Casi veinte atracos se presentaron en los primeros 20 días del año en las calles de Valledupar. Las autoridades proponen instalar un botón de pánico que al instante comuniqué con la Policía, para actuar de inmediato y combatir a los atracadores.
La inseguridad, los atracos a mano armada, el mal trato de algunos pasajeros, los abusos, las agresiones verbales y, en algunas ocasiones, física, son el pan de cada día del gremio de taxistas en Valledupar.
Trabajan más de diez horas en medio de estas condiciones, y, aun así, aseguran sus voceros, son el gremio más olvidado por las autoridades locales. Sienten que el gran esfuerzo que hacen a diario, no es recompensado económicamente, debido a las excesivas y altas tarifas que les imponen los propietarios de los vehículos de servicio público, que oscila entre los $ 50.000 y $ 70.000. Afirman que a sus casas llevan, escasamente, $ 15.000 y hasta $ 20.000 para atender las necesidades diarias de un hogar.
“Esto es una ridiculez, porque lo que nosotros ganamos, no es lo suficiente para el trabajo que tenemos que afrontar y al peligro que nos vemos sometidos por la inseguridad que impera en Valledupar”, coincidieron en afirmar los taxistas entrevistados por EL PILÓN.
En lo que va de este año, van cerca de veinte atracos a mano armada registrados en la ciudad, cifra que puede ser mayor, porque muchos casos no son denunciados por las víctimas.
El comandante de la Policía Cesar, coronel, Mauricio Pedraza Rocha, no desestimó la situación de inseguridad en la ciudad, al señalar que desde que asumió el mando, siempre ha estado apoyando al gremio para garantizarles su seguridad.
El oficial anunció que para hacerle frente a ese flagelo, implementarán próximamente un plan de contingencia con el montaje de un sistema de Radio Taxi con botón de pánico al instante, con comunicación directa con la Policía, con el fin de actuar rápido y lograr frustrar el ilícito.
El oficial manifestó que para cristalizar la iniciativa, se pondrá en contacto con la Alcaldía Municipal, la Gobernación del Cesar y con el mismo gremio afectado, al señalar que esta iniciativa la puso en marcha en otro departamento y los resultados fueron óptimos.
“Nosotros estamos pendientes de ellos y hemos analizado cada uno de los delitos que se han presentado, para apoyarlos y acabar con ese flagelo de impacto social, toda vez que ellos son nuestros grandes aliados y amigos. Insisto ante la comunidad del Cesar para que denuncie de manera oportuna, con datos precisos, para aplicar el Plan Candado y capturar a los responsables de cualquier acción criminal”, señaló.
El comandante criticó el hecho de que las autoridades cumplen su labor de prevención y disuasión para capturar a los delincuentes y por decisiones de los jueces, algunos de ellos, les conceden libertad por varias circunstancias, entre ellas el vencimiento de términos. Recordó que han recapturado hasta quince veces a una misma persona y aún así, continúa en la calle.
“Estoy preocupado por la situación del gremio”
Entre tanto, el presidente del sindicato de los taxistas en Valledupar, Julio César Domínguez, se mostró preocupado por la difícil situación por la que está atravesando el gremio en materia de seguridad.
Dijo que este tema ha sido puesto en conocimiento de las autoridades locales en busca de estrategias y medidas que les permita a los taxistas garantías de seguridad en sus labores diarias y señaló que muy pronto habrá una red de apoyo con la Policía a nivel local y departamental para blindar al gremio, que ha sido duramente golpeado por la delincuencia común.
Explicó que en lo que va de este año, la situación de inseguridad de los taxistas ha sido crítica, por cuanto ellos no han recibido el acompañamiento necesario. Domínguez dijo que este año en la ciudad, los atracos suman 16, sin contabilizar otros ilícitos que no son denunciados por cualquier circunstancia.
El líder se comprometió a dignificar el ejercicio del taxista, para que tengan seguridad social, un seguro de vida, un sueldo justo, en términos generales, que su trabajo sea valorado por la ciudadanía, por cuanto el usuario hoy en día está valorando más al transporte informal, que el legalmente constituido.
“Vamos a trabajar incansablemente sobre esos temas, y para ello, tendrán un encuentro con taxistas líderes de Cartagena, Bolívar los días 5 y 6 de febrero en Valledupar, para replicar en esta capital las experiencias de ese gremio, por cuanto es un modelo a nivel nacional”, puntualizó.
