“En agosto, en una pequeña ciudad de la costa, en plena temporada lluviosa cae una llovizna y la ciudad parece desierta. Hace tiempo que la crisis viene azotando este lugar, todos tienen deudas y viven a base de créditos. Por fortuna llega un millonario forrado de dinero y entra en el único hotel del lugar, pide una habitación, pone un billete de 100.000 pesos en la mesa de la recepcionista y se va a ver las habitaciones para escoger en la que se quería quedar.