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Columnista - 2 abril, 2024

Transformando el viento y el sol en energía: una solución para el Caribe

Los elevados costos del servicio público de energía en la región Caribe representan un desafío significativo que requiere una acción inmediata y coordinada. Unidos somos más fuertes. 

Existe un proyecto para instalar paneles solares en las casas.
Existe un proyecto para instalar paneles solares en las casas.

Los desafíos relacionados con los elevados costos del servicio público de energía en la región Caribe, se destacan como un impedimento considerable que no solo merma la calidad de vida de los ciudadanos, sino que también entorpece el desarrollo económico regional. 

Esta crisis, lejos de ser novedosa, persiste en el tiempo, generando una creciente inquietud y malestar entre sus habitantes. Para numerosos hogares, el pago de la factura de energía representa una carga significativa sobre sus ingresos mensuales, lo que restringe drásticamente su capacidad para satisfacer otras necesidades básicas, tales como alimentación, educación, transporte y salud.

Recomendado: “Presidente, 11.000 familias entran en pobreza por pagar el recibo de energía”: Carlos Felipe Quintero

Por otro lado, el sector empresarial se enfrenta a una carga financiera considerable debido a los elevados costos energéticos, lo que reduce su competitividad y capacidad para innovar y crecer. Esta situación repercute negativamente en la generación de empleo y en el desarrollo económico de la región, condenándonos a seguir como una de las regiones más pobres de Colombia

Es crucial destacar que los altos costos energéticos en el Caribe, no tiene una causa única, sino que es el resultado de una compleja interacción de diversos factores. Entre ellos se incluyen la insuficiente inversión en infraestructura energética, la dependencia de fuentes de energía costosas y poco sostenibles, la carga adicional sobre los usuarios debido a las conexiones ilegales, conocidas como “pérdidas no técnicas del componente tarifario”, y, la falta de una regulación efectiva por parte de las autoridades competentes. 

Ante este escenario, resulta imperativo que el Gobierno nacional, las empresas prestadoras de servicios y las autoridades locales adopten medidas urgentes y eficaces para abordar esta grave situación de manera integral. Esto implicará esfuerzos financieros y de infraestructura por parte de diversos actores. 

Algunas de las soluciones que podrían coadyuvar a resolver este problema son: 1. la implementación de una tarifa diferencial por parte de la Comisión de Regulación de Energía y Gas (CREG), porque es inaceptable que el Caribe, sea la única región del país donde el costo unitario del kilovatio esté en algunas zonas por encima de los mil pesos.

Situación que debe corregirse para que la tarifa refleje adecuadamente la realidad socioeconómica de sus habitantes. No somos los únicos que tenemos altas temperaturas, pero si los únicos que pagan energía a precio de oro; 2. Es necesario quitarles a las empresas prestadoras de servicio de energía eléctrica el premio a su ineficiencia, porque no podemos permitir que los usuarios sigan pagando las “pérdidas no técnicas del componente tarifario”. Una empresa eficiente y operativa debería tener pérdidas no técnicas inferiores al 10 %, mientras que, en el Caribe, estas superan el 20 %. No podemos seguir pagando justos por pecadores.

SOLUCIÓN Y PROYECTO

Estas soluciones son medidas paliativas y temporales. La verdadera solución a largo plazo radica en superar la carencia de fuentes de energía sustentable y sostenible. Por lo tanto, es fundamental promover las energías renovables, como la solar o la eólica, y modernizar la infraestructura de transmisión y distribución eléctrica para aumentar su eficiencia y reducir costos a largo plazo.

Si el Estado realiza una apuesta significativa con el aumento de granjas solares que alimenten la red eléctrica nacional, impulse proyectos de ley como el de instalación de paneles solares en viviendas de interés social y prioritario (Proyecto de Ley 081 de 2023, de mi autoría), y ponga en marcha una red de parques eólicos, se podría modificar la fórmula tarifaria y permitir que miles de familias que actualmente no pueden pagar su factura vivan dignamente.

Considero que la única manera de superar esta crisis es mediante una gran alianza entre la bancada caribe, autoridades locales, una ciudadanía movilizada pacíficamente y el sector empresarial. Solo así podremos lograr nuestro objetivo: un servicio de energía confiable, con amplia cobertura y precios justos.

Los elevados costos del servicio público de energía en la región Caribe representan un desafío significativo que requiere una acción inmediata y coordinada. Unidos somos más fuertes. 

