Ayer el presidente Juan Manuel Santos dio a conocer la noticia de suspensión del nuevo ciclo de conversaciones de paz con el ELN, después del ataque registrado a una estación de Policía en Barranquilla y que el grupo guerrillero asumiera la autoría del atentado en el que murieron cinco uniformados.

“He tomado la decisión de suspender la instalación del quinto ciclo de conversaciones que estaba previsto para los próximos días, hasta que no vea coherencia por parte del ELN entre sus palabras y sus acciones”, dijo Santos.

Las declaraciones se dieron luego de una reunión entre el Presidente y el jefe negociador del Gobierno en los diálogos de paz con el ELN, Gustavo Bell, en la cual se analizó la actual situación.
De esta manera el quinto ciclo de conversaciones se instalará cuando esta guerrilla haga compatible sus acciones con la exigencia de paz de Colombia.

Santos dijo que el proceso de negociación “exige un mínimo de coherencia”. “El gobierno ha sido generoso y ha mostrado su voluntad de paz, que no puede ser vulnerada por la coyuntura política. Se trata de una voluntad fundamentada en principios y en mi deber de proteger al pueblo colombiano”, acotó Santos.

El Presidente anunció que ha reiterado a la fuerza pública que deberá seguir cumpliendo sus deberes constitucionales con la máxima determinación y expresó que los hechos son tozudos y el comportamiento del ELN “me obliga a asumir con esta organización, lo que he denominado la doctrina Rabin: Se combate el terrorismo con toda contundencia como si no hubiese negociación de paz. Y se negocia como si no hubiese terrorismo”.

En el Cesar, la noticia preocupa principalmente en los municipios del sur donde tiene injerencia el grupo guerrillero; por lo tanto temen que vuelvan a ser protagonistas de actos terroristas y la constante presencia de milicianos del Ejército de Liberación Nacional, que anteriormente los mantenía en zozobra.

Una fuente de EL PILÓN asegura que en la frontera entre Cesar y Norte de Santander, tiene injerencia la compañía ‘Capitán Francisco Bossio’ del frente Camilo Torres Restrepo que hace parte del frente de guerra nororiental del ELN. Aunque la presencia de este frente es más fuerte en el Catatumbo, tiene injerencia en los municipios de Chimichagua, Pailitas y Pelaya.

De igual manera está el frente José Manuel Martínez Quiroz, cuyo epicentro es Becerril, extendiéndose un poco hasta La Jagua de Ibirico y Chiriguaná. En esta región, de alguna manera el ELN tiene trabajo político en varias comunidades en las que históricamente han tenido injerencia.