Un carro de servicio público, con el cupo incluido, tiene un valor en el concesionario de $ 60 millones. El solo cupo para poder operar, oscila entre los 30 y 35 millones de pesos. En Valledupar, existen alrededor de dos mil taxistas y podría duplicarse la cifra, por cuanto la mayoría de los vehículos tienen dos turnos: en el día y la noche con diferentes choferes. La carrera está autorizada por el gobierno municipal en $ 5.500.
Según los taxistas, la mayoría de sus clientes pagan solo $ 5.000, que equivale a un recorrido de cuatro kilómetros. Cuando se excede de este kilometraje, que podría ser hacia los barrios apartados como del centro a Villa Miriam, La Victoria, Villa Taxi, UPC Sabanas, el valor es de $ 7.000, mientras que existe una tarifa diferencial hacia otros sectores como aeropuerto, La Pedregosa, balneario Hurtado, entre $ 10.000 y $ 11.000, que supera un recorrido de seis kilómetros.
En medio de la preocupación que le asiste al gremio de taxistas en Valledupar, todos coincidieron en que debe haber más seguridad, que la misma comunidad les ofrezca el apoyo que ellos se merecen y que el respeto entre usuarios y ellos sea mutuo, por cuanto a cada momento reciben insultos y atropellos.
Wilmar Peñalver Zabaleta: “La inseguridad rampante en Valledupar se ha disparado vertiginosamente, hasta el punto que ya en cualquier momento somos víctimas de atracos a mano armada tanto en el día como en la noche y en la madrugada, pero se refleja en un mayor número bajo el amparo de la oscuridad. Un cuchillo, una navaja, un arma de fuego de cualquier calibre y hasta de juguete que son similares a las reales, son las herramientas criminales utilizadas por los asaltantes para intimidarnos y quitarnos el producido del trabajo, que dicho sea de paso, no es mucha cantidad de dinero. Ellos, lo primero que le piden a uno es el teléfono celular, por temor a que sea utilizado para alertar al gremio y a la misma Policía”.
Peñalver Zabaleta, de 52 años, nacido en Valledupar, 30 de los cuales los ha dedicado a esta actividad, recorriendo las calles y avenidas de la ciudad. Este experimentado conductor dice que no hay que dar ‘papaya’, “hay que estar atento y no agarrar a cualquier pasajero, porque el que menos piensa, lo atraca”, al señalar que él muchas veces se ha cohibido de recoger a personas que observa mal vestidas y borrachos, “porque más adelante lo encañonan para desaviarse de la ruta para recibir el apoyo de sus compinches.
Luis Ángel Mahecha Duarte, de sus 52 años de edad, 25 los lleva al frente del volante, con vocación de servicio a la comunidad. Calificó la situación del gremio como muy preocupante, por los difíciles momentos que deben afrontar en sus actividades diarias. Explicó que a raíz de la inseguridad reinante, son varios los servicios que rechaza hacia algunos barrios de la ciudad por el mismo azote de los delincuentes. A barrios como Mareigua, Altos de La Nevada, Lorenzo Morales, entre otros se abstiene de llegar, pero aclaró que todas las personas de esos sectores no son malas, son unos pocos, “unos siete bandidos que por su accionar delictivo mantienen estigmatizados a esos barrios y dañan a los demás”.
En el barrio Don Carmelo, por ejemplo, “allí la misma comunidad sale en defensa del gremio de taxistas, allá los rateros tienen que irse para otra parte, porque no los dejan que los atraquen, ni que atentan contra la integridad de ellos y desestabilicen el orden público del sector. Nosotros en cualquier momento, estamos a expensa de los asaltantes, uno tiene que aferrarse a Dios y agradecerle que no me pase nada. Hace dos años fui víctima de los delincuentes, me pusieron una pistola de balín, y como las conocía, me enfrenté a ellos y me partieron la cabeza y la frente con la cacha de la misma”, puntualizó.
Juan Carlos Arzuaga Guerra: Es un sandiegano, quien reside en esa localidad y todos los días ejerce su actividad en Valledupar desde hace 12 años. Calificó la situación de inseguridad como muy delicada, al tiempo que manifestó que el gremio de taxistas se encuentra desamparado en materia de seguridad. Enjuició a la administración municipal para que le ponga mano dura a la delincuencia, mediante operativos rigurosos, que les permita hacerles frente, con el fin de que ellos puedan trabajar con confianza. Además, lo exhortó a que mantenga el control de la cantidad de personas provenientes de Venezuela que en su menoría han venido a delinquir en la ciudad y sembrando el terror.
