Esta es una condición sine qua non para un estadista. A Petro le acusan de lo divino y lo humano. Por su condición de exguerrillero lo estigmatizan pero no a Carlos A. Lucio, esposo de una exfiscal y otros similares. Dicen que siembra el odio y la lucha de clases porque se aparta de las tesis convencionales de los que dirigen el Estado.