Con una marcha y eventos culturales, los sordos de Valledupar exigieron un espacio para ellos, porque se sienten excluidos por la sociedad.
Durante esta semana, se llevaron a cabo varias actividades para conmemorar la semana internacional de las personas sordas, con las cuales se busca analizar los problemas que presenta esta comunidad.
Con una marcha realizada por varios estudiantes que padecen esta discapacidad y la Fundación Integral de Sordos, Findesor, se empezó la jornada de manifestación.
Con su intérprete al lado, Yurelis Amaya, de Findesor, aseguró que “se están llevando a cabo actividades de inclusión social y se tiene como objetivo trabajar con estudiantes del colegio José Eugenio Martínez, del CDV, donde hay personas sordas y estamos haciendo proyectos para que en un futuro haya más intérpretes en Valledupar”.
Por otra parte, Claudia Salinas, cumple la función de intérprete de Raúl Robles, un hombre que también tiene esta incapacidad, y trabaja como modelo lingüístico del colegio CDV, quien aseguró que su función dentro de las aulas del colegio es trabajar con los estudiantes sordos.
“Enseño a los estudiantes todo el lenguaje de señas para matemáticas, español, sociales y las demás áreas de estudio”.
La comunidad de sordos asegura que hace falta muchas más inclusión, pues en las instituciones públicas no se cuenta con un intérprete que pueda permitirles el acceso a alguna información, sino que les toca ir siempre acompañados de alguien que les ayude con la comunicación.
De igual manera, algunos manifiestan que son víctimas de discriminación y rechazo por la sociedad oyente, “muchas veces nos hacen a un lado, porque creen que por tener problema y no escuchar somos personas con problemas mentales y eso no es cierto, somos unas personas normales, con un problema que es que no podemos escuchar, pero somos racionales”, dijo la intérprete según las señas de Robles.
Para Marlene Rincones, profesora bilingüe de lenguaje de señas del CDV, “siempre se ha dicho que los niños sordos también son mudos, pero eso tiene su explicación, pues el hablar es una acción motora imitativa, y como ellos no pueden escuchar, no pueden imitar lo que los demás dicen”.
En el evento que se realizó en la Alcaldía estuvo el Defensor del Pueblo de la seccional del Cesar, Javier Contreras Socarrás quien manifestó su respeto a esta población y señaló la importancia que hay en la participación de esta comunidad en las actividades y diciendo que “la discapacidad es algo mental, aquí las personas que se encuentran reunidas tienen muchas capacidades que hay que explorar”.
El personero Municipal, Alfonso Campo Martínez, dijo que “desde la Personería hemos venido trabajando en distintos temas, pero esto es fundamental, es un tema de derecho y de realidad que como población han podido demostrar donde pueden llegar y ahí es donde apoyamos a la administración en estos espacios que abren las posibilidades de avanzar sin distinción si existe o no la incapacidad pero si hay capacidad para creer, se puede salir adelante”.
Por Freddy Oñate Acevedo
Con una marcha y eventos culturales, los sordos de Valledupar exigieron un espacio para ellos, porque se sienten excluidos por la sociedad.
Durante esta semana, se llevaron a cabo varias actividades para conmemorar la semana internacional de las personas sordas, con las cuales se busca analizar los problemas que presenta esta comunidad.
Con una marcha realizada por varios estudiantes que padecen esta discapacidad y la Fundación Integral de Sordos, Findesor, se empezó la jornada de manifestación.
Con su intérprete al lado, Yurelis Amaya, de Findesor, aseguró que “se están llevando a cabo actividades de inclusión social y se tiene como objetivo trabajar con estudiantes del colegio José Eugenio Martínez, del CDV, donde hay personas sordas y estamos haciendo proyectos para que en un futuro haya más intérpretes en Valledupar”.
Por otra parte, Claudia Salinas, cumple la función de intérprete de Raúl Robles, un hombre que también tiene esta incapacidad, y trabaja como modelo lingüístico del colegio CDV, quien aseguró que su función dentro de las aulas del colegio es trabajar con los estudiantes sordos.
“Enseño a los estudiantes todo el lenguaje de señas para matemáticas, español, sociales y las demás áreas de estudio”.
La comunidad de sordos asegura que hace falta muchas más inclusión, pues en las instituciones públicas no se cuenta con un intérprete que pueda permitirles el acceso a alguna información, sino que les toca ir siempre acompañados de alguien que les ayude con la comunicación.
De igual manera, algunos manifiestan que son víctimas de discriminación y rechazo por la sociedad oyente, “muchas veces nos hacen a un lado, porque creen que por tener problema y no escuchar somos personas con problemas mentales y eso no es cierto, somos unas personas normales, con un problema que es que no podemos escuchar, pero somos racionales”, dijo la intérprete según las señas de Robles.
Para Marlene Rincones, profesora bilingüe de lenguaje de señas del CDV, “siempre se ha dicho que los niños sordos también son mudos, pero eso tiene su explicación, pues el hablar es una acción motora imitativa, y como ellos no pueden escuchar, no pueden imitar lo que los demás dicen”.
En el evento que se realizó en la Alcaldía estuvo el Defensor del Pueblo de la seccional del Cesar, Javier Contreras Socarrás quien manifestó su respeto a esta población y señaló la importancia que hay en la participación de esta comunidad en las actividades y diciendo que “la discapacidad es algo mental, aquí las personas que se encuentran reunidas tienen muchas capacidades que hay que explorar”.
El personero Municipal, Alfonso Campo Martínez, dijo que “desde la Personería hemos venido trabajando en distintos temas, pero esto es fundamental, es un tema de derecho y de realidad que como población han podido demostrar donde pueden llegar y ahí es donde apoyamos a la administración en estos espacios que abren las posibilidades de avanzar sin distinción si existe o no la incapacidad pero si hay capacidad para creer, se puede salir adelante”.
Por Freddy Oñate Acevedo