Ante el Juzgado Tercero Penal Municipal con función de Control de Garantías, Juan Carlos Hernández Alvarado se declaró inocente de acabar con la vida de su hijastro de 7 años de edad, quien murió incinerado en una vivienda de la invasión Mochilanga del municipio de Becerril, Cesar.

Hernández no aceptó cargos por el delito de homicidio agravado, endilgado por la Fiscalía 11 Local en las audiencias preliminares de legalización de captura, imputación de cargos e imposición de medida de aseguramiento.

En la diligencia, la Fiscalía indicó que la madrugada del reciente domingo Juan Carlos Hernández decidió incendiar la casa donde convivía con su compañera sentimental e hijastro, por celos debido a que se molestó porque en el inmueble se encontraba el padre del menor.

La funcionaria judicial agregó que después se generó una riña entre Hernández y el padre del infante, quien al verse agredido decidió salir de la casa junto con Ana Luisa Aguirre, madre del menor, y dos hijas más.

“Luego de esa riña, el señor Juan Carlos Hernández, sin que tuviera el más mínimo piedad, le colocó llave a esa vivienda, prendió un plástico con el encendedor y luego lo tiró a la casa donde estaba el menor de 7 años durmiendo y no se pudo salvar”, relató la representante del ente acusador.

Los padres del niño y los habitantes del sector intentaron tumbar una pared para sacar al pequeño, pero no pudieron debido a que las llamas consumieron rápidamente el inmueble por estar construido en barro.

Después, Juan Carlos Hernández emprendió la huida pero las autoridades lograron ubicarlo para capturarlo.

El sujeto compareció en las audiencias desde la estación de Policía de Codazzi.

No obstante, la audiencia de solicitud de medida de aseguramiento fue suspendida hasta el próximo lunes 18 de abril.