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Columnista - 2 mayo, 2012

TLC y la economía nacional

Por: Basilio Padilla   Mucho se ha discutido de los efectos del Tratado de Libre Comercio (TLC), entre Estados Unidos y Colombia, en todos los sectores de nuestra sociedad. El ciudadano del común ha llegado a la conclusión que el sistema económico norteamericano va a absorber el nuestro y que algunos sectores de producción se […]

Por: Basilio Padilla

 

Mucho se ha discutido de los efectos del Tratado de Libre Comercio (TLC), entre Estados Unidos y Colombia, en todos los sectores de nuestra sociedad.

El ciudadano del común ha llegado a la conclusión que el sistema económico norteamericano va a absorber el nuestro y que algunos sectores de producción se van a acabar. Sin embargo, el discurso de mesa de los políticos y todos aquellos que no investigan, sino que solamente repiten lo que escuchan es que nosotros no estamos preparados para este tratado. Este argumento no podría estar más alejado de la verdad. El problema es que el sistema tradicional de hacer negocios podría cambiar significativamente con el TLC, afectando a muchas de las personas que por muchos años han mantenido un control absoluto y se han hecho ricos a costas de la clase menos favorecida. En este medio he escrito mucho del hecho de que la tecnificación del campo de que tanto hablamos, especialmente en la  época de campañas políticas, nunca se podría realizar sin los cambios que se verán con el TLC.

Para los dueños de fincas significa que podrán obtener la maquinaria agrícola  necesaria sin los altos costos de los aranceles aduaneros. La importación de esta maquinaria nueva y usada en buenas condiciones, nos permitirá tener estos equipos sin los estratosféricos precios del pasado, que solo le convenían a aquellos que tenían concesiones especiales y un control absoluto sobre estas importaciones.

El argumento de que no estamos preparados es vano y artificial. Podríamos esperar 50 años más y todavía utilizar la misma excusa. La respuestamás adecuada es que el TLC, nos hará competir y prepararnos rápidamente para así exportar nuestros productos al exterior. Cuando consideramos la maquinaria, elementos de comunicación y tecnología no hay duda que a la mayoría nos gustan los productos americanos porque ellos son de mejor calidad.

Por muchos años nos ha tocado comprar la maquinaria, automóviles y otros insumos que se importan de la China, Corea, Brasil y otros países, porque son a menores precios y en la mayoría de los casos, cuando compramos algo lo hacemos con la idea del ahorro en mente. Con el TLC podremos incrementar nuestra industria exportable, la cual no solo debe mantener los índices de empleo actual, sino incrementarlos, generando nuevas plazas de actividad. Garantizar la actividad jurídica que lesasegure a los inversionistas una estabilidad económica en sus actividades.

Agregado a todo esto veremos un crecimiento del volumen comercial tanto para las exportaciones como para las importaciones y muy importante será el acceso a la capacitación técnica, asistencia, mejoramiento de productos de agricultura utilizando mejores tecnologías. Es cierto que en muchas áreas podemos competir, pero eventualmente aprenderemos a utilizar los elementos que nos favorezcan regionalmente y que son mucho más avanzados de lo que tenemos. En el aspecto de la salud, esperemos tener el equipo moderno necesario para el tratamiento de muchas enfermedades, sin los costos elevados que hoy tienen estos servicios y que al mismo tiempo se garantice el mantenimiento y la garantía de ellos. Facilitar en alguna medida el acceso de los profesionales colombianos a los EE.UU.con el fin de prestar servicios; agregado a esto la facilidad de homologar nuestros títulos profesionales con los EE.UU., lo cual actualmente y por experiencia personal es un sistema obsoleto por la falta de comprensión entre los dos sistemas educativos.

Las críticas por supuesto han sido persistentes, por algunos sectores, alegando que las ganancias van a ser mínimas; que va a existir una distribución desigual de las ventajas del TLC y que afectaría sobre todo el sector agrícola y de propiedad intelectual.

En el muy importante sector agrícola, lo cierto es que no podríamos quedar peor de lo que actualmente estamos, teniendo en cuenta que la tecnificación no nos ha llegado y que – finalmente- podremos utilizar el enorme potencial que ofrece los EE.UU. Cabe resaltar que la mayoría de insumos que se utilizan en el campo son importados de EE.UU. con unos precios elevados que serán disminuidos con este tratado. En lo que específicamente se refiere al sector tecnológico y el acceso a la muy necesitada maquinaria agrícola va a suceder lo mismo, al disminuir los aranceles tendremos la oportunidad de obtener la maquinaria necesaria para empezar a ser más productivos. No podemos seguir utilizando el machete y la rula para competir en los mercados internacionales.

