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Judicial - 5 enero, 2014

Un año después y no hay captura de militar asesinado en Valledupar

Hace un año fue asesinado en un caso de intolerancia en Valledupar, el sargento Primero retirado, Óscar Andrés Espitia Carrasco a quien le propinaron más de cinco tiros por hacer un reclamo relacionado con su carro.

En esta calle de la Manzana A de la Cuarta Etapa del barrio Tobías Daza se encontraba departiendo el hombre que presuntamente asesinó a Óscar Espitia y donde ocurrieron los hechos.
En esta calle de la Manzana A de la Cuarta Etapa del barrio Tobías Daza se encontraba departiendo el hombre que presuntamente asesinó a Óscar Espitia y donde ocurrieron los hechos.
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Un asesinato a comienzo de 2013 abrió la cuenta de muertes violentas en Valledupar, un caso de intolerancia mezclado con alcohol hizo correr sangre en el barrio Tobías Daza, en Valledupar, donde la víctima fue un exmilitar.

La víctima fue Óscar Andrés Espitia Carrasco de 43 años, oriundo de Villavicencio, Meta, quien para esa fecha se encontraba en esta capital celebrando el fin de año 2012 con su compañera sentimental Marcela Mantilla, quien fue testigo de cómo un hombre cegado por la ira le disparó en más de diez oportunidades al Sargento Primero retirado del Ejército.

Para esta mujer, olvidar ese momento en el que un hombre acababa con la vida de Óscar Espitia, se le ha convertido en su peor desafío debido a la injusta forma en la que ocurrieron los hechos, para ella fue un caso de intolerancia la que llevó a la muerte de su esposo.

En ese entonces, Marcela contó a este medio que el victimario departía licor con otras personas en una tienda muy cerca a su casa y de un momento a otro comenzó a discutir acaloradamente con una mujer que estaba en la misma reunión.

Al parecer el hombre enfurecido se embarcó en un vehículo junto con la mujer y cuando trataba de dar reversa golpeó en la parte delantera a otro carro, se trataba del automóvil del exmilitar, quien al percatarse de lo sucedido y sin saber que esas serían sus últimas palabras fue a reclamarle al sujeto quien al parecer estaría alicorado.

“Estaban varios hombres tomando y escuchando música, uno de ellos discutía con su mujer y en el momento que se van, dan rever al carro y golpean el vehículo de mi marido; como Óscar les reclamó ellos se fueron y el que iba manejando regresó con un arma con la que le disparó”, relató Marcela, mientras lloraba inconsolable en las afueras de la morgue de Medicina Legal y Ciencias Forenses de Valledupar.

En los expedientes judiciales quedaron plasmadas las versiones de los pocos testigos del macabro hecho ocurrido a las 6:30 de la tarde, debido a que para esa fecha muchos de los residentes se encontraban descansando.

Según los relatos, Óscar Espitia quiso razonar con el enfurecido hombre que había chocado su carro, pero este al parecer no le gustó que le reclamaran y se fue del lugar.

Minutos después regresó en el mismo carro al sitio, interceptó al Sargento retirado, desenfundó un arma de fuego y sin mediar palabra le disparó en varias ocasiones rompiendo así la racha de 16 días sin muertes violentas en Valledupar para ese entonces.

Los sonidos de los proyectiles despertaron a los habitantes de la primera calle de la cuarta etapa del barrio Tobías Daza, quienes al salir observaron el ensangrentado cuerpo de Óscar y a su mujer llorando al lado de él.

Los vecinos en su afán de ayudar al exmilitar lo embarcaron en un vehículo y lo trasladaron a una clínica de la ciudad pero desafortunadamente llegó sin signos vitales.

Según el parte médico había recibido más de siete impactos de bala en el tórax y abdomen.

“Creo que le dieron como 15 tiros, al verlo moribundo lo trasladamos en un carro a la Clínica Laura Daniela, pero llegó muerto a la sala de urgencias”, dijo la entristecida mujer.

Del presunto autor del crimen los testigos señalaron que después de los hechos el hombre emprendió la huida por las polvorientas calles de ese sector a bordo del automóvil en el que había llegado y con el que había golpeado anteriormente el carro de Óscar.

La viuda agregó que el presunto asesino de su esposo era conocido en el barrio, debido a que desde la noche anterior ósea el 31 de diciembre de 2011 estuvo departiendo con varias personas habitantes del sector.

‘Un caso de intolerancia’, La Policía

Ese mismo día las autoridades acudieron al lugar de los hechos, el comandante del Distrito de Policía Valledupar, Mayor Johnny Padilla, dijo que con la información suministrada por los testigos del crimen, las investigaciones avanzaban para dar con la captura del homicida que estaba plenamente identificado.

“Estamos en la búsqueda del responsable de esta muerte, que no es más que un caso de intolerancia”, indicó el oficial.

