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Columnista - 27 noviembre, 2012

Un Fallo Polémico

Entre Otras Cosas….   Por: Dario Arregoces Muy controvertido resultó ser el fallo proferido por la Corte Internacional de Justicia de La Haya, frente a la delimitación de áreas marinas entre Colombia y Nicaragua. Se habla  de su  no acatamiento, de ser violatorio de la Constitución Política, de un concepto caprichoso de equidad, e incluso […]

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Entre Otras Cosas….

 

Por: Dario Arregoces

Muy controvertido resultó ser el fallo proferido por la Corte Internacional de Justicia de La Haya, frente a la delimitación de áreas marinas entre Colombia y Nicaragua. Se habla  de su  no acatamiento, de ser violatorio de la Constitución Política, de un concepto caprichoso de equidad, e incluso se habla del retiro de Colombia de dicho tratado.
Recapitulando un poco, es menester decir que ciertamente existe un instrumento que delimitó los límites entre Colombia y Nicaragua y es el tratado Esguerra-Bárcenas. No obstante, allí no se estableció con exactitud, el llamado Derecho al Mar, pues en la época en que fue suscrito, no existía regulación alguna de lo que hoy se conoce como plataforma continental. Ese vacío jurídico generó el litigio entre el Estado colombiano y el nicaragüense. Controversia que gastó décadas en definirse y en donde los acuerdos bilaterales brillaron por su ausencia. Fue así como ambas naciones adherentes del Convenio de La Haya, deciden someter sus diferencias, al veredicto a la Corte Internacional de Justicia y acatar su decisión. Los  resultados han sido ampliamente difundidos por los medios de comunicación y establece que los Cayos siguen siendo de Colombia, pero Nicaragua ganó una extensa porción marítima.  De antemano se sabía que los fallos de la Corte Internacional de Justicia, tienen efecto vinculante y no son apelables. Es decir no hay segunda instancia.
Las sentencias en todo litigio son contingencias, en la medida que pueden ser favorables o desfavorables a nuestros intereses, hay que tomar conciencia de eso, pues optar por las vías de hecho, para defender lo que se perdió en derecho, no parece ser el camino más aconsejable para Colombia, a pesar de existir 19 desacatos a los fallos de dicha Corte, entre ellos el del propio Estados Unidos. Pero ojo. La ONU tendrá entonces que intervenir y lo hará a través del Consejo de Seguridad, a quien  corresponderá hacer cumplir el fallo proferido por la Corte Internacional de la Haya.

El eventual retiro de Colombia del tratado internacional de La Haya, no cambia en nada lo  decidido por los 15 Magistrados que conforman el alto Tribunal. Asimismo considero que no se está violando lo preceptuado en el Artículo 101 de la Carta Política, pues como ya se explicó, el tratado internacional Esguerra-Bárcenas, sigue siendo válido, solo dejó muchas cosas sin definir, y fue sobre esta materia que se pronunció el Tribunal de la Haya.
De otra parte, considero peligroso y de extrema gravedad, apelar al sentimiento patrio-léase: Unidad Nacional-, para enarbolar la bandera releccionista del actual mandatario de los colombianos, y tapar el hecho palmario, que no se diseñó un plan de contingencia, para garantizar la congrua subsistencia de quienes viven de la pesca, en procura de alternativas que mitiguen en algo su calamitosa situación.
Hacer uso de la fuerza,  antes de ser solución lo que hace es agravar el problema pues  Daniel Ortega, sabe que su nación es  militarmente inferior a la nuestra, tendrá que recurrir a terceros, y Colombia hará lo propio. Ahora bien, sí intervienen terceros en este conflicto, puede estallar la guerra indeseable. Hay que  hacer uso del sentido común y la sensatez. Aceptar las reglas del juego, claramente prestablecidas y no tomar por el atajo que luce tentador, pues ello, sin lugar a dudas nos “quitará el sueño”.
LA FRASE DE CIERRE: “los hombres son tan simples y se someten hasta tal punto a las necesidades presentes, que quien engaña encontrará siempre quien se deje engañar” Autor: Nicolás Maquiavelo.

