Son muchas las incertidumbres para este 2017. Por ahora, lo único seguro es que para el bolsillo de los colombianos y en especial de los vallenatos es que hemos sido gravados con una durísima reforma tributaria aprobada por nuestro Congreso de la República con el visto bueno de nuestros parlamentarios. Nos jodieron con el aumento del IVA, inclusive para artículos de la canasta familiar. Que suban los impuestos no es nada grato para nadie. Ay ay ay, nos dolerá.

La clavada será a los mismos de siempre. La llegada de un nuevo año es, para una gran proporción de vallenatos, mucho más que el simple paso de las hojas del calendario. Esta época es, a la vez, motivo de renovación y esperanzas, de buenos propósitos y deseos de cambio, siempre con el anhelo de que el 2017 que empezó hace 18 días sea mejor que el 2016 que viene de terminar.

Cuando las fiestas de Navidad y Año Nuevo concluyeron y el retorno a las ocupaciones cotidianas se impone, es menester recordar que ninguna meta es importante se logra a menos que se trabaje para conseguirla y esa apreciación sí que es válida cuando se mira el camino que tenemos al frente de estos 12 meses que comenzaron el domingo 1 de enero.

Por tal razón, y más allá de los deseos de bienestar que se escuchan por doquier y expresamos a nuestros lectores, no queda más que concluir que este año debe ser un año crucial para el Cesar y Valledupar. Queda hacer votos para que la capacidad importante de lo urgente, que nos ha caracterizado con otros momentos, se imponga y podamos hablar en diciembre de un departamento y municipio mejor que aquel que empezó su marcha en enero.

Y como es mi costumbre, trataré otros temas: me gustaría y está dentro de mis deseos y propósitos lo siguiente: que nuestro alcalde con la colaboración de sus secretarios implemente un plan de choque para disminuir, primero: la inseguridad. Segundo: los trancones, en algunos sectores críticos de la ciudad debe poner a operar escuadrones antibloqueo de manera simultánea para evitar que los carros generen atascos. Con esto se mejorará la movilidad.

Tercero: el espacio público, desordenado e inseguro, sería importante enfrentar alguna estrategia debido al caos, inseguridad que impera en calles, parques y plazoletas que por lo general son las zonas calientes. Cuarto: hacerle frente al mototaxismo, lo más grave para la ciudad, aplicarle toda la ley. Quinto: revivir la cultura ciudadana, recuperar los buenos comportamientos entre los actores de las vías, hacer la pedagogía a reavivar el amor por la ciudad, cuidado y aseo del espacio público y la sana convivencia. Sexto: desmantelar las bandas de robos de celulares y microtráfico, este último en el entorno de los escolares. Séptimo: acabar totalmente con los huecos. Octavo: guerra contra los mal parqueados, hacer una reforma integral al estacionamiento de vías y fuera de ella para evitar que los mal parqueados obstaculicen el paso de los peatones. Noveno: más semáforos y demarcación en sitios críticos. Décimo: mejorar el alumbrado.

No se trata de medidas espectaculares ni grandes obras de infraestructura express sino de acciones concretas pero de alto impacto social. Estas deben ser las 10 prioridades de la administración, además de las obras que se van a contratar como Plaza Alfonso López, mercado, etc. Estos temas son los que más agobian a los vallenatos.

POSTDATA: En febrero entra a regir la Nueva Ley de Donación de Órganos. Existen de 68 a 70 pacientes en la lista de espera por un órgano. Los mototaxistas están en primer lugar de donación. Mueren por su irresponsabilidad cinco mototaxistas diarios que por lo general quedan descerebrados o muertos. Así que esperamos que los familiares de estos conductores colaboren. Sería buena la instalación de orinales públicos en la Plaza Alfonso López. Entra en vigencia igualmente el 30 de enero el Nuevo Código de Policía.