El próximo 13, 14, y 15 de diciembre se celebraría una nueva edición de este encuentro que reúne a diferentes grupos culturales, así como aficionados de este arte ribereño.
“Como las novias de Barranca” quedaron las más de 12 agrupaciones de tambora que se darían cita los días 13, 14, y 15 de diciembre de 2019 en el municipio de Tamalameque en la edición número 27 del Festival Nacional de la Tambora y la Guacherna. Diversas son las hipótesis que rodean la suspensión de este encuentro cultural a tan solo seis días de cumplirse un nuevo año de rendirle tributo a estos ritmos manifestados a través de la tradición oral cantada o los bailes canta’os.
Desde el 2016 de manera continua este evento viene realizándose sin ningún contratiempo y para sorpresa de muchos en este cierre de gestión administrativa deciden cancelar la celebración de este agasajo que busca a través de los cueros, el canto y el baile preservar una expresión ancestral de la depresión momposina. Para el coordinador municipal de Cultura de Tamalameque, Geiner Miranda, esta decisión se atribuye a la aplicación de la Ley 550 a la que fue sometido el municipio producto de una reestructuración a través de la presunta suspensión de las cuentas por parte del Gobierno Nacional.
“No están los recursos, ya empezaron con el proceso de Ley 550, iniciaron con los recargos para los primeros pagos y la mayoría del situado está destinado para el sostenimiento fiscal del municipio”, expresó Miranda. Ante el interrogante sobre la garantía del dinero para el desarrollo del festival el coordinador manifestó que “los presupuestos se realizan de manera general y no individual y como no se cuenta con patrocinio, ni una organización que esté al frente o una fundación; el festival lo hace el alcalde de turno siempre y cuando tenga el deseo de hacerlo”.
Otro de los posibles escenarios que pudieron dar paso a la suspensión del encuentro, luego de que por tres años consecutivos se desarrolló de manera normal, es el panorama adverso que se le presentó a la administración actual luego de que su abanderado el exsecretario municipal y excandidato, Leonardo Vegas, perdiese en contra del hoy alcalde electo Luis Lascarro para el periodo 2020-2023. “Él todavía no es alcalde debe posesionarse, de aquí a enero deben pasar muchas cosas. Eso no tendría nada que ver, nosotros en la administración estamos justificando por qué no pudimos realizarlo, así como justificamos cuando lo hacemos, el dinero público cuando se invierte hay que decir por qué se invirtió y argumentar, y cuando no también”.
Miranda refirió que ante la cancelación del evento, esto generará un impacto negativo porque todavía el municipio goza del prestigio de ser epicentro cultural de la depresión momposina. “En este festival todavía conservamos las tradiciones, aquí se hace el de tambora; los demás son de tamboras y danzas, de proyección y nosotros seguimos haciéndolo de tradición”.
Por su parte, Néstor Robles señaló como un desacierto de la administración la no precaución para la organización del festival y que no hayan prevenido cualquier situación que pusiera en riesgo la ejecución de la vigésima séptima edición. “No tuvieron alerta a una eventual decisión que perjudicara el festival”, acotó Robles.
Miranda, en su posición como coordinador de Cultura, expresó que el municipio no ha contado con el apoyo de instituciones para la realización continua del festival de tambora “el municipio acarrea una cantidad de sanciones por administraciones anteriores que jamás logramos que no las suspendieran, en este año, y para el otro año será que se podrán presentar los proyectos al Ministerio y a otras entidades”.
Héctor Rapalino gestor cultural del municipio de Chimichagua ante la inestabilidad en la realización de estos encuentros folclóricos expresó que estos eventos hacen parte del sentido de pertenencia de los mandatarios “ven la cultura como una cenicienta, ellos creen que si un pueblo se divierte está despilfarrando el dinero. Cuando los habitantes se divierten están salvaguardando su tradición que debe perdurar en el tiempo. La historia habla por sí sola y los pueblos ribereños deben proteger sus tradiciones”.
Desde el 2001 este festival comenzó a tener complicaciones por la decisión de unificarlo con las fiestas del Cristo que se celebra el día 15 de septiembre, adicional a esto se le suma la débil oferta hotelera y de servicios con la que cuenta el municipio, las circunstancias adversas no han sido limitante para el desarrollo de las 26 ediciones anteriores del festival a las que las más de 12 expresiones culturales se preparaban para reencontrarse en este homenaje a la tambora, la guacherna, el berroche y el chandé. “El festival empezó a perder la importancia cuando lo vincularon a la fiesta del Cristo. Nosotros en este período quisimos desvincularlo de las fiestas patronales y a veces se convierte en dificultad porque la gente se une más a estas fiestas y el festival no se visibiliza”, señaló el coordinador Miranda.
