Una de las causas más frecuentes de los reclamos de los consumidores contra quienes les venden vehículos amparados por una garantía es el trato displicente o descortés que les han dado después de que al ofrecerles el vehículo todo eran fiestas, sonrisas y llamadas a cualquier hora al celular, todo lo cual desaparece cuando el fragante automóvil nuevo no funciona correctamente.