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Columnista - 15 septiembre, 2011

Terrorismo de Estado.

DOS PUNTOS. Por: Germán Piedrahíta R. Terror: persona o cosa que provoca miedo. Miedo: perturbación angustiosa del ánimo ante un peligro real o imaginario, presente o futuro. A partir del gobierno de seguridad y de los ataques de Al Qaeda en USA, el país y el mundo se ha visto continuamente “amenazado” por los ataques […]

DOS PUNTOS.

Por: Germán Piedrahíta R.
Terror: persona o cosa que provoca miedo.
Miedo: perturbación angustiosa del ánimo ante un peligro real o imaginario, presente o futuro.

A partir del gobierno de seguridad y de los ataques de Al Qaeda en USA, el país y el mundo se ha visto continuamente “amenazado” por los ataques de terror organizados por los propios Estados, llevando a la comunidad a una continua zozobra sobre su convivencia, todo muy bien acolitado por los medios de comunicación.
Los estragos que produce la naturaleza han sido aprovechados como elementos de terror para impulsar a la comunidad al consumo de productos de toda clase favoreciendo al sector comercial que muy pocas veces da respuestas humanistas a estos eventos. Se transmiten imágenes de catástrofes anteriores hasta que la  anunciada se da ya por una realidad, como es el paso periódico de los huracanes por tierras del norte y parte de nuestro territorio peninsular.
El ataque a las torres gemelas se ha convertido en la fiesta de la muerte y desde semanas anteriores se aterroriza no solo a los norteamericanos sino al mundo entero con supuestos atentados. Los medios no se cansaron de repasar el ataque sino también los actos de “heroísmo” de cientos de participantes indefensos. Todo el mundo es sospechoso de querer atacar al imperio y el toque de réquiem nos quiere hacer sentir culpables  de la respuesta violenta de un pueblo esclavizado y cansado de los atropellos de los poderosos.
La fiesta de la muerte se organiza y el mundo cae rendido en este carnaval pidiendo reivindicaciones que nunca se han pedido ante las afrentas del gigante.
Si son dolorosos los muertos en las torres, los cientos y miles de Vietnam, arrasados con el Napalm, no lo son menos; como no lo son,  los más de 130 mil habitantes, mujeres, niños, ancianos, asesinados en Hiroshima.
El Estado más violador de los Derechos Humanos en el mundo, con la burla en Guantánamo y Abu Grahib, se erige como la víctima más indefensa con el sainete de ser atacado todos los once.
Y ese es el camino en nuestro país. Hace ya más de ocho años el entonces ministro Londoño declaró la desaparición de los violentos y la violencia se volvió titular de todos los días hasta llegar a los “falsos positivos” como declaraciones de victoria. No faltaba semana en la que no se descubriera la preparación de actos terroristas convenientemente superados y desbaratados por los organismos de seguridad del Gobierno.

Las cifras de subversivos dados de baja o entregados superaban largamente el número de efectivos del Ejército, pero los inconformes armados siguen allí, en el monte, y los actos de terrorismo aumentan con las marchas de maestros, sindicalistas, mototaxistas, médicos, enfermeras y hasta los antifaces y trancones de transmilenio, son presentados como alteraciones a la seguridad del Estado y tratados como verdaderos actos de terrorismo.
Los medios de comunicación, consiente o inconscientemente, son las mejores cajas de resonancia y sus titulares nos hacen sentir como el país más inseguro del mundo con ciudades asediadas día y noche por la delincuencia, con carreteras intransitables por la acción de los violentos que llevan a sentir como remedio la renuncia de un ministro cuando las causas de la desigualdad social no son tratadas con hechos sino con discursos y solucionadas con muertes.
Las noticias de las nuevas reformas, todas en contra del pueblo, son verdaderos actos de terrorismo pues nadie puede entender como aumentando la edad y semanas para pensión, la “inteligente” medida de pobreza, el recorte de regalías y las permisivas y lesivas formas de contratación llevarán  la calma a la gente.
Sin embargo el año entrante también tiene un 11 de Septiembre.
gepiro1hotmail.com

P:D: invitamos a los dos días de Foro, viernes y sábado,  sobre las Artes y la Cultura en la Escuela de Bellas Artes con importantes conferenciantes.

