Desde hace varios años interpreta el acordeón, ese ahora es su hobby, no lo cambia por nada.
Su amor por la música vallenata inició cuando tan sólo tenía 8 años. Él lo recuerda bien. “Mis padres ponían música en el carro cuando salíamos y un día me preguntaron que si quería aprender a tocar y acepté”, expresó.

Desde entonces asiste a una escuela de música vallenata, categoría Rey de Reyes, con el profesor Edinson Hurtado, sin dejar de lado sus estudios académicos y prácticas deportivas –juega en un equipo de fútbol-.

“Mis horarios están divididos. Los lunes, miércoles y viernes voy a clases de acordeón. Los martes y jueves a clases de fútbol y en las tardes hago las tareas”.

Su sueño: ser como el gran intérprete del acordeón, ‘Colacho’ Mendoza, el primer Rey de Reyes.
Su madre, Ibeth González, manifiesta que el don es herencia, porque “en la familia hay muchos artistas. Traemos la vena del vallenato, porque somos de aquí, pero tenemos más de 20 años de vivir en Barranquilla”.

Agregó que así como es bueno en el fútbol, donde se destaca por sus goles, también lo hará con el acordeón, donde lo ve triunfar.

Con más fuerza

Las seis horas semanales que Sebastián le dedica a su instrumento musical favorito son, según él, suficientes para demostrar que este año, a diferencia del pasado donde también participó, tendrá mejores herramientas para combatir a sus contrincantes en tarima y quedar, como lo sueña, en uno de los primeros lugares.

“He estado practicando con mis profesores Emilio Oviedo y Navín López y mi profesor de Barranquilla. En la última semana he practicada como seis horas diaria”, manifestó el pequeño Lacouture González.

Sus esfuerzos los demostró en la tarima tres, ubicada en el Parque de El Helado de Valledupar, durante la primera ronda de la categoría en la que participa, donde presentó el paseo Sunilda, de Colacho Mendoza y merengue Amor y Juez, de Luis Enrique Martínez y fue muy aplaudido por el público.

Por Merlin Johana Duarte García/El Pilón
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