El ejemplo que estamos viviendo por el fallo adverso de la Corte Internacional de Justicia de La Haya, respecto al archipiélago de San Andrés y Providencia, nos abre los ojos e impulsa a Colombia en la búsqueda de un blindaje en la ONU al proceso de paz con las Farc, para reducir al mínimo la posibilidad de que la Corte Penal Internacional- CPI- interfiera en el propósito fundamental de terminar el conflicto armado.