Columnista
15 septiembre, 2011

Terrorismo de Estado.

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Germán Piedrahíta R.

DOS PUNTOS. Por: Germán Piedrahíta R. Terror: persona o cosa que provoca miedo. Miedo: perturbación angustiosa del ánimo ante un peligro real o imaginario, presente o futuro. A partir del gobierno de seguridad y de los ataques de Al Qaeda en USA, el país y el mundo se ha visto continuamente “amenazado” por los ataques […]


DOS PUNTOS.

Por: Germán Piedrahíta R.
Terror: persona o cosa que provoca miedo.
Miedo: perturbación angustiosa del ánimo ante un peligro real o imaginario, presente o futuro.

A partir del gobierno de seguridad y de los ataques de Al Qaeda en USA, el país y el mundo se ha visto continuamente “amenazado” por los ataques de terror organizados por los propios Estados, llevando a la comunidad a una continua zozobra sobre su convivencia, todo muy bien acolitado por los medios de comunicación.
Los estragos que produce la naturaleza han sido aprovechados como elementos de terror para impulsar a la comunidad al consumo de productos de toda clase favoreciendo al sector comercial que muy pocas veces da respuestas humanistas a estos eventos. Se transmiten imágenes de catástrofes anteriores hasta que la  anunciada se da ya por una realidad, como es el paso periódico de los huracanes por tierras del norte y parte de nuestro territorio peninsular.
El ataque a las torres gemelas se ha convertido en la fiesta de la muerte y desde semanas anteriores se aterroriza no solo a los norteamericanos sino al mundo entero con supuestos atentados. Los medios no se cansaron de repasar el ataque sino también los actos de “heroísmo” de cientos de participantes indefensos. Todo el mundo es sospechoso de querer atacar al imperio y el toque de réquiem nos quiere hacer sentir culpables  de la respuesta violenta de un pueblo esclavizado y cansado de los atropellos de los poderosos.
La fiesta de la muerte se organiza y el mundo cae rendido en este carnaval pidiendo reivindicaciones que nunca se han pedido ante las afrentas del gigante.
Si son dolorosos los muertos en las torres, los cientos y miles de Vietnam, arrasados con el Napalm, no lo son menos; como no lo son,  los más de 130 mil habitantes, mujeres, niños, ancianos, asesinados en Hiroshima.
El Estado más violador de los Derechos Humanos en el mundo, con la burla en Guantánamo y Abu Grahib, se erige como la víctima más indefensa con el sainete de ser atacado todos los once.
Y ese es el camino en nuestro país. Hace ya más de ocho años el entonces ministro Londoño declaró la desaparición de los violentos y la violencia se volvió titular de todos los días hasta llegar a los “falsos positivos” como declaraciones de victoria. No faltaba semana en la que no se descubriera la preparación de actos terroristas convenientemente superados y desbaratados por los organismos de seguridad del Gobierno.

Las cifras de subversivos dados de baja o entregados superaban largamente el número de efectivos del Ejército, pero los inconformes armados siguen allí, en el monte, y los actos de terrorismo aumentan con las marchas de maestros, sindicalistas, mototaxistas, médicos, enfermeras y hasta los antifaces y trancones de transmilenio, son presentados como alteraciones a la seguridad del Estado y tratados como verdaderos actos de terrorismo.
Los medios de comunicación, consiente o inconscientemente, son las mejores cajas de resonancia y sus titulares nos hacen sentir como el país más inseguro del mundo con ciudades asediadas día y noche por la delincuencia, con carreteras intransitables por la acción de los violentos que llevan a sentir como remedio la renuncia de un ministro cuando las causas de la desigualdad social no son tratadas con hechos sino con discursos y solucionadas con muertes.
Las noticias de las nuevas reformas, todas en contra del pueblo, son verdaderos actos de terrorismo pues nadie puede entender como aumentando la edad y semanas para pensión, la “inteligente” medida de pobreza, el recorte de regalías y las permisivas y lesivas formas de contratación llevarán  la calma a la gente.
Sin embargo el año entrante también tiene un 11 de Septiembre.
gepiro1hotmail.com

P:D: invitamos a los dos días de Foro, viernes y sábado,  sobre las Artes y la Cultura en la Escuela de Bellas Artes con importantes conferenciantes.