¡Dios, Dios mío eres tú! ¡De madrugada te buscaré! Salmos 63,1. Con el texto del epígrafe, me propongo motivarte, por lo menos, en tres aspectos: Debemos buscar a Dios temprano, cuando aún somos jóvenes y tenemos fuerzas. Debemos buscarlo cuando los problemas recién aparecen en la superficie, no después de haber agotado todas las otras […]