Por Abdel Martínez Pérez /EL PILÓN
Casi veinte atracos se presentaron en los primeros 20 días del año en las calles de Valledupar. Las autoridades proponen instalar un botón de pánico que al instante comuniqué con la Policía, para actuar de inmediato y combatir a los atracadores.
La inseguridad, los atracos a mano armada, el mal trato de algunos pasajeros, los abusos, las agresiones verbales y, en algunas ocasiones, física, son el pan de cada día del gremio de taxistas en Valledupar.
Trabajan más de diez horas en medio de estas condiciones, y, aun así, aseguran sus voceros, son el gremio más olvidado por las autoridades locales. Sienten que el gran esfuerzo que hacen a diario, no es recompensado económicamente, debido a las excesivas y altas tarifas que les imponen los propietarios de los vehículos de servicio público, que oscila entre los $ 50.000 y $ 70.000. Afirman que a sus casas llevan, escasamente, $ 15.000 y hasta $ 20.000 para atender las necesidades diarias de un hogar.
“Esto es una ridiculez, porque lo que nosotros ganamos, no es lo suficiente para el trabajo que tenemos que afrontar y al peligro que nos vemos sometidos por la inseguridad que impera en Valledupar”, coincidieron en afirmar los taxistas entrevistados por EL PILÓN.
En lo que va de este año, van cerca de veinte atracos a mano armada registrados en la ciudad, cifra que puede ser mayor, porque muchos casos no son denunciados por las víctimas.
El comandante de la Policía Cesar, coronel, Mauricio Pedraza Rocha, no desestimó la situación de inseguridad en la ciudad, al señalar que desde que asumió el mando, siempre ha estado apoyando al gremio para garantizarles su seguridad.
El oficial anunció que para hacerle frente a ese flagelo, implementarán próximamente un plan de contingencia con el montaje de un sistema de Radio Taxi con botón de pánico al instante, con comunicación directa con la Policía, con el fin de actuar rápido y lograr frustrar el ilícito.
El oficial manifestó que para cristalizar la iniciativa, se pondrá en contacto con la Alcaldía Municipal, la Gobernación del Cesar y con el mismo gremio afectado, al señalar que esta iniciativa la puso en marcha en otro departamento y los resultados fueron óptimos.
“Nosotros estamos pendientes de ellos y hemos analizado cada uno de los delitos que se han presentado, para apoyarlos y acabar con ese flagelo de impacto social, toda vez que ellos son nuestros grandes aliados y amigos. Insisto ante la comunidad del Cesar para que denuncie de manera oportuna, con datos precisos, para aplicar el Plan Candado y capturar a los responsables de cualquier acción criminal”, señaló.
El comandante criticó el hecho de que las autoridades cumplen su labor de prevención y disuasión para capturar a los delincuentes y por decisiones de los jueces, algunos de ellos, les conceden libertad por varias circunstancias, entre ellas el vencimiento de términos. Recordó que han recapturado hasta quince veces a una misma persona y aún así, continúa en la calle.
“Estoy preocupado por la situación del gremio”
Entre tanto, el presidente del sindicato de los taxistas en Valledupar, Julio César Domínguez, se mostró preocupado por la difícil situación por la que está atravesando el gremio en materia de seguridad.
Dijo que este tema ha sido puesto en conocimiento de las autoridades locales en busca de estrategias y medidas que les permita a los taxistas garantías de seguridad en sus labores diarias y señaló que muy pronto habrá una red de apoyo con la Policía a nivel local y departamental para blindar al gremio, que ha sido duramente golpeado por la delincuencia común.
Explicó que en lo que va de este año, la situación de inseguridad de los taxistas ha sido crítica, por cuanto ellos no han recibido el acompañamiento necesario. Domínguez dijo que este año en la ciudad, los atracos suman 16, sin contabilizar otros ilícitos que no son denunciados por cualquier circunstancia.
El líder se comprometió a dignificar el ejercicio del taxista, para que tengan seguridad social, un seguro de vida, un sueldo justo, en términos generales, que su trabajo sea valorado por la ciudadanía, por cuanto el usuario hoy en día está valorando más al transporte informal, que el legalmente constituido.
“Vamos a trabajar incansablemente sobre esos temas, y para ello, tendrán un encuentro con taxistas líderes de Cartagena, Bolívar los días 5 y 6 de febrero en Valledupar, para replicar en esta capital las experiencias de ese gremio, por cuanto es un modelo a nivel nacional”, puntualizó.
