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Columnista - 21 marzo, 2014

Tres axiomas que hay entre productores y concesionarios

Las marcas que importan o ensamblan vehículos aplican en sus relaciones con los concesionarios unos axiomas irrefutables, que le interesan a los consumidores. El primero es que los clientes pueden obtener el mismo servicio en todos los concesionarios, y por tanto pueden llevarlo a cualquiera de ellos. En los avisos publicitarios se refuerza esa idea […]

Boton Wpp

Las marcas que importan o ensamblan vehículos aplican en sus relaciones con los concesionarios unos axiomas irrefutables, que le interesan a los consumidores.

El primero es que los clientes pueden obtener el mismo servicio en todos los concesionarios, y por tanto pueden llevarlo a cualquiera de ellos.

En los avisos publicitarios se refuerza esa idea con la lista de los concesionarios por ciudades, ubicación y PBX, pues ¨somos el mismo equipo¨.

Lo malo es que hay concesionarios que para no enhuezarse con una falla complejaremiten al cliente a donde le vendieron el vehículo, incumpliendo aquello de que el servicio de Postventa se prestará en cualquier concesionario.

Otras veces el concesionario se equivoca en el diagnóstico de la falla, y el cliente le reclama al que le vendió, que debe asimilar el golpe sin echarle la culpa al chambón, porque está prohibido por la marca (¨hoy por ti y mañana por mí¨,… y siempre por la marca).

El segundo es que los concesionarios solo deben vender en su zona de influencia, para no perjudicar a otros concesionarios.

Aunque el sector de los vehículos no es como el de los cosméticos, las normas que favorecen a los consumidores prohíben que los distribuidores se repartan el mercado, pero si el productor no pone orden en la escuelita hay concesionarios que no le dan servicio al vehículo comprado en otra ciudad, y eso está muy mal.

El tercero es que los concesionarios tienen que hacer cualquier inversión que se requiera para cumplir la imagen corporativa, con los mejores equipos, instalaciones y personal capacitado…pues este es el mejor negocio del mundo.

Lo malo es que la dura competencia ha hecho que al margen de utilidad haya que mirarlo con lupa, y si los clientes prefieren por costos llevar el vehículo al taller de la esquina no hay como compensarlo con los repuestos y el servicio de taller. Además, la casa matriz es implacable con el productor local, y éste con quienes venden los productos al menudeo, lo cual afecta el servicio por garantía al que tienen derecho los compradores.

 

Columnista
21 marzo, 2014

Tres axiomas que hay entre productores y concesionarios

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Rodrigo Bueno Vásquez

Las marcas que importan o ensamblan vehículos aplican en sus relaciones con los concesionarios unos axiomas irrefutables, que le interesan a los consumidores. El primero es que los clientes pueden obtener el mismo servicio en todos los concesionarios, y por tanto pueden llevarlo a cualquiera de ellos. En los avisos publicitarios se refuerza esa idea […]


Las marcas que importan o ensamblan vehículos aplican en sus relaciones con los concesionarios unos axiomas irrefutables, que le interesan a los consumidores.

El primero es que los clientes pueden obtener el mismo servicio en todos los concesionarios, y por tanto pueden llevarlo a cualquiera de ellos.

En los avisos publicitarios se refuerza esa idea con la lista de los concesionarios por ciudades, ubicación y PBX, pues ¨somos el mismo equipo¨.

Lo malo es que hay concesionarios que para no enhuezarse con una falla complejaremiten al cliente a donde le vendieron el vehículo, incumpliendo aquello de que el servicio de Postventa se prestará en cualquier concesionario.

Otras veces el concesionario se equivoca en el diagnóstico de la falla, y el cliente le reclama al que le vendió, que debe asimilar el golpe sin echarle la culpa al chambón, porque está prohibido por la marca (¨hoy por ti y mañana por mí¨,… y siempre por la marca).

El segundo es que los concesionarios solo deben vender en su zona de influencia, para no perjudicar a otros concesionarios.

Aunque el sector de los vehículos no es como el de los cosméticos, las normas que favorecen a los consumidores prohíben que los distribuidores se repartan el mercado, pero si el productor no pone orden en la escuelita hay concesionarios que no le dan servicio al vehículo comprado en otra ciudad, y eso está muy mal.

El tercero es que los concesionarios tienen que hacer cualquier inversión que se requiera para cumplir la imagen corporativa, con los mejores equipos, instalaciones y personal capacitado…pues este es el mejor negocio del mundo.

Lo malo es que la dura competencia ha hecho que al margen de utilidad haya que mirarlo con lupa, y si los clientes prefieren por costos llevar el vehículo al taller de la esquina no hay como compensarlo con los repuestos y el servicio de taller. Además, la casa matriz es implacable con el productor local, y éste con quienes venden los productos al menudeo, lo cual afecta el servicio por garantía al que tienen derecho los compradores.