Esta tradición que por décadas viene congregando a grupos de los municipios de Chimichagua, La Gloria, Gamarra, El Paso y Tamalameque como epicentro cultural del género en el Cesar, y otras agrupaciones de los departamentos vecinos del sur de Bolívar y sur del Magdalena que han adoptado por décadas estos ritmos como muestra simbólica de su cultura.
En total, más de 1200 personas son las que se verán afectadas por la decisión de la administración municipal en suspender el festival que se realizaría este viernes, sábado y domingo albergando a propios y visitantes.
Por su parte, el historiador, gestor cultural y escritor, Diógenes Armando Pino, plantea dos versiones ante la cancelación del evento: “El festival se nos convirtió en cristiano, es decir, se realiza cada vez que Dios quiere. En esta oportunidad hay limitantes de tipo económico con la aplicación de la ley y no tuvieron en cuenta este ítem importante de la cultura tamalamequera y quedó desguarnecido”. Pino acusó la desatención y la falta de compromiso de los mandatarios para la presentación de proyectos al Ministerio de Cultura que ayude a la financiación de este evento “única y exclusivamente se está realizando con recursos del municipio y una pequeña porción que da el departamento”.
Este encuentro que forma parte de un emporio cultural también potencia la economía local ya que abre la opción de que los emprendedores oferten sus productos generando ingresos extras en la renta municipal durante los tres días. “Esto limitará la oportunidad de las familias en que puedan producir ingresos para este diciembre que permita solventar los gastos que traen consigo esta fecha y ven en el festival la vía de generarlos. Para hacer un festival de poca calidad con todos los agraviantes que hay es preferible que no se realice”, concluyó Pino.
Intentamos contactar al alcalde del municipio de Tamalameque, Jorge Alonso Castro, para conocer su opinión ante la decisión tomada por su administración pero fue imposible lograr la comunicación.
Jorge Luis López González / El Pilón
[email protected]
El próximo 13, 14, y 15 de diciembre se celebraría una nueva edición de este encuentro que reúne a diferentes grupos culturales, así como aficionados de este arte ribereño.
“Como las novias de Barranca” quedaron las más de 12 agrupaciones de tambora que se darían cita los días 13, 14, y 15 de diciembre de 2019 en el municipio de Tamalameque en la edición número 27 del Festival Nacional de la Tambora y la Guacherna. Diversas son las hipótesis que rodean la suspensión de este encuentro cultural a tan solo seis días de cumplirse un nuevo año de rendirle tributo a estos ritmos manifestados a través de la tradición oral cantada o los bailes canta’os.
Desde el 2016 de manera continua este evento viene realizándose sin ningún contratiempo y para sorpresa de muchos en este cierre de gestión administrativa deciden cancelar la celebración de este agasajo que busca a través de los cueros, el canto y el baile preservar una expresión ancestral de la depresión momposina. Para el coordinador municipal de Cultura de Tamalameque, Geiner Miranda, esta decisión se atribuye a la aplicación de la Ley 550 a la que fue sometido el municipio producto de una reestructuración a través de la presunta suspensión de las cuentas por parte del Gobierno Nacional.
“No están los recursos, ya empezaron con el proceso de Ley 550, iniciaron con los recargos para los primeros pagos y la mayoría del situado está destinado para el sostenimiento fiscal del municipio”, expresó Miranda. Ante el interrogante sobre la garantía del dinero para el desarrollo del festival el coordinador manifestó que “los presupuestos se realizan de manera general y no individual y como no se cuenta con patrocinio, ni una organización que esté al frente o una fundación; el festival lo hace el alcalde de turno siempre y cuando tenga el deseo de hacerlo”.
Otro de los posibles escenarios que pudieron dar paso a la suspensión del encuentro, luego de que por tres años consecutivos se desarrolló de manera normal, es el panorama adverso que se le presentó a la administración actual luego de que su abanderado el exsecretario municipal y excandidato, Leonardo Vegas, perdiese en contra del hoy alcalde electo Luis Lascarro para el periodo 2020-2023. “Él todavía no es alcalde debe posesionarse, de aquí a enero deben pasar muchas cosas. Eso no tendría nada que ver, nosotros en la administración estamos justificando por qué no pudimos realizarlo, así como justificamos cuando lo hacemos, el dinero público cuando se invierte hay que decir por qué se invirtió y argumentar, y cuando no también”.
