un Obispo muy ingenuo

Nuestro Obispo, Monseñor Óscar José Vélez Isaza y el Padre Jesús Alberto de la Parroquia de la Concepción, se les ocurrió una idea ejemplar, extraordinaria y maravillosa, pero muy ingenua. La idea fue convocar a los tres candidatos a la Gobernación y a los 10 candidatos a la Alcaldía de Valledupar a una reunión y […]

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Nuestro Obispo, Monseñor Óscar José Vélez Isaza y el Padre Jesús Alberto de la Parroquia de la Concepción, se les ocurrió una idea ejemplar, extraordinaria y maravillosa, pero muy ingenua. La idea fue convocar a los tres candidatos a la Gobernación y a los 10 candidatos a la Alcaldía de Valledupar a una reunión y ante el altar de nuestro patrono Santo Ecce Homo como testigo para que firmaran un Pacto Ético de no agresión verbal, contaminación auditiva y visual, la no compra de votos y no aceptar dineros de la mafia, o sea, cero corrupción, entre otros.

Monseñor, perdone, no sea ingenuo. Estos candidatos no van a cumplir ningún pacto, en la política no hay ética ni pacto que se cumpla. Pero no se preocupe, de todas maneras usted se lleva las felicitaciones y el aplauso de los vallenatos por atreverse a hacerle frente a algunas de estas panteras. Difícil este compromiso para algunos candidatos y la prueba es que ya comenzaron a violar este pacto. A los dos días de firmado, en un debate que se hizo en el Hotel Sicarare algunos candidatos se agraviaron y se sacaron los trapitos al sol. Hace seis días, apareció una valla de mal gusto en la glorieta María Mulata.

Se sabía que este era un pacto pegado con chicle, si bien los candidatos aceptaron la invitación de la Curia, sabíamos también que algunos fueron porque sabían que iban a salir en la primera página del Diario El Pilón, otros querían salir al lado del Obispo, algunos para que los conocieran. Si usted observa algunos de ellos salieron fotografiados con una risita burlona y pícara como queriéndole decir al señor Obispo: “¿Será que usted piensa que somos unos pendejos para cumplir tales pactos, imposibles de cumplir? ¡Mamola! Como dice Horacio Serpa”.

Y como sabíamos que no iban a cumplir nada, me voy a atrever a pedirles un poco de serenidad. El buen propósito del señor Obispo y del Padre Jesús Alberto quedó en nada. Las actuaciones de algunos de esos candidatos, deja ver en forma muy clara que hay mucho acaloramiento entre ellos. Asistimos pues así a una especie de contra reacción en la que los ánimos siguen caldeados y la ética y la serenidad empiezan a mostrarse ausentes y por el contrario, salieron a lucir los ánimos sarcásticos y pendencieros.

Señores candidatos, me da la impresión que a algunos de ustedes se les está olvidando los compromisos con el señor Obispo. En las campañas las palabras deben ser escogidas y las malas expresiones, castigadas. No hay que confundir la franqueza con la intemperancia verbal, ni menos dejarse llevar de las ligerezas en un caso como estos de las campañas, el debate debe llevarse con altura y elegancia.

Claro que hay sectores políticos y candidatos sanos tanto en la Gobernación como para la Alcaldía, generalizar todo lo que he expresado sería temerario e injusto con algunos de ellos. Pero cada vez con mayor frecuencia y de ahí mi preocupación, me toca presenciar en nuestra clase política hechos que me afligen.

Columnista
19 agosto, 2015

Un Obispo muy ingenuo

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Alberto Herazo P.

Nuestro Obispo, Monseñor Óscar José Vélez Isaza y el Padre Jesús Alberto de la Parroquia de la Concepción, se les ocurrió una idea ejemplar, extraordinaria y maravillosa, pero muy ingenua. La idea fue convocar a los tres candidatos a la Gobernación y a los 10 candidatos a la Alcaldía de Valledupar a una reunión y […]


Nuestro Obispo, Monseñor Óscar José Vélez Isaza y el Padre Jesús Alberto de la Parroquia de la Concepción, se les ocurrió una idea ejemplar, extraordinaria y maravillosa, pero muy ingenua. La idea fue convocar a los tres candidatos a la Gobernación y a los 10 candidatos a la Alcaldía de Valledupar a una reunión y ante el altar de nuestro patrono Santo Ecce Homo como testigo para que firmaran un Pacto Ético de no agresión verbal, contaminación auditiva y visual, la no compra de votos y no aceptar dineros de la mafia, o sea, cero corrupción, entre otros.

Monseñor, perdone, no sea ingenuo. Estos candidatos no van a cumplir ningún pacto, en la política no hay ética ni pacto que se cumpla. Pero no se preocupe, de todas maneras usted se lleva las felicitaciones y el aplauso de los vallenatos por atreverse a hacerle frente a algunas de estas panteras. Difícil este compromiso para algunos candidatos y la prueba es que ya comenzaron a violar este pacto. A los dos días de firmado, en un debate que se hizo en el Hotel Sicarare algunos candidatos se agraviaron y se sacaron los trapitos al sol. Hace seis días, apareció una valla de mal gusto en la glorieta María Mulata.

Se sabía que este era un pacto pegado con chicle, si bien los candidatos aceptaron la invitación de la Curia, sabíamos también que algunos fueron porque sabían que iban a salir en la primera página del Diario El Pilón, otros querían salir al lado del Obispo, algunos para que los conocieran. Si usted observa algunos de ellos salieron fotografiados con una risita burlona y pícara como queriéndole decir al señor Obispo: “¿Será que usted piensa que somos unos pendejos para cumplir tales pactos, imposibles de cumplir? ¡Mamola! Como dice Horacio Serpa”.

Y como sabíamos que no iban a cumplir nada, me voy a atrever a pedirles un poco de serenidad. El buen propósito del señor Obispo y del Padre Jesús Alberto quedó en nada. Las actuaciones de algunos de esos candidatos, deja ver en forma muy clara que hay mucho acaloramiento entre ellos. Asistimos pues así a una especie de contra reacción en la que los ánimos siguen caldeados y la ética y la serenidad empiezan a mostrarse ausentes y por el contrario, salieron a lucir los ánimos sarcásticos y pendencieros.

Señores candidatos, me da la impresión que a algunos de ustedes se les está olvidando los compromisos con el señor Obispo. En las campañas las palabras deben ser escogidas y las malas expresiones, castigadas. No hay que confundir la franqueza con la intemperancia verbal, ni menos dejarse llevar de las ligerezas en un caso como estos de las campañas, el debate debe llevarse con altura y elegancia.

Claro que hay sectores políticos y candidatos sanos tanto en la Gobernación como para la Alcaldía, generalizar todo lo que he expresado sería temerario e injusto con algunos de ellos. Pero cada vez con mayor frecuencia y de ahí mi preocupación, me toca presenciar en nuestra clase política hechos que me afligen.