Al parecer el hombre se mantuvo oculto por varios días y luego huyó de la ciudad para después salir del país, esas eran las versiones que entregaron los residentes a las autoridades.

¿Qué pasa cuando un homicida huye?  

EL PILÓN consultó con Helber Mendoza, presidente de Asonal Judicial del Cesar, el Fiscal Séptimo Local, acerca de la forma en la que actúa la justicia cuando una persona comete un asesinato y huye del país.

Según el representante del ente acusador una vez el caso se hace llegar a la Oficina de Asignaciones del Palacio de Justicia para hacerla llegar a la Unidad de Vida y luego a un Fiscal.

Mediante una orden de Policía Judicial comienza una serie de investigaciones como individualizar e identificar al presunto autor y las circunstancias de los hechos.

“Posterior a eso y con todos los requisitos requeridos para una solicitud ante un juez de Garantías, el Fiscal deberá solicitar la orden de captura”, señaló Helber Mendoza.

Si se logra establecer que el presunto asesino huyó del país la orden de captura debe realizarse y registrarse ante la Organización Internacional de Policía Criminal o Interpol.

“Donde esa persona esté en el país donde haya convenio con Colombia, será capturado, deportado y puesto a disposición de las autoridades acá y debe responder por los delitos”, indicó Helber.

En el transcurso del proceso que se lleva en Colombia esto no puede detenerse mientras se expide y se tiene la orden de captura vigente que es por un año, debe ser prorrogada por otro año más.

“Debe hacerse la diligencia atendida donde se individualizó y se identificó a la persona después se lleva el proceso ante el Juez de Conocimiento mediante escrito de acusación, como no hay preso y hay indiciado conocido ese proceso que hace el Fiscal correspondiente se van haciendo las audiencias hasta que se logra declarar en con sumancia o persona ausente.

Así se seguirá el proceso hasta su final cuando recibirá aquel una condena la cual debe nombrársele apenas con sumancia, debe asignársele un defensor de oficio en este caso en su mayoría son los abogados de la defensoría pública”.

Según el Fiscal si a la persona se le condena a 15 años este deberá permanecer huyendo por más de los años a los que fue condenado para que se prescriba la acción penal a favor de la persona que está huyendo.

Después de ese tiempo el presunto asesino podrá presentarse ante cualquier autoridad y no será capturado porque la preclusión de la acción penal.

Por Redacción Judicial

Judicial
5 enero, 2014

Un año después y no hay captura de militar asesinado en Valledupar

Hace un año fue asesinado en un caso de intolerancia en Valledupar, el sargento Primero retirado, Óscar Andrés Espitia Carrasco a quien le propinaron más de cinco tiros por hacer un reclamo relacionado con su carro.


En esta calle de la Manzana A de la Cuarta Etapa del barrio Tobías Daza se encontraba departiendo el hombre que presuntamente asesinó a Óscar Espitia y donde ocurrieron los hechos.
En esta calle de la Manzana A de la Cuarta Etapa del barrio Tobías Daza se encontraba departiendo el hombre que presuntamente asesinó a Óscar Espitia y donde ocurrieron los hechos.
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Un asesinato a comienzo de 2013 abrió la cuenta de muertes violentas en Valledupar, un caso de intolerancia mezclado con alcohol hizo correr sangre en el barrio Tobías Daza, en Valledupar, donde la víctima fue un exmilitar.

La víctima fue Óscar Andrés Espitia Carrasco de 43 años, oriundo de Villavicencio, Meta, quien para esa fecha se encontraba en esta capital celebrando el fin de año 2012 con su compañera sentimental Marcela Mantilla, quien fue testigo de cómo un hombre cegado por la ira le disparó en más de diez oportunidades al Sargento Primero retirado del Ejército.

Para esta mujer, olvidar ese momento en el que un hombre acababa con la vida de Óscar Espitia, se le ha convertido en su peor desafío debido a la injusta forma en la que ocurrieron los hechos, para ella fue un caso de intolerancia la que llevó a la muerte de su esposo.

En ese entonces, Marcela contó a este medio que el victimario departía licor con otras personas en una tienda muy cerca a su casa y de un momento a otro comenzó a discutir acaloradamente con una mujer que estaba en la misma reunión.

Al parecer el hombre enfurecido se embarcó en un vehículo junto con la mujer y cuando trataba de dar reversa golpeó en la parte delantera a otro carro, se trataba del automóvil del exmilitar, quien al percatarse de lo sucedido y sin saber que esas serían sus últimas palabras fue a reclamarle al sujeto quien al parecer estaría alicorado.

“Estaban varios hombres tomando y escuchando música, uno de ellos discutía con su mujer y en el momento que se van, dan rever al carro y golpean el vehículo de mi marido; como Óscar les reclamó ellos se fueron y el que iba manejando regresó con un arma con la que le disparó”, relató Marcela, mientras lloraba inconsolable en las afueras de la morgue de Medicina Legal y Ciencias Forenses de Valledupar.

