Como de nada ha valido el clamor ciudadano, el alarido de los choferes y los gritos desesperados de los comerciantes, veo que han comenzado a pintar de negro algunas señales y eso me preocupa, no vaya a ser que mañana se tomen la ley por su cuenta y ante la indiferencia de las autoridades las vistan de negro en señal de luto.
Las señales de tránsito, más de 500, prohibiendo el parqueo en todas partes, está haciendo a esta ciudad incómoda, repelente, odiosa, hostil, que aleja al que llega, y martiriza a los que conducimos, ya sea chofer o propietario y además está contribuyendo a la ruina de muchos comerciantes que están desesperados y al borde de cerrar sus negocios, porque a la topa tolondra les encasquetaron una señal prohibiendo el parqueo, sin ton ni son, nada más, dice todo mundo y a todo mundo se lo he oído, que como sea hay que reunir 50.000 millones de pesos para cumplir los compromisos adquiridos en el negocio de la Concesión, donde compraron o arrendaron por un pocón de años esas dependencias.
La única forma que encontraron para recaudarlos y la más fácil es acudiendo al bolsillo de los dueños de carros e instalaron en forma arbitraria y abusiva señales de prohibición en todas partes, sin oír el clamor, el grito desesperado de los dueños de almacenes de Galería, de pequeños comerciantes, restaurantes, bares y heladerías; zonas de repuestos y arreglo de celulares, panaderías, lavanderías y colegios, donde los padres que llevan a sus hijos se exponen a que la famosa y temida “Bruja”, así le dicen a la camioneta tomadora de fotos, donde uno no tiene derecho a defenderse de nada.
A los problemas hay que buscarles soluciones, si los parqueaderos viven hasta el remame, siempre llenos, por qué señor alcalde Ernesto Orozco no destina una parte del empréstito que le autorizaron para construir un edificio de parqueos en el Centro, donde hay lotes muy buenos en venta, o le hacen otros pisos al Parqueadero Municipal y además para arreglar los huecos que proliferan en todas partes y los bordillos de los bulevares que dan pena por el pésimo estado en que se encuentran.
Como de nada ha valido el clamor ciudadano, el alarido de los choferes y los gritos desesperados de los comerciantes, veo que han comenzado a pintar de negro algunas señales y eso me preocupa, no vaya a ser que mañana se tomen la ley por su cuenta y ante la indiferencia de las autoridades las vistan de negro en señal de luto.
Otra vaina también de carros y motos: ¿saben cuántos reducidores de velocidad hay entre Villanueva y Valledupar? 94. Ese es un adefesio, una estupidez de los que lo hicieron, un abuso con los conductores y ahora para rematar ante la inoperancia de las autoridades en la Universidad Nacional de La Paz, un genio del mal, hizo instalar unos “Generales acostados”: 43, bien mamonudos, que todos los días producen accidentes y destruyen los carros que transitan entre La Paz y el Valle. ¡Ahí sí hay con quien!, esa fue mucha genialidad, les quedó el casco ardiendo y de manera inmediata deben de ser levantados e instalar un detector y reducidor de velocidad electrónico que obligue a los choferes a andar despacio en esa zona, tal como pasa en todas las carreteras del país.
En conclusión, las autoridades de tránsito no pueden seguir cometiendo arbitrariedades y abusando de su poder, haciendo que la acogedora Valledupar se convierta en un… donde no se puede ya vivir porque con la carga de las multas irrevocables y lo caro que está la vida, no hay platica que alcance.
Tres récords Guinness, pero no por lo bueno sino por lo malo y por los daños que causan.
No se olvide alcalde: un Parqueadero Municipal o ampliación del que hay, coger, suena feo, arreglar más bien las calles y carreras y los bulevares y andenes y verá como todos lo recordaremos como un buen alcalde que le maquilló y puso bonita la cara de esta capital.
Por: José Manuel Aponte Martínez.