Columnista
2 mayo, 2012

TLC y la economía nacional

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Basilio Padilla

Por: Basilio Padilla   Mucho se ha discutido de los efectos del Tratado de Libre Comercio (TLC), entre Estados Unidos y Colombia, en todos los sectores de nuestra sociedad. El ciudadano del común ha llegado a la conclusión que el sistema económico norteamericano va a absorber el nuestro y que algunos sectores de producción se […]


Por: Basilio Padilla

 

Mucho se ha discutido de los efectos del Tratado de Libre Comercio (TLC), entre Estados Unidos y Colombia, en todos los sectores de nuestra sociedad.

El ciudadano del común ha llegado a la conclusión que el sistema económico norteamericano va a absorber el nuestro y que algunos sectores de producción se van a acabar. Sin embargo, el discurso de mesa de los políticos y todos aquellos que no investigan, sino que solamente repiten lo que escuchan es que nosotros no estamos preparados para este tratado. Este argumento no podría estar más alejado de la verdad. El problema es que el sistema tradicional de hacer negocios podría cambiar significativamente con el TLC, afectando a muchas de las personas que por muchos años han mantenido un control absoluto y se han hecho ricos a costas de la clase menos favorecida. En este medio he escrito mucho del hecho de que la tecnificación del campo de que tanto hablamos, especialmente en la  época de campañas políticas, nunca se podría realizar sin los cambios que se verán con el TLC.

Para los dueños de fincas significa que podrán obtener la maquinaria agrícola  necesaria sin los altos costos de los aranceles aduaneros. La importación de esta maquinaria nueva y usada en buenas condiciones, nos permitirá tener estos equipos sin los estratosféricos precios del pasado, que solo le convenían a aquellos que tenían concesiones especiales y un control absoluto sobre estas importaciones.

El argumento de que no estamos preparados es vano y artificial. Podríamos esperar 50 años más y todavía utilizar la misma excusa. La respuestamás adecuada es que el TLC, nos hará competir y prepararnos rápidamente para así exportar nuestros productos al exterior. Cuando consideramos la maquinaria, elementos de comunicación y tecnología no hay duda que a la mayoría nos gustan los productos americanos porque ellos son de mejor calidad.

Por muchos años nos ha tocado comprar la maquinaria, automóviles y otros insumos que se importan de la China, Corea, Brasil y otros países, porque son a menores precios y en la mayoría de los casos, cuando compramos algo lo hacemos con la idea del ahorro en mente. Con el TLC podremos incrementar nuestra industria exportable, la cual no solo debe mantener los índices de empleo actual, sino incrementarlos, generando nuevas plazas de actividad. Garantizar la actividad jurídica que lesasegure a los inversionistas una estabilidad económica en sus actividades.

Agregado a todo esto veremos un crecimiento del volumen comercial tanto para las exportaciones como para las importaciones y muy importante será el acceso a la capacitación técnica, asistencia, mejoramiento de productos de agricultura utilizando mejores tecnologías. Es cierto que en muchas áreas podemos competir, pero eventualmente aprenderemos a utilizar los elementos que nos favorezcan regionalmente y que son mucho más avanzados de lo que tenemos. En el aspecto de la salud, esperemos tener el equipo moderno necesario para el tratamiento de muchas enfermedades, sin los costos elevados que hoy tienen estos servicios y que al mismo tiempo se garantice el mantenimiento y la garantía de ellos. Facilitar en alguna medida el acceso de los profesionales colombianos a los EE.UU.con el fin de prestar servicios; agregado a esto la facilidad de homologar nuestros títulos profesionales con los EE.UU., lo cual actualmente y por experiencia personal es un sistema obsoleto por la falta de comprensión entre los dos sistemas educativos.

Las críticas por supuesto han sido persistentes, por algunos sectores, alegando que las ganancias van a ser mínimas; que va a existir una distribución desigual de las ventajas del TLC y que afectaría sobre todo el sector agrícola y de propiedad intelectual.

En el muy importante sector agrícola, lo cierto es que no podríamos quedar peor de lo que actualmente estamos, teniendo en cuenta que la tecnificación no nos ha llegado y que – finalmente- podremos utilizar el enorme potencial que ofrece los EE.UU. Cabe resaltar que la mayoría de insumos que se utilizan en el campo son importados de EE.UU. con unos precios elevados que serán disminuidos con este tratado. En lo que específicamente se refiere al sector tecnológico y el acceso a la muy necesitada maquinaria agrícola va a suceder lo mismo, al disminuir los aranceles tendremos la oportunidad de obtener la maquinaria necesaria para empezar a ser más productivos. No podemos seguir utilizando el machete y la rula para competir en los mercados internacionales.