Tener gobierno es tener un poder relativo, pero no el verdadero poder; esta capacidad de manejar las instituciones sin ser gobierno y detrás de un burladero, es un paradigma de la política colombiana, construido durante 200 años. En Colombia, el poder descansa sobre tres ejes: las fuerzas castrenses, los gremios económicos y los medios audiovisuales. […]
En Colombia, el poder del dinero -fruto de la corrupción política-, permeó hace rato los principios, la ética y la moral de las personas
Si fijamos nuestra atención en algunos países, el abuso ideológico lo disfrazan con las amenazas de guerra, para someter a su pueblo bajo la distracción del odio y lograr una serie de posiciones estratégicas que permitan afianzarse en sus terrenos de lucro, para unos pocos, que dominan y han dominado los sistemas de la oligo economía.
El poder interior identificado con el vocablo Daimon, como algo divino, como un dios.
En el departamento del Cesar debemos romper el círculo vicioso que nos gobierna. Porque, como bien dijo David Lloyd George, primer ministro británico (1916-1922), “las elecciones a veces son la venganza del ciudadano