El caso más caótico  de congestión por identificadores biométricos ocurrió en el municipio de La Paz, donde tuvo que intervenir el Escuadrón Móvil Antidisturbios de la Policía para controlar a los votantes que manifestaron su inconformidad por tener que soportar filas de más de dos horas con el inclemente sol para ingresar al único puesto de votación del casco urbano ubicado en la Institución Educativa San José, donde se instalaron 40 mesas.

La congestión en las afueras del puesto electoral se presentó hasta las 10:30 de la mañana, que las autoridades decidieron hacer la identificación biométrica de manera aleatoria para agilizar el ingreso de los votantes y así evitar alteraciones de orden público.

“Aquí es una lucha para votar, hay mucha gente para un solo puesto de votación”, manifestó David Villafañe mientras esperaba su turno para llegar a su mesa de votación.

Ante las largas filas y las altas temperaturas, otros ciudadanos prefirieron no ejercer su derecho al voto.

“No hay orden en la fila, estamos aguantando sol y la gente se cansa de estar haciendo fila”, dijo Javier Freite, otro de los afectados por los inconvenientes generados por la deficiente implementación de los identificadores biométricos, que muchos calificaron como ‘cuellos de botella’ de la jornada electoral.

Mientras que en el municipio de San Diego, el puesto de votación ubicado en la Institución Educativa Manuel Rodríguez Torices también presentó congestiones con los identificadores biométricos, que a diferencia del municipio de La Paz se extendió hasta horas de la tarde.

Otro hecho que caldeó los ánimos en esta población ocurrió a las 11:00 de la mañana en la carrera 8 con calle 3 del barrio Centro, donde la Policía sorprendió a un ciudadano comprando votos, pero se generó una confrontación entre la fuerza pública y la comunidad que amenazaba con quemar el vehículo oficial si se llevaban al capturado. Después de varios minutos de discusión el sospechoso fue dejado en libertad y el altercado no pasó a mayores.

Otros municipios

Aunque la utilización del sistema biométrico no es nueva en el Cesar, en las elecciones de ayer éste generó retrasos a la hora de votar, por lo que se vieron inmensas filas en los distintos puntos de votación.

Valledupar, Pueblo Bello, Manaure, Bosconia, Codazzi, Río de Oro, entre otros, fueron los municipios donde más filas se presentaron a la hora de votar, generando malestar entre los votantes, por lo que en varios puestos se presentaron fricciones.

Las elecciones transcurrieron en calma, con algunas excepciones de detenidos por supuesta compra de votos.

En municipios como Pueblo Bello por primera vez salieron en masa los indígenas a votar, pero se encontraron según denuncias ciudadanas, con que había lapiceros borrables para marcar los tarjetones.

En esta población enclavada en la Sierra Nevada de Santa Marta también había marcadores con exceso de tinta que al doblar el tarjetón se manchaba, por lo que éste quedaba inválido.

En Aguachica, la mayoría de denuncias fue por las cédulas dadas de baja por el Consejo Nacional Electoral (CNE) por trashumancia, lo que no le permitió a muchas personas ejercer su derecho al voto y esto generó malestar entre los electores, quienes adujeron que esto era corrupción.

En La Jagua de Ibirico, tras superar el impase ocurrido la tarde del sábado, cuando candidatos de dos campañas se encerraron, al parecer, con el registrador y que la comunidad apedreara a la sede, ayer todo transcurrió en calma, solo en el cierre de la jornada hubo arengas y molestias de personas que llegaron a última hora a votar, pero era demasiado tarde para hacerlo.

En Bosconia, aunque las elecciones estuvieron en calma, hubo malestar en los electores debido a las largas filas que debían hacer para ser verificados en el sistema biométrico, pese a ello, la comunidad soportó las inclemencias del calor.

Chiriguaná, donde en las elecciones de 2011 se presentaron alteraciones de orden público, ayer cumplió una jornada en calma.

Al cierre de la jornada, el defensor del Pueblo, Omar Contreras dijo que el balance fue positivo, con las incidencias propias de este tipo de eventos.

Entre tanto, el delegado de la Registraduría del Estado Civil, Freddy De Armas, explicó que el sistema biométrico existió en 13 municipios del Cesar, en donde funcionaron 275 máquinas, de las cuales 46 fueron en Valledupar.

Según explicó, los retrasos se debieron a la gran afluencia de gente, por lo que para descongestionar optaron por utilizar el sistema de manera aleatoria.

“Para descongestionar se optó por bajar de 100 % a 50 %, es decir, entraba uno con biometría y el otro no, así se hizo en La Paz, El Copey, La Jagua de Ibirico, Chiriguaná, Chimichagua y Valledupar”, afirmó De Armas.

En cuanto a los lapiceros borrables que denunciaron, dijo el Delegado que la Registraduría tiene un solo tipo de marcadores e incluso, hizo una prueba de plumón con los partidos políticos para lo cual los probó en una zona caliente y en otra fría con el fin de validar la tinta que se utiliza. De igual modo, aseguró el Delegado que en ningún municipio se suspendió la elección ni la biometría.

En cuanto a trashumancia, las resoluciones de validación de cédulas llegaron a última hora y aunque tuvieron algunos inconvenientes lograron superarlo.

Valledupar fue la ciudad que más incluía personal, por lo que revalidaron más de 1.700 personas.

El retiro de la MOE

La Misión de Observación Electoral denunció que hubo presión por parte de campañas y ciudadanos para desmontar la biometría en numerosos municipios de Cesar como en La Jagua de Ibirico, Becerril, y El Copey.  La MOE recordó que Cesar es el segundo departamento con mayor tasa de inscripción de cédulas del país, 134,39 inscritos por cada mil habitantes, muy por encima de la tasa nacional de 103 inscritos por mil habitantes.

La aplicación de sistemas de biometría bajó del 100 % al 50 % en algunos municipios de Cesar.

Por Martín Elías Mendoza y Sandra Santiago