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Editorial - 29 septiembre, 2020

Todos al Festival

En amplio informe de la editora de turno, está plasmado a fino detalle, los que serán estos días de Festival Vallenato en los que se combinará lo semi presencial y lo virtual, de concursantes y jurados. Y, algo sí es claro: este no es un reto solo de la Fundación Festival de la Leyenda Vallenata.

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Tendrán entonces nuestros hijos y los hijos de nuestros hijos, el privilegio de sólo hundir un botón en sus sofisticados computadores del siglo venidero en cualquier universidad del planeta, para enseñarle a un auditorio absorto y fascinado,  que habrá relegado al olvido a los juglares del medioevo, a los aedos de la Grecia antigua y a los cantores de la Roma imperial, el mundo sonoroso de asonancias de un lugar remoto llamado Valledupar donde hubo unos hombres elementales que de la cotidianidad hicieron un canto y con la urdimbre de sus sueños fueron tejiendo la propia vida”.

Es solo un premonitorio fragmento del ensayo, ‘Del burro al internet’, que el 20 de marzo de 1997 leyó Consuelo Araújo Noguera, ‘La Cacica’, en el auditorio de Fenalco – Bogotá con motivo de la Semana Vallenata, que con casi precisión de cirujano, se adelanta a lo que se vivirá desde esta tarde en la versión 53 –por supuesto virtual- del Festival de la Leyenda Vallenata.

En amplio informe de la editora de turno, está plasmado a fino detalle, los que serán estos días de Festival Vallenato en los que se combinará lo semi presencial y lo virtual,  de concursantes y jurados. Y, algo sí es claro: este no es un reto solo de la Fundación Festival de la Leyenda Vallenata.

Este año el mejor certamen folclórico de Colombia, cuenta con el lógico apoyo del Ministerio de Cultura con cuyos aportes se financió en gran parte el certamen,  de los gobiernos de turno, el departamental de Wilson Solano, gobernador encargado, el alcalde Mello Castro, quien desde un principio dio su aprobación, generando algunas críticas de cara a los desafíos sanitarios de la pandemia.

Pero vale la pena preguntar: ¿usted como vallenato apoyará el certamen? Y no hablamos de un apoyo en discusión de si hacerlo o no: ya es una realidad. ¿Usted apoyará esta fiesta, disfrutándola desde casa como lo plantean sus organizadores? Hoy precisamente una pandemia llevó a esta inédita versión. Invitamos a gozarlo, como lo hemos hecho con algunos conciertos virtuales. Ya que más nos da. Son los tiempos que vivimos,  los del coronavirus.

El reto es de todos. Ya estamos en este paseo, en este merenguenal con puya: son el nuevo y atípico Festival Vallenato. Aunque lo desearíamos como en versiones anteriores con miles de abrazos, sin una muerte violenta, con una ciudad custodiada como se ha hecho siempre, también para evitar la letal combinación de alcohol y gasolina, pero también para no pasar de un festival vallenato a un festival del covid-19.

Valoramos el esfuerzo de la Fundación que no se dejó  asustar por un Festival a medio andar en el 2019, que  con todo sacó adelante, sin gozar de la propiedad del parque pero sí de su limitado y tardío uso, en medio de sectores sociales y políticos que le pedían cuentas, y de personalidades y columnistas que esta vez con  nostalgia se entristecían con un encuentro frío, sin el calor, sin la calle, sin la gente, sin una ocurrencia, la serenata sorpresiva, la parranda indefinida o el espontáneo relajo, dejando clara su misión no solo en defensa del vallenato tradicional sino de la celebración misma del certamen anual.

Editorial
29 septiembre, 2020

Todos al Festival

En amplio informe de la editora de turno, está plasmado a fino detalle, los que serán estos días de Festival Vallenato en los que se combinará lo semi presencial y lo virtual, de concursantes y jurados. Y, algo sí es claro: este no es un reto solo de la Fundación Festival de la Leyenda Vallenata.


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Tendrán entonces nuestros hijos y los hijos de nuestros hijos, el privilegio de sólo hundir un botón en sus sofisticados computadores del siglo venidero en cualquier universidad del planeta, para enseñarle a un auditorio absorto y fascinado,  que habrá relegado al olvido a los juglares del medioevo, a los aedos de la Grecia antigua y a los cantores de la Roma imperial, el mundo sonoroso de asonancias de un lugar remoto llamado Valledupar donde hubo unos hombres elementales que de la cotidianidad hicieron un canto y con la urdimbre de sus sueños fueron tejiendo la propia vida”.

Es solo un premonitorio fragmento del ensayo, ‘Del burro al internet’, que el 20 de marzo de 1997 leyó Consuelo Araújo Noguera, ‘La Cacica’, en el auditorio de Fenalco – Bogotá con motivo de la Semana Vallenata, que con casi precisión de cirujano, se adelanta a lo que se vivirá desde esta tarde en la versión 53 –por supuesto virtual- del Festival de la Leyenda Vallenata.

En amplio informe de la editora de turno, está plasmado a fino detalle, los que serán estos días de Festival Vallenato en los que se combinará lo semi presencial y lo virtual,  de concursantes y jurados. Y, algo sí es claro: este no es un reto solo de la Fundación Festival de la Leyenda Vallenata.

Este año el mejor certamen folclórico de Colombia, cuenta con el lógico apoyo del Ministerio de Cultura con cuyos aportes se financió en gran parte el certamen,  de los gobiernos de turno, el departamental de Wilson Solano, gobernador encargado, el alcalde Mello Castro, quien desde un principio dio su aprobación, generando algunas críticas de cara a los desafíos sanitarios de la pandemia.

Pero vale la pena preguntar: ¿usted como vallenato apoyará el certamen? Y no hablamos de un apoyo en discusión de si hacerlo o no: ya es una realidad. ¿Usted apoyará esta fiesta, disfrutándola desde casa como lo plantean sus organizadores? Hoy precisamente una pandemia llevó a esta inédita versión. Invitamos a gozarlo, como lo hemos hecho con algunos conciertos virtuales. Ya que más nos da. Son los tiempos que vivimos,  los del coronavirus.

El reto es de todos. Ya estamos en este paseo, en este merenguenal con puya: son el nuevo y atípico Festival Vallenato. Aunque lo desearíamos como en versiones anteriores con miles de abrazos, sin una muerte violenta, con una ciudad custodiada como se ha hecho siempre, también para evitar la letal combinación de alcohol y gasolina, pero también para no pasar de un festival vallenato a un festival del covid-19.

Valoramos el esfuerzo de la Fundación que no se dejó  asustar por un Festival a medio andar en el 2019, que  con todo sacó adelante, sin gozar de la propiedad del parque pero sí de su limitado y tardío uso, en medio de sectores sociales y políticos que le pedían cuentas, y de personalidades y columnistas que esta vez con  nostalgia se entristecían con un encuentro frío, sin el calor, sin la calle, sin la gente, sin una ocurrencia, la serenata sorpresiva, la parranda indefinida o el espontáneo relajo, dejando clara su misión no solo en defensa del vallenato tradicional sino de la celebración misma del certamen anual.