Miranda refirió que ante la cancelación del evento, esto generará un impacto negativo porque todavía el municipio goza del prestigio de ser epicentro cultural de la depresión momposina. “En este festival todavía conservamos las tradiciones, aquí se hace el de tambora; los demás son de tamboras y danzas, de proyección y nosotros seguimos haciéndolo de tradición”.
Por su parte, Néstor Robles señaló como un desacierto de la administración la no precaución para la organización del festival y que no hayan prevenido cualquier situación que pusiera en riesgo la ejecución de la vigésima séptima edición. “No tuvieron alerta a una eventual decisión que perjudicara el festival”, acotó Robles.
Miranda, en su posición como coordinador de Cultura, expresó que el municipio no ha contado con el apoyo de instituciones para la realización continua del festival de tambora “el municipio acarrea una cantidad de sanciones por administraciones anteriores que jamás logramos que no las suspendieran, en este año, y para el otro año será que se podrán presentar los proyectos al Ministerio y a otras entidades”.
Héctor Rapalino gestor cultural del municipio de Chimichagua ante la inestabilidad en la realización de estos encuentros folclóricos expresó que estos eventos hacen parte del sentido de pertenencia de los mandatarios “ven la cultura como una cenicienta, ellos creen que si un pueblo se divierte está despilfarrando el dinero. Cuando los habitantes se divierten están salvaguardando su tradición que debe perdurar en el tiempo. La historia habla por sí sola y los pueblos ribereños deben proteger sus tradiciones”.
Desde el 2001 este festival comenzó a tener complicaciones por la decisión de unificarlo con las fiestas del Cristo que se celebra el día 15 de septiembre, adicional a esto se le suma la débil oferta hotelera y de servicios con la que cuenta el municipio, las circunstancias adversas no han sido limitante para el desarrollo de las 26 ediciones anteriores del festival a las que las más de 12 expresiones culturales se preparaban para reencontrarse en este homenaje a la tambora, la guacherna, el berroche y el chandé. “El festival empezó a perder la importancia cuando lo vincularon a la fiesta del Cristo. Nosotros en este período quisimos desvincularlo de las fiestas patronales y a veces se convierte en dificultad porque la gente se une más a estas fiestas y el festival no se visibiliza”, señaló el coordinador Miranda.
Esta tradición que por décadas viene congregando a grupos de los municipios de Chimichagua, La Gloria, Gamarra, El Paso y Tamalameque como epicentro cultural del género en el Cesar, y otras agrupaciones de los departamentos vecinos del sur de Bolívar y sur del Magdalena que han adoptado por décadas estos ritmos como muestra simbólica de su cultura.
En total, más de 1200 personas son las que se verán afectadas por la decisión de la administración municipal en suspender el festival que se realizaría este viernes, sábado y domingo albergando a propios y visitantes.
Por su parte, el historiador, gestor cultural y escritor, Diógenes Armando Pino, plantea dos versiones ante la cancelación del evento: “El festival se nos convirtió en cristiano, es decir, se realiza cada vez que Dios quiere. En esta oportunidad hay limitantes de tipo económico con la aplicación de la ley y no tuvieron en cuenta este ítem importante de la cultura tamalamequera y quedó desguarnecido”. Pino acusó la desatención y la falta de compromiso de los mandatarios para la presentación de proyectos al Ministerio de Cultura que ayude a la financiación de este evento “única y exclusivamente se está realizando con recursos del municipio y una pequeña porción que da el departamento”.
Este encuentro que forma parte de un emporio cultural también potencia la economía local ya que abre la opción de que los emprendedores oferten sus productos generando ingresos extras en la renta municipal durante los tres días. “Esto limitará la oportunidad de las familias en que puedan producir ingresos para este diciembre que permita solventar los gastos que traen consigo esta fecha y ven en el festival la vía de generarlos. Para hacer un festival de poca calidad con todos los agraviantes que hay es preferible que no se realice”, concluyó Pino.
Intentamos contactar al alcalde del municipio de Tamalameque, Jorge Alonso Castro, para conocer su opinión ante la decisión tomada por su administración pero fue imposible lograr la comunicación.
Jorge Luis López González / El Pilón
[email protected]