Por estos días en los cuales está pendiente de definirse, por la Corte Constitucional, la posibilidad de que parejas homosexuales adopten hijos, han salido de sus madrigueras los fundamentalistas e hipócritas defensores del concepto de familia, el ente más dilatado en el tiempo pero también el que padece los más profundos cambios. La familia es […]
Por estos días en los cuales está pendiente de definirse, por la Corte Constitucional, la posibilidad de que parejas homosexuales adopten hijos, han salido de sus madrigueras los fundamentalistas e hipócritas defensores del concepto de familia, el ente más dilatado en el tiempo pero también el que padece los más profundos cambios.
La familia es un núcleo sociológico y jurídico cuyas fronteras se amplían con los cambios raudos de la sociedad. Para el funcionalismo sociológico, la característica básica de la familia debe ser el equilibrio y la capacidad de transmitir valores, normas y modelos de vida. Eso sería lo ideal. Pero me pregunto, ¿será que Esaú y Jacob, con sus intrigas personales por una heredad, transmitieron valores? ¿Podría decirse que Jacob, con doce hijos en cuatro mujeres, ignoradas por los textos bíblicos, tuvo una verdadera familia? ¿Qué valores trasmitieron los hijos de Jacob? ¿Podrá decirse que David, el arrepentido salmista, de conducta reprochable, sea un espécimen para la familia?
Sin embargo, son vendidos como legados para la posteridad. ¿De cuáles familias son los promotores de la violencia y los quema-libros? Obviamente, la familia debe ser el núcleo de la sociedad. La verdad es que el concepto de familia merece una redefinición acorde con los nuevos tiempos. Según la OMS la familia son “los miembros del hogar emparentados entre sí por sangre, adopción y matrimonio”. Más no específica quienes deben ser los adoptantes, muchos de los cuales podrían ser parejas LGBTI. En su decisión la CC deberá considerar aspectos sociológicos. Según el Mapa de Familia, Colombia es el país del mundo con el mayor número de niños que crecen sin ambos padres y esta situación ocurre en el 12% de los hogares.
En América del Sur, más de la mitad de los niños tienen madres solteras pero en Colombia son 85%. Se dice que somos un país de familias pese a que la destrucción de hogares es la moda; en 2012, 18.005 parejas se separaron contra 15.326 del 2011, lo que significó un ascenso del 17.5% por año. En Colombia solo el 50% de los niños vive con ambos padres (2010) y 20% viven con un solo padre; entre el 50 y el 75% viven con familias extensas (adultos adicionales a los padres). ¿Tendrán familia los niños que viven bajo estas condiciones? ¿Y qué decir acerca de que la mayoría de los abusos sexuales intrafamiliares ocurren en hogares parentales? Realmente, lo que tenemos son familias ensambladas. ¿Por qué, entonces, rasgarse las vestiduras por la llegada de otro tipo de familia?
Por estos días en los cuales está pendiente de definirse, por la Corte Constitucional, la posibilidad de que parejas homosexuales adopten hijos, han salido de sus madrigueras los fundamentalistas e hipócritas defensores del concepto de familia, el ente más dilatado en el tiempo pero también el que padece los más profundos cambios. La familia es […]
Por estos días en los cuales está pendiente de definirse, por la Corte Constitucional, la posibilidad de que parejas homosexuales adopten hijos, han salido de sus madrigueras los fundamentalistas e hipócritas defensores del concepto de familia, el ente más dilatado en el tiempo pero también el que padece los más profundos cambios.
La familia es un núcleo sociológico y jurídico cuyas fronteras se amplían con los cambios raudos de la sociedad. Para el funcionalismo sociológico, la característica básica de la familia debe ser el equilibrio y la capacidad de transmitir valores, normas y modelos de vida. Eso sería lo ideal. Pero me pregunto, ¿será que Esaú y Jacob, con sus intrigas personales por una heredad, transmitieron valores? ¿Podría decirse que Jacob, con doce hijos en cuatro mujeres, ignoradas por los textos bíblicos, tuvo una verdadera familia? ¿Qué valores trasmitieron los hijos de Jacob? ¿Podrá decirse que David, el arrepentido salmista, de conducta reprochable, sea un espécimen para la familia?
Sin embargo, son vendidos como legados para la posteridad. ¿De cuáles familias son los promotores de la violencia y los quema-libros? Obviamente, la familia debe ser el núcleo de la sociedad. La verdad es que el concepto de familia merece una redefinición acorde con los nuevos tiempos. Según la OMS la familia son “los miembros del hogar emparentados entre sí por sangre, adopción y matrimonio”. Más no específica quienes deben ser los adoptantes, muchos de los cuales podrían ser parejas LGBTI. En su decisión la CC deberá considerar aspectos sociológicos. Según el Mapa de Familia, Colombia es el país del mundo con el mayor número de niños que crecen sin ambos padres y esta situación ocurre en el 12% de los hogares.
En América del Sur, más de la mitad de los niños tienen madres solteras pero en Colombia son 85%. Se dice que somos un país de familias pese a que la destrucción de hogares es la moda; en 2012, 18.005 parejas se separaron contra 15.326 del 2011, lo que significó un ascenso del 17.5% por año. En Colombia solo el 50% de los niños vive con ambos padres (2010) y 20% viven con un solo padre; entre el 50 y el 75% viven con familias extensas (adultos adicionales a los padres). ¿Tendrán familia los niños que viven bajo estas condiciones? ¿Y qué decir acerca de que la mayoría de los abusos sexuales intrafamiliares ocurren en hogares parentales? Realmente, lo que tenemos son familias ensambladas. ¿Por qué, entonces, rasgarse las vestiduras por la llegada de otro tipo de familia?