Por Carlos Felipe Quintero Ovalle

Columnista
2 abril, 2024

Transformando el viento y el sol en energía: una solución para el Caribe

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Carlos Felipe Quintero

Los elevados costos del servicio público de energía en la región Caribe representan un desafío significativo que requiere una acción inmediata y coordinada. Unidos somos más fuertes. 


Existe un proyecto para instalar paneles solares en las casas.
Existe un proyecto para instalar paneles solares en las casas.

Los desafíos relacionados con los elevados costos del servicio público de energía en la región Caribe, se destacan como un impedimento considerable que no solo merma la calidad de vida de los ciudadanos, sino que también entorpece el desarrollo económico regional. 

Esta crisis, lejos de ser novedosa, persiste en el tiempo, generando una creciente inquietud y malestar entre sus habitantes. Para numerosos hogares, el pago de la factura de energía representa una carga significativa sobre sus ingresos mensuales, lo que restringe drásticamente su capacidad para satisfacer otras necesidades básicas, tales como alimentación, educación, transporte y salud.

Recomendado: “Presidente, 11.000 familias entran en pobreza por pagar el recibo de energía”: Carlos Felipe Quintero

Por otro lado, el sector empresarial se enfrenta a una carga financiera considerable debido a los elevados costos energéticos, lo que reduce su competitividad y capacidad para innovar y crecer. Esta situación repercute negativamente en la generación de empleo y en el desarrollo económico de la región, condenándonos a seguir como una de las regiones más pobres de Colombia

Es crucial destacar que los altos costos energéticos en el Caribe, no tiene una causa única, sino que es el resultado de una compleja interacción de diversos factores. Entre ellos se incluyen la insuficiente inversión en infraestructura energética, la dependencia de fuentes de energía costosas y poco sostenibles, la carga adicional sobre los usuarios debido a las conexiones ilegales, conocidas como “pérdidas no técnicas del componente tarifario”, y, la falta de una regulación efectiva por parte de las autoridades competentes. 

Ante este escenario, resulta imperativo que el Gobierno nacional, las empresas prestadoras de servicios y las autoridades locales adopten medidas urgentes y eficaces para abordar esta grave situación de manera integral. Esto implicará esfuerzos financieros y de infraestructura por parte de diversos actores. 

Algunas de las soluciones que podrían coadyuvar a resolver este problema son: 1. la implementación de una tarifa diferencial por parte de la Comisión de Regulación de Energía y Gas (CREG), porque es inaceptable que el Caribe, sea la única región del país donde el costo unitario del kilovatio esté en algunas zonas por encima de los mil pesos.

Situación que debe corregirse para que la tarifa refleje adecuadamente la realidad socioeconómica de sus habitantes. No somos los únicos que tenemos altas temperaturas, pero si los únicos que pagan energía a precio de oro; 2. Es necesario quitarles a las empresas prestadoras de servicio de energía eléctrica el premio a su ineficiencia, porque no podemos permitir que los usuarios sigan pagando las “pérdidas no técnicas del componente tarifario”. Una empresa eficiente y operativa debería tener pérdidas no técnicas inferiores al 10 %, mientras que, en el Caribe, estas superan el 20 %. No podemos seguir pagando justos por pecadores.

SOLUCIÓN Y PROYECTO

Estas soluciones son medidas paliativas y temporales. La verdadera solución a largo plazo radica en superar la carencia de fuentes de energía sustentable y sostenible. Por lo tanto, es fundamental promover las energías renovables, como la solar o la eólica, y modernizar la infraestructura de transmisión y distribución eléctrica para aumentar su eficiencia y reducir costos a largo plazo.

Si el Estado realiza una apuesta significativa con el aumento de granjas solares que alimenten la red eléctrica nacional, impulse proyectos de ley como el de instalación de paneles solares en viviendas de interés social y prioritario (Proyecto de Ley 081 de 2023, de mi autoría), y ponga en marcha una red de parques eólicos, se podría modificar la fórmula tarifaria y permitir que miles de familias que actualmente no pueden pagar su factura vivan dignamente.

Considero que la única manera de superar esta crisis es mediante una gran alianza entre la bancada caribe, autoridades locales, una ciudadanía movilizada pacíficamente y el sector empresarial. Solo así podremos lograr nuestro objetivo: un servicio de energía confiable, con amplia cobertura y precios justos.

Los elevados costos del servicio público de energía en la región Caribe representan un desafío significativo que requiere una acción inmediata y coordinada. Unidos somos más fuertes. 

Por Carlos Felipe Quintero Ovalle