Por: Jorge Naín Ruiz
Hoy estamos en la recta final del Primer Festival Vallenato Especial, en el que por primera vez en la historia del folclor vallenato se reúnen en Valledupar niños  de las distintas regiones del país, con alguna discapacidad congénita, que no obstante las dificultades motrices e intelectuales quieren demostrarnos sus aptitudes para tocar, cantar y bailar el Vallenato.
Sin duda que me emociona dedicar esta columna a este evento que propende por la solidaridad, la comprensión y el apoyo a todas aquellas familias que albergan en su seno a un niño especial y que quieren mostrarle al mundo tantas cosas positivas, importantes y valiosas que ellos son capaces de hacer y que gran parte de la sociedad subvalora y discrimina.
Este evento es organizado por la Fundación para la Investigación del Desarrollo de la Educación Especial FIDES, organización sin ánimo de lucro que lleva 36 años entregándole a miles de Colombianos especiales a lo largo y ancho del territorio nacional,  capacitación, asesoría y protección, pero especialmente cariño y ternura a través de  eventos como el Primer Festival Vallenato Especial.
El slogan del Festival es “yo también canto, bailo y toco vallenato” y en buena hora ha sido apoyado por el Instituto Departamental de Rehabilitación y Educación del Cesar IDREEC, así como por otras instituciones de carácter público y privado entre las cuales debemos destacar: La Alcaldía de Valledupar, El Hospital Rosario Pumarejo de López, Fundación Síndrome de Down, Colegio Bilingüe, Gimnasio del Norte y la Fundación Festival de la Leyenda Vallenata entre otras.
La Fundación organizadora del Festival Vallenato ha jugado un papel preponderante en la planeación y ejecución de este proyecto tan loable; ellos corren con gran parte del apoyo logístico y artístico, además de aportar el cuerpo de jurado que tiene la difícil tarea de escoger los ganadores; también la fundación apoya al evento con presentaciones artísticas de algunos   de sus   más recientes Reyes.
Además de las famosas Olimpiadas especiales, que han logrado reconocimiento Internacional y que realiza FIDES anualmente, esta organización altruista se ha propuesto efectuar eventos culturales y folclóricos como el Encuentro Nacional de Folclor Especial “Mitos y Leyendas” con varias ediciones en la capital musical de Colombia, Ibagué y ahora la institucionalización del Festival Vallenato Especial que se hará de aquí en adelante todos los años por esta época en la Capital mundial del Vallenato.
Hay que felicitar y apoyar a todas aquellas personas que de manera desinteresada y con gran sentido de responsabilidad social se han propuesto impulsar el bienestar, la sonrisa y en general un mejor vivir de quienes tienen algunas limitaciones físicas y mentales, pero con mucho potencial inexplorado y con muchas capacidades para mostrarnos.
Más de 230 niños con discapacidad mental  y síndrome de Down se dieron cita en una hermosa y tierna competencia  en la Biblioteca Departamental Rafael Carrillo Lúquez, donde se han realizado los concursos de habilidades en el canto, ejecución de instrumentos, baile y fonomímica.
Así como en ocasiones en esta columna le he censurado algunas acciones u omisiones a la Fundación Festival de la Leyenda Vallenata, esta vez como en otras, debo felicitarlos y resaltar el gran sentido y responsabilidad social y consiguientemente el éxito rotundo que se apuntan con este evento, no quedándome más que decirle a Rodolfo Molina Araujo parafraseando un saludo el cantante Elías Rosado: Así es como es compadre.
COLOFÓN: En buena hora un puñado de vallenatos residentes en Bogotá, encabezados por Rafael Oñate Rivero, Richard Leguizamo y Jaime García, se han aliado al Concejal que defiende las causas culturales costeñas en la capital del País, Antonio Sanguino, para crear un equipo que propenda a cultivar, promocionar y mostrar al altiplano que la región Caribe aporta a Colombia la mayor riqueza cultural existente.
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