Un carro de servicio público, con el cupo incluido, tiene un valor en el concesionario de $ 60 millones. El solo cupo para poder operar, oscila entre los 30 y 35 millones de pesos. En Valledupar, existen alrededor de dos mil taxistas y podría duplicarse la cifra, por cuanto la mayoría de los vehículos tienen dos turnos: en el día y la noche con diferentes choferes. La carrera está autorizada por el gobierno municipal en $ 5.500.
Según los taxistas, la mayoría de sus clientes pagan solo $ 5.000, que equivale a un recorrido de cuatro kilómetros. Cuando se excede de este kilometraje, que podría ser hacia los barrios apartados como del centro a Villa Miriam, La Victoria, Villa Taxi, UPC Sabanas, el valor es de $ 7.000, mientras que existe una tarifa diferencial hacia otros sectores como aeropuerto, La Pedregosa, balneario Hurtado, entre $ 10.000 y $ 11.000, que supera un recorrido de seis kilómetros.
En medio de la preocupación que le asiste al gremio de taxistas en Valledupar, todos coincidieron en que debe haber más seguridad, que la misma comunidad les ofrezca el apoyo que ellos se merecen y que el respeto entre usuarios y ellos sea mutuo, por cuanto a cada momento reciben insultos y atropellos.
Wilmar Peñalver Zabaleta: “La inseguridad rampante en Valledupar se ha disparado vertiginosamente, hasta el punto que ya en cualquier momento somos víctimas de atracos a mano armada tanto en el día como en la noche y en la madrugada, pero se refleja en un mayor número bajo el amparo de la oscuridad. Un cuchillo, una navaja, un arma de fuego de cualquier calibre y hasta de juguete que son similares a las reales, son las herramientas criminales utilizadas por los asaltantes para intimidarnos y quitarnos el producido del trabajo, que dicho sea de paso, no es mucha cantidad de dinero. Ellos, lo primero que le piden a uno es el teléfono celular, por temor a que sea utilizado para alertar al gremio y a la misma Policía”.
Peñalver Zabaleta, de 52 años, nacido en Valledupar, 30 de los cuales los ha dedicado a esta actividad, recorriendo las calles y avenidas de la ciudad. Este experimentado conductor dice que no hay que dar ‘papaya’, “hay que estar atento y no agarrar a cualquier pasajero, porque el que menos piensa, lo atraca”, al señalar que él muchas veces se ha cohibido de recoger a personas que observa mal vestidas y borrachos, “porque más adelante lo encañonan para desaviarse de la ruta para recibir el apoyo de sus compinches.
Luis Ángel Mahecha Duarte, de sus 52 años de edad, 25 los lleva al frente del volante, con vocación de servicio a la comunidad. Calificó la situación del gremio como muy preocupante, por los difíciles momentos que deben afrontar en sus actividades diarias. Explicó que a raíz de la inseguridad reinante, son varios los servicios que rechaza hacia algunos barrios de la ciudad por el mismo azote de los delincuentes. A barrios como Mareigua, Altos de La Nevada, Lorenzo Morales, entre otros se abstiene de llegar, pero aclaró que todas las personas de esos sectores no son malas, son unos pocos, “unos siete bandidos que por su accionar delictivo mantienen estigmatizados a esos barrios y dañan a los demás”.
En el barrio Don Carmelo, por ejemplo, “allí la misma comunidad sale en defensa del gremio de taxistas, allá los rateros tienen que irse para otra parte, porque no los dejan que los atraquen, ni que atentan contra la integridad de ellos y desestabilicen el orden público del sector. Nosotros en cualquier momento, estamos a expensa de los asaltantes, uno tiene que aferrarse a Dios y agradecerle que no me pase nada. Hace dos años fui víctima de los delincuentes, me pusieron una pistola de balín, y como las conocía, me enfrenté a ellos y me partieron la cabeza y la frente con la cacha de la misma”, puntualizó.
Juan Carlos Arzuaga Guerra: Es un sandiegano, quien reside en esa localidad y todos los días ejerce su actividad en Valledupar desde hace 12 años. Calificó la situación de inseguridad como muy delicada, al tiempo que manifestó que el gremio de taxistas se encuentra desamparado en materia de seguridad. Enjuició a la administración municipal para que le ponga mano dura a la delincuencia, mediante operativos rigurosos, que les permita hacerles frente, con el fin de que ellos puedan trabajar con confianza. Además, lo exhortó a que mantenga el control de la cantidad de personas provenientes de Venezuela que en su menoría han venido a delinquir en la ciudad y sembrando el terror.
Por Abdel Martínez Pérez /EL PILÓN