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Columnista - 21 febrero, 2018

Tribuna caliente

Al no lanzar voces de opinión de lo que a diario acontece a nuestro alrededor, resultaría siendo tan poco cortés si echáramos de menos a nuestros “dignos candidatos”, que al parecer se asemejan a un reallity más, si de rating vamos hablar de cara al próximo debate electoral de Congreso y Presidencia de la República de […]

Al no lanzar voces de opinión de lo que a diario acontece a nuestro alrededor, resultaría siendo tan poco cortés si echáramos de menos a nuestros “dignos candidatos”, que al parecer se asemejan a un reallity más, si de rating vamos hablar de cara al próximo debate electoral de Congreso y Presidencia de la República de Colombia.

Consideró que debo iniciar por algo que denomino la pasión electoral, he escuchado tantas opiniones de izquierda y derecha, aunque muchos no tengan ni idea lo que ello significó en la Revolución Francesa cuando se introdujo ese concepto en la vida política de Francia, las discusiones o controversias políticas alrededor de los candidatos a Cámara y Senado en el departamento del Cesar no apuntan ni siquiera a un porcentaje razonable de ideología política o una postura que por lo menos podamos contribuir al ejercicio de la democracia, como es elegir a nuestros candidatos con autonomía, libertad y convicción.

Las campañas de nuestros candidatos están tan pobres que la publicidad que utilizan atenta contra nuestra inteligencia, solo nos dicen que son mejores o simplemente que son nuevos, dejando un espacio tan amplió a nuestra imaginación, que se embarga de incertidumbre e incredulidad y desconfianza de lo que genera en este país mencionar la clase política tradicional.

A tan pocos días de la elección de Congreso, no hemos visto debates serios organizados por sectores educativos o de medios de comunicación, los cuales permitan identificar debilidades y fortalezas de los candidatos, los medios parecen más interesados en cubrir eventos masivos para medir fuerzas entre los mismos, o como si el proceso de elección se tratara de un cumulo de artistas apostándole a quien llene más la caseta, o quien empapele más la ciudad o simplemente quien de más de que hablar en las redes sociales.

Esos mismos eventos que están cargados de espectáculos de entretenimiento, como una forma de generar presencia de las personas y además convertir un espacio que se supone es para debatir ideas y puntos de partida, en un show mediático que genere y despierte sensaciones en los electores que, al parecer, no tienen el más mínimo interés de escuchar discursos que en ocasiones no guardan coherencia con los fueros a los cuales se pretenden hacer elegir nuestros dignos candidatos.

Solo quedando por decir que este mecanismo participativo y autónomo diseñado para elegir a nuestros mandatarios en su conjunto es perfecto y que las mañas o artimañas para sacar ventaja del ejercicio de la política, no es solo culpa de los candidatos, sino de nosotros mismos que conscientes o no, coadyuvamos a que se materialicen y que se vuelvan efectivos esos Imaginarios Corruptos.

Columnista
21 febrero, 2018

Tribuna caliente

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
José Luis Blanco Calderón

Al no lanzar voces de opinión de lo que a diario acontece a nuestro alrededor, resultaría siendo tan poco cortés si echáramos de menos a nuestros “dignos candidatos”, que al parecer se asemejan a un reallity más, si de rating vamos hablar de cara al próximo debate electoral de Congreso y Presidencia de la República de […]


Al no lanzar voces de opinión de lo que a diario acontece a nuestro alrededor, resultaría siendo tan poco cortés si echáramos de menos a nuestros “dignos candidatos”, que al parecer se asemejan a un reallity más, si de rating vamos hablar de cara al próximo debate electoral de Congreso y Presidencia de la República de Colombia.

Consideró que debo iniciar por algo que denomino la pasión electoral, he escuchado tantas opiniones de izquierda y derecha, aunque muchos no tengan ni idea lo que ello significó en la Revolución Francesa cuando se introdujo ese concepto en la vida política de Francia, las discusiones o controversias políticas alrededor de los candidatos a Cámara y Senado en el departamento del Cesar no apuntan ni siquiera a un porcentaje razonable de ideología política o una postura que por lo menos podamos contribuir al ejercicio de la democracia, como es elegir a nuestros candidatos con autonomía, libertad y convicción.

Las campañas de nuestros candidatos están tan pobres que la publicidad que utilizan atenta contra nuestra inteligencia, solo nos dicen que son mejores o simplemente que son nuevos, dejando un espacio tan amplió a nuestra imaginación, que se embarga de incertidumbre e incredulidad y desconfianza de lo que genera en este país mencionar la clase política tradicional.

A tan pocos días de la elección de Congreso, no hemos visto debates serios organizados por sectores educativos o de medios de comunicación, los cuales permitan identificar debilidades y fortalezas de los candidatos, los medios parecen más interesados en cubrir eventos masivos para medir fuerzas entre los mismos, o como si el proceso de elección se tratara de un cumulo de artistas apostándole a quien llene más la caseta, o quien empapele más la ciudad o simplemente quien de más de que hablar en las redes sociales.

Esos mismos eventos que están cargados de espectáculos de entretenimiento, como una forma de generar presencia de las personas y además convertir un espacio que se supone es para debatir ideas y puntos de partida, en un show mediático que genere y despierte sensaciones en los electores que, al parecer, no tienen el más mínimo interés de escuchar discursos que en ocasiones no guardan coherencia con los fueros a los cuales se pretenden hacer elegir nuestros dignos candidatos.

Solo quedando por decir que este mecanismo participativo y autónomo diseñado para elegir a nuestros mandatarios en su conjunto es perfecto y que las mañas o artimañas para sacar ventaja del ejercicio de la política, no es solo culpa de los candidatos, sino de nosotros mismos que conscientes o no, coadyuvamos a que se materialicen y que se vuelvan efectivos esos Imaginarios Corruptos.