[email protected]

Columnista
27 noviembre, 2012

Un Fallo Polémico

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Dario Arregoces

Entre Otras Cosas….   Por: Dario Arregoces Muy controvertido resultó ser el fallo proferido por la Corte Internacional de Justicia de La Haya, frente a la delimitación de áreas marinas entre Colombia y Nicaragua. Se habla  de su  no acatamiento, de ser violatorio de la Constitución Política, de un concepto caprichoso de equidad, e incluso […]


Entre Otras Cosas….

 

Por: Dario Arregoces

Muy controvertido resultó ser el fallo proferido por la Corte Internacional de Justicia de La Haya, frente a la delimitación de áreas marinas entre Colombia y Nicaragua. Se habla  de su  no acatamiento, de ser violatorio de la Constitución Política, de un concepto caprichoso de equidad, e incluso se habla del retiro de Colombia de dicho tratado.
Recapitulando un poco, es menester decir que ciertamente existe un instrumento que delimitó los límites entre Colombia y Nicaragua y es el tratado Esguerra-Bárcenas. No obstante, allí no se estableció con exactitud, el llamado Derecho al Mar, pues en la época en que fue suscrito, no existía regulación alguna de lo que hoy se conoce como plataforma continental. Ese vacío jurídico generó el litigio entre el Estado colombiano y el nicaragüense. Controversia que gastó décadas en definirse y en donde los acuerdos bilaterales brillaron por su ausencia. Fue así como ambas naciones adherentes del Convenio de La Haya, deciden someter sus diferencias, al veredicto a la Corte Internacional de Justicia y acatar su decisión. Los  resultados han sido ampliamente difundidos por los medios de comunicación y establece que los Cayos siguen siendo de Colombia, pero Nicaragua ganó una extensa porción marítima.  De antemano se sabía que los fallos de la Corte Internacional de Justicia, tienen efecto vinculante y no son apelables. Es decir no hay segunda instancia.
Las sentencias en todo litigio son contingencias, en la medida que pueden ser favorables o desfavorables a nuestros intereses, hay que tomar conciencia de eso, pues optar por las vías de hecho, para defender lo que se perdió en derecho, no parece ser el camino más aconsejable para Colombia, a pesar de existir 19 desacatos a los fallos de dicha Corte, entre ellos el del propio Estados Unidos. Pero ojo. La ONU tendrá entonces que intervenir y lo hará a través del Consejo de Seguridad, a quien  corresponderá hacer cumplir el fallo proferido por la Corte Internacional de la Haya.

El eventual retiro de Colombia del tratado internacional de La Haya, no cambia en nada lo  decidido por los 15 Magistrados que conforman el alto Tribunal. Asimismo considero que no se está violando lo preceptuado en el Artículo 101 de la Carta Política, pues como ya se explicó, el tratado internacional Esguerra-Bárcenas, sigue siendo válido, solo dejó muchas cosas sin definir, y fue sobre esta materia que se pronunció el Tribunal de la Haya.
De otra parte, considero peligroso y de extrema gravedad, apelar al sentimiento patrio-léase: Unidad Nacional-, para enarbolar la bandera releccionista del actual mandatario de los colombianos, y tapar el hecho palmario, que no se diseñó un plan de contingencia, para garantizar la congrua subsistencia de quienes viven de la pesca, en procura de alternativas que mitiguen en algo su calamitosa situación.
Hacer uso de la fuerza,  antes de ser solución lo que hace es agravar el problema pues  Daniel Ortega, sabe que su nación es  militarmente inferior a la nuestra, tendrá que recurrir a terceros, y Colombia hará lo propio. Ahora bien, sí intervienen terceros en este conflicto, puede estallar la guerra indeseable. Hay que  hacer uso del sentido común y la sensatez. Aceptar las reglas del juego, claramente prestablecidas y no tomar por el atajo que luce tentador, pues ello, sin lugar a dudas nos “quitará el sueño”.
LA FRASE DE CIERRE: “los hombres son tan simples y se someten hasta tal punto a las necesidades presentes, que quien engaña encontrará siempre quien se deje engañar” Autor: Nicolás Maquiavelo.

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