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Columnista - 10 mayo, 2010

Tres temas para un comentarista

Por: Luis Mendoza Sierra Así se denominaba una franja que desarrollaba, en La Voz del Cañaguate, Carlos Alberto Atehortúa, viejo zorro del periodismo, que no por ser instruido, culto y locuaz, infalible. Lo recuerdo con gratitud. Infinitas cosas buenas heredamos las generaciones del periodismo de los ochentas y noventas, pero supervive una, no tan, que […]

Por: Luis Mendoza Sierra

Así se denominaba una franja que desarrollaba, en La Voz del Cañaguate, Carlos Alberto Atehortúa, viejo zorro del periodismo, que no por ser instruido, culto y locuaz, infalible. Lo recuerdo con gratitud. Infinitas cosas buenas heredamos las generaciones del periodismo de los ochentas y noventas, pero supervive una, no tan, que hace por un millón: radioperiodistas, apoltronados y banqueteados en la palabra, conversando como compadres, tipo las vainas de mi pueblo o comadres de esquina, a comentando, opinando, criticando y especulando, de lo Divino y lo humano, antes que informando.

Primer Tema
Compito Cesar, es un mandato
Muchos de quienes honran con su participación la Comisión Regional de Competitividad, de la cual, aclaro no hago parte, conocen y fueron protagonistas del complejo proceso que agotamos para formular un Plan Regional de Competitividad que incluye una institución renovada y definida como la región la quiso.

Extraña, sin embargo, que quien conozca el tema sufra de engaño. Algo de eso debió ocurrir en la sesión de la remozada Comisión Regional, en donde sometieron a consideración una figura que fue el producto de un proceso de meses de rica y diversa discusión.

Allí definimos que la institucionalidad que promovería la estrategia de competitividad en el Cesar se llamaría COMPITO CESAR.  Sin pitos o con ellos, es una determinación irreversible, a no ser que la región defina otra cosa, pero a través de un proceso similar o más profundo.

Con nombre o sin nombre, lo importante de la institucionalidad estriba en que: mueva, empuje, lidere y concrete la estrategia de competitividad, como los proyectos. Lo demás es cuento. Lamentablemente, hoy está vigente una decisión adoptada en un proceso superior y, como dice el refrán, las cosas se deshacen como se hacen.

No comparto sino que censuro, la sola intención de que pocos, muy representativos e influyentes, quieran cambiar lo que acordamos muchos. COMPITO CESAR es, además, una marca, un sello, un nombre único, muy distinto a Comisión Regional de Competitividad,  lugar común en Colombia. Esta figura  muy bien definida y estructurada, es parte del Plan Regional de Competitividad, concertado por todos  o, cuando menos, por la gran mayoría de los actores de la región, y eso debe respetarse.

Segundo Tema

Ganaderos y TLC con Europa
El gobierno se apresta a firmar el TLC con la Unión Europea, y los productores de leche y carne para una protesta, cuando deberían estar celebrando que 27 economías abran sus mercados a nuestros productos, vean las contradicciones. Nosotros hemos planteado como uno de los objetivos estratégicos del PRC, la internacionalización de nuestra economía, lo que equivale a conquistar mercados para nuestros productos,  contrastando con la intención cerrar el nuestro, lo cual no es menos que una deslealtad que la OMC refuta y castiga. Es esta, ni más ni menos, una actitud contraría al modelo de globalización que impone la verdadera e irrefutable ley de la economía: el libre mercado que solo regula la oferta y la demanda. Entiendo, en integración económica hay mecanismos para moderen las asimetrías.

Si el sector no  hace su reconversión a través de inversiones de sus propios actores y, claro, en alianza con el gobierno, quedará rezagado de por vida. El Estado debe proteger, a través de salvaguardas,  a un sector que vaya a ser golpeado por un TLC, pero solo por un tiempo, pues el consumidor exigirá productos de calidad y mejor precio, lo que solo se logra a través de una sana competencia. Imposible volver a la obsolescencia económica, 30 años atrás, porque el voraz proteccionismo nos hizo más inútiles cada día.

Tercer Tema
Las protestas de La Loma
Revisando las quejas y exigencias de los habitantes del corregimiento de La Loma, encuentro, a juzgar por las publicaciones de los medios de comunicación, que corresponden a la esfera estatal. La gente tiene razón en muchas cosas, como también la tendrán las compañías que explotan los yacimientos carboníferos del Cesar.

Ellos, los pobladores, porque padecen enormes dificultades por la deficiencia de los servicios públicos, el  desempleo y las escasas oportunidades de acceso a salud y educación. Y ellas, las compañías, porque pagan regalías, impuestos, generan empleo, desarrollan estrategias de responsabilidad social, pero quien crea que suplirán al Estado, está soñando.

SABLAZO
Si algún estilo, rutina, al decir de los viejos; después de Colacho, Juancho Rois, Luis Enrique Martínez, Emilianito y la de mi ahijado Iván Zuleta, me mueve el piso, como dice la juventud, es la de Juancho de la Espriella; pero saben una cosa, la de Chema Ramos Jr., es la tapa de la cajeta. Definitivamente, Urumita es una bendición, y eso que pocos han probado los tamales de la microempresa de Mairet Rumbo.

