Considero que el mejor homenaje póstumo que le puedo hacer a José Vicente ‘Chente’ Munive es escribiendo esta columna con pocas palabras, pero con letras grandes para dimensionar la magnitud de su grandeza en la música vallenata.
Las cosas buenas que hace la gente se deben resaltar. Nos hemos venido acostumbrando a alegrarnos de los errores y de los infortunios de los demás, casi que a disfrutar con el morbo que producen las derrotas, caídas y falencias de los otros seres humanos.