Durante los últimos paros no gremiales de este año, vividos por el país, y que pusieron a prueba la frágil institucionalidad colombiana, la moda fue la ausencia total de los partidos políticos y agremiaciones de los sectores en paro; ninguno de ellos fijó su posición frente a la validez o no de las reclamaciones hechas por las bases, sin intermediaciones gremiales y/o partidistas; ninguno de estos se atrevió a condenarlas o apoyarlas públicamente, excepto el Polo, si mal no recuerdo, que lo hizo como partido y algunas individualidades de la derecha, que veían en los paros una plataforma de lucha o de desestabilización.
Un representante del Cesar estudia la posibilidad de bajar los topes en la variación de los recibos públicos.
El Departamento Nacional de Planeación estaría evaluando de nuevo la posibilidad de establecer puntajes únicos para todos los beneficios del Estado, como sucedía con Sisbén 1 y 2.
Resulta incomprensible el afán del gobierno por firmar Tratados de Libre Comercio con países del primer mundo sin importar los efectos nocivos sobre la economía nacional. Las asimetrías en esas relaciones son más que desventajosas para Colombia y hacen imposible un comercio justo.
Cinco predios ubicados en su mayoría en el corazón de la antigua hacienda Bellacruz, que primero fue de la familia del ex ministro Carlos Alberto Marulanda y que hoy está en poder de la Dolce Vista -cuyo principal accionista es Germán Efromovich-, en el sur del Cesar, deberán ser devueltos al Estado