Columnista
10 mayo, 2010

Tres temas para un comentarista

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Luis Mendoza S.

Por: Luis Mendoza Sierra Así se denominaba una franja que desarrollaba, en La Voz del Cañaguate, Carlos Alberto Atehortúa, viejo zorro del periodismo, que no por ser instruido, culto y locuaz, infalible. Lo recuerdo con gratitud. Infinitas cosas buenas heredamos las generaciones del periodismo de los ochentas y noventas, pero supervive una, no tan, que […]


Por: Luis Mendoza Sierra

Así se denominaba una franja que desarrollaba, en La Voz del Cañaguate, Carlos Alberto Atehortúa, viejo zorro del periodismo, que no por ser instruido, culto y locuaz, infalible. Lo recuerdo con gratitud. Infinitas cosas buenas heredamos las generaciones del periodismo de los ochentas y noventas, pero supervive una, no tan, que hace por un millón: radioperiodistas, apoltronados y banqueteados en la palabra, conversando como compadres, tipo las vainas de mi pueblo o comadres de esquina, a comentando, opinando, criticando y especulando, de lo Divino y lo humano, antes que informando.

Primer Tema
Compito Cesar, es un mandato
Muchos de quienes honran con su participación la Comisión Regional de Competitividad, de la cual, aclaro no hago parte, conocen y fueron protagonistas del complejo proceso que agotamos para formular un Plan Regional de Competitividad que incluye una institución renovada y definida como la región la quiso.

Extraña, sin embargo, que quien conozca el tema sufra de engaño. Algo de eso debió ocurrir en la sesión de la remozada Comisión Regional, en donde sometieron a consideración una figura que fue el producto de un proceso de meses de rica y diversa discusión.

Allí definimos que la institucionalidad que promovería la estrategia de competitividad en el Cesar se llamaría COMPITO CESAR.  Sin pitos o con ellos, es una determinación irreversible, a no ser que la región defina otra cosa, pero a través de un proceso similar o más profundo.

Con nombre o sin nombre, lo importante de la institucionalidad estriba en que: mueva, empuje, lidere y concrete la estrategia de competitividad, como los proyectos. Lo demás es cuento. Lamentablemente, hoy está vigente una decisión adoptada en un proceso superior y, como dice el refrán, las cosas se deshacen como se hacen.

No comparto sino que censuro, la sola intención de que pocos, muy representativos e influyentes, quieran cambiar lo que acordamos muchos. COMPITO CESAR es, además, una marca, un sello, un nombre único, muy distinto a Comisión Regional de Competitividad,  lugar común en Colombia. Esta figura  muy bien definida y estructurada, es parte del Plan Regional de Competitividad, concertado por todos  o, cuando menos, por la gran mayoría de los actores de la región, y eso debe respetarse.

Segundo Tema

Ganaderos y TLC con Europa
El gobierno se apresta a firmar el TLC con la Unión Europea, y los productores de leche y carne para una protesta, cuando deberían estar celebrando que 27 economías abran sus mercados a nuestros productos, vean las contradicciones. Nosotros hemos planteado como uno de los objetivos estratégicos del PRC, la internacionalización de nuestra economía, lo que equivale a conquistar mercados para nuestros productos,  contrastando con la intención cerrar el nuestro, lo cual no es menos que una deslealtad que la OMC refuta y castiga. Es esta, ni más ni menos, una actitud contraría al modelo de globalización que impone la verdadera e irrefutable ley de la economía: el libre mercado que solo regula la oferta y la demanda. Entiendo, en integración económica hay mecanismos para moderen las asimetrías.

Si el sector no  hace su reconversión a través de inversiones de sus propios actores y, claro, en alianza con el gobierno, quedará rezagado de por vida. El Estado debe proteger, a través de salvaguardas,  a un sector que vaya a ser golpeado por un TLC, pero solo por un tiempo, pues el consumidor exigirá productos de calidad y mejor precio, lo que solo se logra a través de una sana competencia. Imposible volver a la obsolescencia económica, 30 años atrás, porque el voraz proteccionismo nos hizo más inútiles cada día.

Tercer Tema
Las protestas de La Loma
Revisando las quejas y exigencias de los habitantes del corregimiento de La Loma, encuentro, a juzgar por las publicaciones de los medios de comunicación, que corresponden a la esfera estatal. La gente tiene razón en muchas cosas, como también la tendrán las compañías que explotan los yacimientos carboníferos del Cesar.

Ellos, los pobladores, porque padecen enormes dificultades por la deficiencia de los servicios públicos, el  desempleo y las escasas oportunidades de acceso a salud y educación. Y ellas, las compañías, porque pagan regalías, impuestos, generan empleo, desarrollan estrategias de responsabilidad social, pero quien crea que suplirán al Estado, está soñando.

SABLAZO
Si algún estilo, rutina, al decir de los viejos; después de Colacho, Juancho Rois, Luis Enrique Martínez, Emilianito y la de mi ahijado Iván Zuleta, me mueve el piso, como dice la juventud, es la de Juancho de la Espriella; pero saben una cosa, la de Chema Ramos Jr., es la tapa de la cajeta. Definitivamente, Urumita es una bendición, y eso que pocos han probado los tamales de la microempresa de Mairet Rumbo.