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Editorial - 25 mayo, 2013

Todos ponen

Como en el tradicional juego y buscando una solución efectiva a los problemas de movilidad y tránsito de la ciudad, se acaba de anunciar un modelo público-privado, entre la Alcaldía de Valledupar a través de su Secretaría de Obras y diferentes empresas que en un principio buscarán las estrategias o mecanismos efectivos y eficaces que mejoren el tráfico hacia las urbanizaciones del noroccidente de la ciudad, que hoy se ha convertido en el dolor de cabeza de las autoridades locales.

Como en el tradicional juego y buscando una solución efectiva a los problemas de movilidad y tránsito de la ciudad, se acaba de anunciar un modelo público-privado, entre la Alcaldía de Valledupar a través de su Secretaría de Obras y diferentes empresas que en un principio buscarán las estrategias o mecanismos efectivos y eficaces que mejoren el tráfico hacia las urbanizaciones del noroccidente de la ciudad, que hoy se ha convertido en el dolor de cabeza de las autoridades locales.

La Secretaría de Obras acudió a la responsabilidad social de la empresa privada ante la debilidad financiera de la Alcaldía para ejecutar proyectos viales en la ciudad que resolverían los problemas de movilidad, como la construcción de la avenida Sierra Nevada que conecta con la glorieta ‘La Pilonera Mayor’, que cuesta $14.900 millones, el cual ya tiene listos los diseños, y la construcción de la doble calzada que iría desde la entrada a Rosario Norte y llegaría hasta el Colegio Comfacesar, por valor aproximado de $7.000 millones, que hoy depende de la negociación de algunos predios, tarea que realiza la Oficina Asesora de Planeación de Valledupar.

Por eso, mientras esto sucede y se concretan estos dos importantes proyectos, la administración municipal acudió a la responsabilidad social de la empresa privada para que donen, bien sea en especie o en dinero, con cuyos recursos se hará una capa asfáltica de cinco centímetros para completar la calzada y aliviar el acceso a las urbanizaciones María Camilo Norte, Villa Ligia, Balcones de Santa Helena, Mirador de La Sierra, Club House, La Castellana, entre otras.

Aunque parece una solución tibia al gran problema, es una oportunidad para reconocer el aporte del sector privado que desde el año anterior ha aportado recursos para el reparcheo de la ciudad y algunas obras en corregimientos, como el mejoramiento de la escuela en el corregimiento de Las Raíces.

Es un buen ejemplo que hay que destacar, pero también es un aprendizaje para la administración municipal que dejó sin control a los urbanizadores a la hora de construir y ofrecer soluciones viales. Ahora deben tener en cuenta en sus grandes proyectos, antes que la pavimentación, la solución para las aguas lluvias y el alcantarillado.

Los trabajos de adecuación, mantenimiento y reparación de esta vía, ayudará parcialmente a agilizar la movilidad vehicular que comunica a estas urbanizaciones, labor a la que además se debe sumar la cultura ciudadana de los usuarios de la mencionada vía y de la Secretaría de Tránsito con sus agentes que deben hacer presencia permanente en las horas pico. Si todos ponen, se puede mejorar la convivencia y en este caso, la movilidad.

Editorial
25 mayo, 2013

Todos ponen

Como en el tradicional juego y buscando una solución efectiva a los problemas de movilidad y tránsito de la ciudad, se acaba de anunciar un modelo público-privado, entre la Alcaldía de Valledupar a través de su Secretaría de Obras y diferentes empresas que en un principio buscarán las estrategias o mecanismos efectivos y eficaces que mejoren el tráfico hacia las urbanizaciones del noroccidente de la ciudad, que hoy se ha convertido en el dolor de cabeza de las autoridades locales.


Como en el tradicional juego y buscando una solución efectiva a los problemas de movilidad y tránsito de la ciudad, se acaba de anunciar un modelo público-privado, entre la Alcaldía de Valledupar a través de su Secretaría de Obras y diferentes empresas que en un principio buscarán las estrategias o mecanismos efectivos y eficaces que mejoren el tráfico hacia las urbanizaciones del noroccidente de la ciudad, que hoy se ha convertido en el dolor de cabeza de las autoridades locales.

La Secretaría de Obras acudió a la responsabilidad social de la empresa privada ante la debilidad financiera de la Alcaldía para ejecutar proyectos viales en la ciudad que resolverían los problemas de movilidad, como la construcción de la avenida Sierra Nevada que conecta con la glorieta ‘La Pilonera Mayor’, que cuesta $14.900 millones, el cual ya tiene listos los diseños, y la construcción de la doble calzada que iría desde la entrada a Rosario Norte y llegaría hasta el Colegio Comfacesar, por valor aproximado de $7.000 millones, que hoy depende de la negociación de algunos predios, tarea que realiza la Oficina Asesora de Planeación de Valledupar.

Por eso, mientras esto sucede y se concretan estos dos importantes proyectos, la administración municipal acudió a la responsabilidad social de la empresa privada para que donen, bien sea en especie o en dinero, con cuyos recursos se hará una capa asfáltica de cinco centímetros para completar la calzada y aliviar el acceso a las urbanizaciones María Camilo Norte, Villa Ligia, Balcones de Santa Helena, Mirador de La Sierra, Club House, La Castellana, entre otras.

Aunque parece una solución tibia al gran problema, es una oportunidad para reconocer el aporte del sector privado que desde el año anterior ha aportado recursos para el reparcheo de la ciudad y algunas obras en corregimientos, como el mejoramiento de la escuela en el corregimiento de Las Raíces.

Es un buen ejemplo que hay que destacar, pero también es un aprendizaje para la administración municipal que dejó sin control a los urbanizadores a la hora de construir y ofrecer soluciones viales. Ahora deben tener en cuenta en sus grandes proyectos, antes que la pavimentación, la solución para las aguas lluvias y el alcantarillado.

Los trabajos de adecuación, mantenimiento y reparación de esta vía, ayudará parcialmente a agilizar la movilidad vehicular que comunica a estas urbanizaciones, labor a la que además se debe sumar la cultura ciudadana de los usuarios de la mencionada vía y de la Secretaría de Tránsito con sus agentes que deben hacer presencia permanente en las horas pico. Si todos ponen, se puede mejorar la convivencia y en este caso, la movilidad.