Los que conocieron de cerca a Ramón Madero Cervantes lo describen en dos palabras: carismático y alegre.  Así era ‘Made’, el exutilero de Valledupar Fútbol Club que murió la madrugada de este lunes a causa de un paro cardiorrespiratorio que le arrebató la vida en su natal El Retén, Magdalena. 

Por cerca de 10 años, Madero laboró en el cuadro profesional de Valledupar siendo utilero de los cuerpos técnicos de Kiko Barrios, Jorge Ramoa, Pablo Zuleta y Óscar Aristizábal, quienes le confiaron la tarea de cuidar y preparar el material del equipo.   

A la par de cumplir con sus tareas cotidianas, la alegría fue algo que siempre caracterizó a este hombre de 65 años, razón por la cual hoy la familia del fútbol cesarense lamenta su partida.  Fue muy querido especialmente por la comunidad de los barrios Doce de Octubre y Panamá.

Uno de sus mejores amigos del fútbol fue José Fragozo, también exutilero de Valledupar, quien recuerda entre lágrimas al hombre que le abrió las puertas dentro del plantel y hasta recogía plata para completarle el sueldo.

“Él llegaba y le decía a los jugadores: ‘hay que recogerle a Fragozo para completar el sueldo’.  A veces quedaba sin plata porque salía repartiendo plata, le hacía mercaditos a quien lo necesitara”, recordó Fragozo. 

La empatía que tenía con los jugadores, era otra de las cosas que admiraba Fragozo de Madero. “’Pegaba’ muy rápido con los jugadores, le daba consejos a los jugadores. Él cogía los uniformes de práctica y se los llevaba para su casa y los lavaba, lo cual no era obligación.  Hacía las cosas rápido, era enérgico, y eso gustaba”, expresó.   

Uno de los futbolistas que más compartió con Madero en el Valledupar fue el exdefensor y excapitán Luis ‘Checheo’ Moreno, quien recibió con dolor la noticia del fallecimiento de ‘Made’.

“Era mi amigo y compañero de batalla.  Carismático y alegre. Teníamos mucha confianza, lo trataba de ’viejo bandido’, ‘viejo alegre’, y él muerto de risa.  Fue él la persona que me recibió en el Valledupar y me llevó a la casa-hogar donde yo vivía, desde ahí nació esa amistad”, relató el hoy entrenador de divisiones menores del club vallenato.

Entre las anécdotas que recuerda de Madero está una relacionada con el día del pago de nómina que, según relata Moreno, esperaba con ansias. 

“Cuando nos llamaba el gerente Hernando Flórez a pagarnos, Madero era el primero que estaba abajo esperándonos (risas).  Decía: ‘El que se porta bien siempre recibe y como yo me porto bien…”, contó.

En los últimos meses, Ramón había tomado la decisión de regresarse a su pueblo, El Retén (Magdalena), para ayudar a su familia, principalmente a su señora madre que sufre de quebrantos de salud.  

Su último trabajo en la capital cesarense había sido como cuidador de la cancha de fútbol del barrio Panamá. También trabajó con La Liga de Fútbol del Cesar y otros clubes locales como Real San Martín.

“Nuestro club se encuentra de luto por la pérdida de una gran persona como lo era Madero, un gran amigo, deja muy triste a las familias de la ‘mancha naranja’ por la cual sirvió muchos años. Era muy respetuoso, y a la vez hacía bromas, cuando llegó al grupo los pelaos lo querían mucho y era como un papá para ellos”, dijo Juan ‘Suzuki’ Miranda, entrenador del Real San Martín. 

Milton Daza, expresidente de la Liga de Fútbol del Cesar, lamentó la muerte de Ramón Madero. “Hablar de él es abrir el libro de la historia del fútbol del Cesar y más aún de Valledupar, su calidad humana, don de servicio, una persona que nunca dijo no, para servir a cambio de nada. Ese fue nuestro inolvidable amigo”, escribió.