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Columnista - 10 agosto, 2013

Trabajo para las mujeres (Final)

na vez hicimos una correría muy exitosa por los pueblos rivereños del Sinú y nos contrataron para una presentación privada, muy bien paga, en Sabanalarga. Fue la catástrofe de mi oficio feliz.

Por Leonardo José Maya

Una vez hicimos una correría muy exitosa por los pueblos rivereños del Sinú y nos contrataron para una presentación privada, muy bien paga,  en Sabanalarga. Fue la catástrofe de mi oficio feliz.

Llegamos a una casa amplísima y en el patio, en una tarima improvisada comenzó la función. Primero aparecieron los conejos, luego hizo aparecer un hermoso arcoíris después de una falsa lluvia en papel de escarcha plateado, hizo el truco de los espejos que devolvían la imagen pero veinte años mayor a la original, el público estaba  delirante, hizo el truco de las mil botellas  todas del mismo tamaño y entraban sorprendentemente una dentro de la otra, después vino su siguiente truco y comenzaron a salir volando miles de mariposas de variados colores, una de ellas sobrevoló la multitud y se posó suavemente en la frente de una mujer de ojos muy grandes y adornos metálicos en el cuello, en ese instante las mariposas cayeron al piso convertidas en recortes de papel de cometas, hubo un silencio misterioso, Graciliano quedó aterrado, se arrodilló santiguándose y desposeído de su artilugio, en ese instante tres tipos barbudos y extraños se le acercaron y lo dominaron introduciéndolo en una caja grande de madera como un ataúd, lo escuché vociferar exaltado en lengua extraña mientras los fortachones imperturbables y con los brazos cruzados sonreían al público con sus dientes de oro extranjero, este incidente generó un conflicto enorme, las autoridades del país alegaban detención arbitraria el caso se trasladó a los tribunales y allí tardo varios meses en resolverse.

Yo me aburrí sin trabajo y gastándome mis ahorros así que lo dejé en sabanalarga, me vine al Valle de Upar y me casé. 

Aquí me llegaron las últimas noticias de su suerte. Se trataba de un operativo especial con una  numerosa delegación  del ejército y la marina que habían llegado en dos barcos de guerra foráneos, la dama resultó ser una gitana griega, muy bien entrenada con la misión especial de embrujarlo para capturarlo y devolverlo a su tierra de origen.

Se dice que había estafado al gobierno de su país con billetes falsos que resultaron ser fotocopias en papel burdo. Yo abandoné mi oficio de fotógrafo y durante un tiempo me dediqué a la alquimia pero después cambié de arte por otro mucho más rentable.

Ahora  vendo gotas adelgazantes y zapatos de fantasía importados de oriente, curo el mal de amores, enseño trucos de olvido y echo la suerte en la baraja a quien quiera escuchar mis aciertos, como ven, sigo trabajando para las mujeres.

Columnista
10 agosto, 2013

Trabajo para las mujeres (Final)

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Leonardo Maya Amaya

na vez hicimos una correría muy exitosa por los pueblos rivereños del Sinú y nos contrataron para una presentación privada, muy bien paga, en Sabanalarga. Fue la catástrofe de mi oficio feliz.


Por Leonardo José Maya

Una vez hicimos una correría muy exitosa por los pueblos rivereños del Sinú y nos contrataron para una presentación privada, muy bien paga,  en Sabanalarga. Fue la catástrofe de mi oficio feliz.

Llegamos a una casa amplísima y en el patio, en una tarima improvisada comenzó la función. Primero aparecieron los conejos, luego hizo aparecer un hermoso arcoíris después de una falsa lluvia en papel de escarcha plateado, hizo el truco de los espejos que devolvían la imagen pero veinte años mayor a la original, el público estaba  delirante, hizo el truco de las mil botellas  todas del mismo tamaño y entraban sorprendentemente una dentro de la otra, después vino su siguiente truco y comenzaron a salir volando miles de mariposas de variados colores, una de ellas sobrevoló la multitud y se posó suavemente en la frente de una mujer de ojos muy grandes y adornos metálicos en el cuello, en ese instante las mariposas cayeron al piso convertidas en recortes de papel de cometas, hubo un silencio misterioso, Graciliano quedó aterrado, se arrodilló santiguándose y desposeído de su artilugio, en ese instante tres tipos barbudos y extraños se le acercaron y lo dominaron introduciéndolo en una caja grande de madera como un ataúd, lo escuché vociferar exaltado en lengua extraña mientras los fortachones imperturbables y con los brazos cruzados sonreían al público con sus dientes de oro extranjero, este incidente generó un conflicto enorme, las autoridades del país alegaban detención arbitraria el caso se trasladó a los tribunales y allí tardo varios meses en resolverse.

Yo me aburrí sin trabajo y gastándome mis ahorros así que lo dejé en sabanalarga, me vine al Valle de Upar y me casé. 

Aquí me llegaron las últimas noticias de su suerte. Se trataba de un operativo especial con una  numerosa delegación  del ejército y la marina que habían llegado en dos barcos de guerra foráneos, la dama resultó ser una gitana griega, muy bien entrenada con la misión especial de embrujarlo para capturarlo y devolverlo a su tierra de origen.

Se dice que había estafado al gobierno de su país con billetes falsos que resultaron ser fotocopias en papel burdo. Yo abandoné mi oficio de fotógrafo y durante un tiempo me dediqué a la alquimia pero después cambié de arte por otro mucho más rentable.

Ahora  vendo gotas adelgazantes y zapatos de fantasía importados de oriente, curo el mal de amores, enseño trucos de olvido y echo la suerte en la baraja a quien quiera escuchar mis aciertos, como ven, sigo trabajando para las mujeres.