Como de nada ha valido el clamor ciudadano, el alarido de los choferes y los gritos desesperados de los comerciantes, veo que han comenzado a pintar de negro algunas señales y eso me preocupa, no vaya a ser que mañana se tomen la ley por su cuenta y ante la indiferencia de las autoridades las vistan de negro en señal de luto.
Las señales de tránsito, más de 500, prohibiendo el parqueo en todas partes, está haciendo a esta ciudad incómoda, repelente, odiosa, hostil, que aleja al que llega, y martiriza a los que conducimos, ya sea chofer o propietario y además está contribuyendo a la ruina de muchos comerciantes que están desesperados y al borde de cerrar sus negocios, porque a la topa tolondra les encasquetaron una señal prohibiendo el parqueo, sin ton ni son, nada más, dice todo mundo y a todo mundo se lo he oído, que como sea hay que reunir 50.000 millones de pesos para cumplir los compromisos adquiridos en el negocio de la Concesión, donde compraron o arrendaron por un pocón de años esas dependencias.
La única forma que encontraron para recaudarlos y la más fácil es acudiendo al bolsillo de los dueños de carros e instalaron en forma arbitraria y abusiva señales de prohibición en todas partes, sin oír el clamor, el grito desesperado de los dueños de almacenes de Galería, de pequeños comerciantes, restaurantes, bares y heladerías; zonas de repuestos y arreglo de celulares, panaderías, lavanderías y colegios, donde los padres que llevan a sus hijos se exponen a que la famosa y temida “Bruja”, así le dicen a la camioneta tomadora de fotos, donde uno no tiene derecho a defenderse de nada.
A los problemas hay que buscarles soluciones, si los parqueaderos viven hasta el remame, siempre llenos, por qué señor alcalde Ernesto Orozco no destina una parte del empréstito que le autorizaron para construir un edificio de parqueos en el Centro, donde hay lotes muy buenos en venta, o le hacen otros pisos al Parqueadero Municipal y además para arreglar los huecos que proliferan en todas partes y los bordillos de los bulevares que dan pena por el pésimo estado en que se encuentran.
Como de nada ha valido el clamor ciudadano, el alarido de los choferes y los gritos desesperados de los comerciantes, veo que han comenzado a pintar de negro algunas señales y eso me preocupa, no vaya a ser que mañana se tomen la ley por su cuenta y ante la indiferencia de las autoridades las vistan de negro en señal de luto.
Otra vaina también de carros y motos: ¿saben cuántos reducidores de velocidad hay entre Villanueva y Valledupar? 94. Ese es un adefesio, una estupidez de los que lo hicieron, un abuso con los conductores y ahora para rematar ante la inoperancia de las autoridades en la Universidad Nacional de La Paz, un genio del mal, hizo instalar unos “Generales acostados”: 43, bien mamonudos, que todos los días producen accidentes y destruyen los carros que transitan entre La Paz y el Valle. ¡Ahí sí hay con quien!, esa fue mucha genialidad, les quedó el casco ardiendo y de manera inmediata deben de ser levantados e instalar un detector y reducidor de velocidad electrónico que obligue a los choferes a andar despacio en esa zona, tal como pasa en todas las carreteras del país.
En conclusión, las autoridades de tránsito no pueden seguir cometiendo arbitrariedades y abusando de su poder, haciendo que la acogedora Valledupar se convierta en un… donde no se puede ya vivir porque con la carga de las multas irrevocables y lo caro que está la vida, no hay platica que alcance.
Tres récords Guinness, pero no por lo bueno sino por lo malo y por los daños que causan.
No se olvide alcalde: un Parqueadero Municipal o ampliación del que hay, coger, suena feo, arreglar más bien las calles y carreras y los bulevares y andenes y verá como todos lo recordaremos como un buen alcalde que le maquilló y puso bonita la cara de esta capital.
Por: José Manuel Aponte Martínez.