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Editorial - 22 diciembre, 2020

Un día de la cultura vallenata

En el día del séptimo aniversario de la muerte de Diomedes Díaz ha anunciado su visita  la ministra de Cultura, Carmen Inés Vásquez. Se espera que con el viceministro de Economía Naranja, Felipe Buitrago, y la vallenata Diana Molina,  pueda hacerse presente en un sitio como Villa Miriam, en la comuna 4,  para lanzar un […]

En el día del séptimo aniversario de la muerte de Diomedes Díaz ha anunciado su visita  la ministra de Cultura, Carmen Inés Vásquez. Se espera que con el viceministro de Economía Naranja, Felipe Buitrago, y la vallenata Diana Molina,  pueda hacerse presente en un sitio como Villa Miriam, en la comuna 4,  para lanzar un proyectado centro múltiple cultural, reunirse con las autoridades seccionales para revisar la agenda de proyectos culturales, la premiación de los ganadores del último festival vallenato virtual y la refrendación de la declaración que en octubre conocimos de 3 Áreas de Desarrollo Naranja, ADN. El  municipio las lideró y se  ha denominado Viejo Valledupar, Confidencias y Caminitos del Valle.

Entonces,  Mello Castro,  ante  Buitrago, explicó que fue un trabajo conjunto de la oficina Asesora de Planeación, en cabeza de Cecilia Castro,  y la Oficina de Cultura municipal, de Carlos Liñán,  que determinaron la localización: Viejo Valledupar, ubicado en el Centro Histórico; Confidencias, cuyo epicentro es el Parque Novalito; y Caminitos del Valle, donde confluyen el parque de La Leyenda, parque de La Provincia, playas Maravilla y río Guatapurí.

Esas ADN son espacios geográficos que se delimitan  y reconocen  a través de instrumentos de ordenamiento territorial o decisiones administrativas de la entidad territorial,  que  incentivan y fortalecen actividades culturales y creativas, según la  Ley 1834 de 2017 del Plan Nacional de Desarrollo. Se espera la dotación de incentivos que dará el alcalde en complemento de los nacionales para el sector, en la promoción de esos lugares.

Ese impulso Naranja fue evidente desde la elección de Duque y antes de su posesión ya habíamos hecho en las instalaciones del Área Andina un foro EL PILÓN, de iniciativa del columnista Nicola Stornelli, sobre ese tema, por el filón de oportunidades que representaba para Valledupar. Así lo entendió de inmediato el presidente, animado por su amor por el vallenato, y se motivó el antecesor de Castro, Tuto Uhía, quien no se quitaba la camisa Naranja para simbolizar esa imprenta de la nueva ola, que dio para  cristalizar nuestro  reconocimiento por la Unesco como ciudad creativa, un meritorio esfuerzo del equipo de trabajo nacional y municipal.

Otro alto pedestal de nuestra cultura ante esa principal agencia de Naciones Unidas, que había unos años atrás declarado el vallenato como patrimonio inmaterial de urgente protección.

En ambos casos se requiere hacer seguimiento y el Ministerio de Cultura debe pasar al tablero al municipio, y a los estamentos de la sociedad relacionados, para que se explique qué se viene haciendo de los compromisos e iniciativas proyectadas. 

Aunque el covid-19 le hizo una trastada a la política de Duque, que afectó severamente las industrias culturales y de entretenimiento, estas ADN, resultado de un proceso colectivo que involucró a dos gobiernos municipales, a líderes y gestores ciudadanos de la cultura, de instituciones como Bellas Artes, las universidades, hacedores teatro, pintura, música, gastronomía, amigos del centro,  son otra gran ventana de oportunidad que no debemos desaprovechar.

Editorial
22 diciembre, 2020

Un día de la cultura vallenata

En el día del séptimo aniversario de la muerte de Diomedes Díaz ha anunciado su visita  la ministra de Cultura, Carmen Inés Vásquez. Se espera que con el viceministro de Economía Naranja, Felipe Buitrago, y la vallenata Diana Molina,  pueda hacerse presente en un sitio como Villa Miriam, en la comuna 4,  para lanzar un […]


En el día del séptimo aniversario de la muerte de Diomedes Díaz ha anunciado su visita  la ministra de Cultura, Carmen Inés Vásquez. Se espera que con el viceministro de Economía Naranja, Felipe Buitrago, y la vallenata Diana Molina,  pueda hacerse presente en un sitio como Villa Miriam, en la comuna 4,  para lanzar un proyectado centro múltiple cultural, reunirse con las autoridades seccionales para revisar la agenda de proyectos culturales, la premiación de los ganadores del último festival vallenato virtual y la refrendación de la declaración que en octubre conocimos de 3 Áreas de Desarrollo Naranja, ADN. El  municipio las lideró y se  ha denominado Viejo Valledupar, Confidencias y Caminitos del Valle.

Entonces,  Mello Castro,  ante  Buitrago, explicó que fue un trabajo conjunto de la oficina Asesora de Planeación, en cabeza de Cecilia Castro,  y la Oficina de Cultura municipal, de Carlos Liñán,  que determinaron la localización: Viejo Valledupar, ubicado en el Centro Histórico; Confidencias, cuyo epicentro es el Parque Novalito; y Caminitos del Valle, donde confluyen el parque de La Leyenda, parque de La Provincia, playas Maravilla y río Guatapurí.

Esas ADN son espacios geográficos que se delimitan  y reconocen  a través de instrumentos de ordenamiento territorial o decisiones administrativas de la entidad territorial,  que  incentivan y fortalecen actividades culturales y creativas, según la  Ley 1834 de 2017 del Plan Nacional de Desarrollo. Se espera la dotación de incentivos que dará el alcalde en complemento de los nacionales para el sector, en la promoción de esos lugares.

Ese impulso Naranja fue evidente desde la elección de Duque y antes de su posesión ya habíamos hecho en las instalaciones del Área Andina un foro EL PILÓN, de iniciativa del columnista Nicola Stornelli, sobre ese tema, por el filón de oportunidades que representaba para Valledupar. Así lo entendió de inmediato el presidente, animado por su amor por el vallenato, y se motivó el antecesor de Castro, Tuto Uhía, quien no se quitaba la camisa Naranja para simbolizar esa imprenta de la nueva ola, que dio para  cristalizar nuestro  reconocimiento por la Unesco como ciudad creativa, un meritorio esfuerzo del equipo de trabajo nacional y municipal.

Otro alto pedestal de nuestra cultura ante esa principal agencia de Naciones Unidas, que había unos años atrás declarado el vallenato como patrimonio inmaterial de urgente protección.

En ambos casos se requiere hacer seguimiento y el Ministerio de Cultura debe pasar al tablero al municipio, y a los estamentos de la sociedad relacionados, para que se explique qué se viene haciendo de los compromisos e iniciativas proyectadas. 

Aunque el covid-19 le hizo una trastada a la política de Duque, que afectó severamente las industrias culturales y de entretenimiento, estas ADN, resultado de un proceso colectivo que involucró a dos gobiernos municipales, a líderes y gestores ciudadanos de la cultura, de instituciones como Bellas Artes, las universidades, hacedores teatro, pintura, música, gastronomía, amigos del centro,  son otra gran ventana de oportunidad que no debemos desaprovechar.