En los expedientes judiciales quedaron plasmadas las versiones de los pocos testigos del macabro hecho ocurrido a las 6:30 de la tarde, debido a que para esa fecha muchos de los residentes se encontraban descansando.

Según los relatos, Óscar Espitia quiso razonar con el enfurecido hombre que había chocado su carro, pero este al parecer no le gustó que le reclamaran y se fue del lugar.

Minutos después regresó en el mismo carro al sitio, interceptó al Sargento retirado, desenfundó un arma de fuego y sin mediar palabra le disparó en varias ocasiones rompiendo así la racha de 16 días sin muertes violentas en Valledupar para ese entonces.

Los sonidos de los proyectiles despertaron a los habitantes de la primera calle de la cuarta etapa del barrio Tobías Daza, quienes al salir observaron el ensangrentado cuerpo de Óscar y a su mujer llorando al lado de él.

Los vecinos en su afán de ayudar al exmilitar lo embarcaron en un vehículo y lo trasladaron a una clínica de la ciudad pero desafortunadamente llegó sin signos vitales.

Según el parte médico había recibido más de siete impactos de bala en el tórax y abdomen.

“Creo que le dieron como 15 tiros, al verlo moribundo lo trasladamos en un carro a la Clínica Laura Daniela, pero llegó muerto a la sala de urgencias”, dijo la entristecida mujer.

Del presunto autor del crimen los testigos señalaron que después de los hechos el hombre emprendió la huida por las polvorientas calles de ese sector a bordo del automóvil en el que había llegado y con el que había golpeado anteriormente el carro de Óscar.

La viuda agregó que el presunto asesino de su esposo era conocido en el barrio, debido a que desde la noche anterior ósea el 31 de diciembre de 2011 estuvo departiendo con varias personas habitantes del sector.

‘Un caso de intolerancia’, La Policía

Ese mismo día las autoridades acudieron al lugar de los hechos, el comandante del Distrito de Policía Valledupar, Mayor Johnny Padilla, dijo que con la información suministrada por los testigos del crimen, las investigaciones avanzaban para dar con la captura del homicida que estaba plenamente identificado.

“Estamos en la búsqueda del responsable de esta muerte, que no es más que un caso de intolerancia”, indicó el oficial.

Al parecer el hombre se mantuvo oculto por varios días y luego huyó de la ciudad para después salir del país, esas eran las versiones que entregaron los residentes a las autoridades.

¿Qué pasa cuando un homicida huye?  

EL PILÓN consultó con Helber Mendoza, presidente de Asonal Judicial del Cesar, el Fiscal Séptimo Local, acerca de la forma en la que actúa la justicia cuando una persona comete un asesinato y huye del país.

Según el representante del ente acusador una vez el caso se hace llegar a la Oficina de Asignaciones del Palacio de Justicia para hacerla llegar a la Unidad de Vida y luego a un Fiscal.

Mediante una orden de Policía Judicial comienza una serie de investigaciones como individualizar e identificar al presunto autor y las circunstancias de los hechos.

“Posterior a eso y con todos los requisitos requeridos para una solicitud ante un juez de Garantías, el Fiscal deberá solicitar la orden de captura”, señaló Helber Mendoza.

Si se logra establecer que el presunto asesino huyó del país la orden de captura debe realizarse y registrarse ante la Organización Internacional de Policía Criminal o Interpol.

“Donde esa persona esté en el país donde haya convenio con Colombia, será capturado, deportado y puesto a disposición de las autoridades acá y debe responder por los delitos”, indicó Helber.

En el transcurso del proceso que se lleva en Colombia esto no puede detenerse mientras se expide y se tiene la orden de captura vigente que es por un año, debe ser prorrogada por otro año más.

“Debe hacerse la diligencia atendida donde se individualizó y se identificó a la persona después se lleva el proceso ante el Juez de Conocimiento mediante escrito de acusación, como no hay preso y hay indiciado conocido ese proceso que hace el Fiscal correspondiente se van haciendo las audiencias hasta que se logra declarar en con sumancia o persona ausente.

Así se seguirá el proceso hasta su final cuando recibirá aquel una condena la cual debe nombrársele apenas con sumancia, debe asignársele un defensor de oficio en este caso en su mayoría son los abogados de la defensoría pública”.

Según el Fiscal si a la persona se le condena a 15 años este deberá permanecer huyendo por más de los años a los que fue condenado para que se prescriba la acción penal a favor de la persona que está huyendo.

Después de ese tiempo el presunto asesino podrá presentarse ante cualquier autoridad y no será capturado porque la preclusión de la acción penal.

Por Redacción Judicial