Eso jamás,el acordeonero no ha dejado, ni dejará de ser, el símbolo, la auténtica representación de la música vallenata, como lo quieren hacer aparecer los esnobistas y comerciantes de la música del valle, esta figura les parece demasiada corroncha, además ellos, no están planteando nada nuevo con esta tesis discriminatoria y retardataria en contra del acordeón, que la creíamos superada, el acordeón en el folclor vallenato sigue tan vivo, tan vigente, como sus poesías y sus crónicas musicales.