Publicidad
Categorías
Categorías
Columnista - 15 noviembre, 2013

Torpedo contra La Habana

Por Raúl Bermúdez Márquez O las FARC es una organización con graves fisuras internas, sin mando unificado y que sufre de una ceguera política crónica que los lleva a actuar de manera irresponsable, cínica y demencial, o lo del plan develado para atentar contra el ex presidente Uribe es otro misil envenenado que se lanza […]

Los bomberos de La Paz, sofocando las llamas. EL PILÓN / Adamis Guerra.
Los bomberos de La Paz, sofocando las llamas. EL PILÓN / Adamis Guerra.

Por Raúl Bermúdez Márquez

O las FARC es una organización con graves fisuras internas, sin mando unificado y que sufre de una ceguera política crónica que los lleva a actuar de manera irresponsable, cínica y demencial, o lo del plan develado para atentar contra el ex presidente Uribe es otro misil envenenado que se lanza contra las conversaciones de La Habana desde la orilla habitada por los enemigos de la paz en Colombia. No hay otra alternativa. Sobre la primera hipótesis dice un analista político de la revista Semana, “Lo que sorprende es que si la Teófilo Forero tuviera ganas de patear la mesa de La Habana hubiera podido haber cometido una locura hace apenas 15 días cuando retuvo a 500 muchachos de la sociedad en La Macarena que iban en una caravana turística y lo que hizo fue pedirles a cada uno un millón de pesos para internarse de nuevo en la profundidad de la selva”.

A ese argumento se le pueden adicionar otros: el acuerdo anunciado al país en torno al segundo punto de la agenda puede considerarse como un catálogo de buenas intenciones de ambas partes en el tema de la participación política, pero de “carácter general y poco específico en detalles” y en el cual las FARC pasaron por alto su postura radical en torno a la convocatoria de una constituyente. Es decir, cedieron en un tema tan álgido y tengo la percepción de que entendieron que al país había que brindarle una buena noticia para salirle al paso a las aves de mal agüero que anunciaban un rompimiento inminente de los diálogos.

El reconocimiento público que Pablo Catatumbo hizo en entrevista del error político “que rayó en lo demencial” cometido en el caso delos asesinatos de los diputados del Valle, del ex gobernador de Antioquia Guillermo Gaviria y del ex ministro Gilberto Echeverri, junto al anuncio de una tregua unilateral navideña,pueden considerarseevidencias aún leves pero significativas del interés que esta vez los farianos tienen en firmar un acuerdo de paz. Por diversas circunstancias: han sido golpeados militarmente, la imagen desfavorable que tienen en la opinión, la presión internacional hasta de los países “amigos”, la desesperanza de sus tropas, son factores que han contribuido a ese nuevo estado de ánimo de sus comandantes.

De manera que sería absurdo e incomprensible que optaran a estas alturas por el atentado personal, sobretodo en contrade una figura pública que para bien o para mal tiene una gran influencia en el país. Semejante exabrupto de concretarse borraría de un solo tajo el proceso de La Habana. ¿Lo planeaba una disidencia? Puede ser. Por eso, las FARC le deben esa explicación al país para que los organismos de seguridad puedan avanzar en determinar de dónde proviene semejante torpedo contra el anhelo de paz de la mayoría de los colombianos. ¿De la extrema izquierda… o de la misma extrema derecha? 

[email protected]

 

Columnista
15 noviembre, 2013

Torpedo contra La Habana

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Raúl Bermúdez Márquez

Por Raúl Bermúdez Márquez O las FARC es una organización con graves fisuras internas, sin mando unificado y que sufre de una ceguera política crónica que los lleva a actuar de manera irresponsable, cínica y demencial, o lo del plan develado para atentar contra el ex presidente Uribe es otro misil envenenado que se lanza […]


Los bomberos de La Paz, sofocando las llamas. EL PILÓN / Adamis Guerra.
Los bomberos de La Paz, sofocando las llamas. EL PILÓN / Adamis Guerra.

Por Raúl Bermúdez Márquez

O las FARC es una organización con graves fisuras internas, sin mando unificado y que sufre de una ceguera política crónica que los lleva a actuar de manera irresponsable, cínica y demencial, o lo del plan develado para atentar contra el ex presidente Uribe es otro misil envenenado que se lanza contra las conversaciones de La Habana desde la orilla habitada por los enemigos de la paz en Colombia. No hay otra alternativa. Sobre la primera hipótesis dice un analista político de la revista Semana, “Lo que sorprende es que si la Teófilo Forero tuviera ganas de patear la mesa de La Habana hubiera podido haber cometido una locura hace apenas 15 días cuando retuvo a 500 muchachos de la sociedad en La Macarena que iban en una caravana turística y lo que hizo fue pedirles a cada uno un millón de pesos para internarse de nuevo en la profundidad de la selva”.

A ese argumento se le pueden adicionar otros: el acuerdo anunciado al país en torno al segundo punto de la agenda puede considerarse como un catálogo de buenas intenciones de ambas partes en el tema de la participación política, pero de “carácter general y poco específico en detalles” y en el cual las FARC pasaron por alto su postura radical en torno a la convocatoria de una constituyente. Es decir, cedieron en un tema tan álgido y tengo la percepción de que entendieron que al país había que brindarle una buena noticia para salirle al paso a las aves de mal agüero que anunciaban un rompimiento inminente de los diálogos.

El reconocimiento público que Pablo Catatumbo hizo en entrevista del error político “que rayó en lo demencial” cometido en el caso delos asesinatos de los diputados del Valle, del ex gobernador de Antioquia Guillermo Gaviria y del ex ministro Gilberto Echeverri, junto al anuncio de una tregua unilateral navideña,pueden considerarseevidencias aún leves pero significativas del interés que esta vez los farianos tienen en firmar un acuerdo de paz. Por diversas circunstancias: han sido golpeados militarmente, la imagen desfavorable que tienen en la opinión, la presión internacional hasta de los países “amigos”, la desesperanza de sus tropas, son factores que han contribuido a ese nuevo estado de ánimo de sus comandantes.

De manera que sería absurdo e incomprensible que optaran a estas alturas por el atentado personal, sobretodo en contrade una figura pública que para bien o para mal tiene una gran influencia en el país. Semejante exabrupto de concretarse borraría de un solo tajo el proceso de La Habana. ¿Lo planeaba una disidencia? Puede ser. Por eso, las FARC le deben esa explicación al país para que los organismos de seguridad puedan avanzar en determinar de dónde proviene semejante torpedo contra el anhelo de paz de la mayoría de los colombianos. ¿De la extrema izquierda… o de la misma extrema derecha? 

[email protected]