Los verdiblancos perdieron ayer con Atlético Bucaramanga y nuevamente cayeron al fondo de la tabla del Torneo Postobón II.
Con la intención de ir recobrando el equilibrio perdido con la muerte de mi mamá, me levanté temprano, aún sin saber si iría o no a una cita pactada meses atrás; era algo que quería hacer, pero me ganaba el peso del malestar. Haciendo un esfuerzo, me levanté, metí un par de mudas de ropa en un maletín y salí a la carretera hacia Riohacha.
Preocupado por la recurrente salud de mi hija Adriana, y cansado de que la Eps le formulara medicamentos genéricos, sin notar mejoría alguna, hice contacto con el médico Rubén Sierra Deluque, quien viendo mi desespero me dio cita particular en la Clínica del Cesar. Luego de auscultar a mi hija, ordena la práctica de exámenes especializados y en verdad quiero agradecerle tanto a él como a mi jefe Alberto Esmeral, el apoyo recibido en esta dura experiencia pues fueron dos días dedicados a la atención de mi hija.