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Editorial - 25 marzo, 2022

Somos referente cultural andino

No es una distinción únicamente al compositor y coleccionista de acordeones Beto Murgas y su Casa Museo. Va más allá: es una declaratoria internacional para el folclor vallenato como referente cultural de la Región Andina.

Registramos complacidos el reconocimiento de ayer a la Casa Beto Murgas – Museo del Acordeón, por el Parlamento Andino mediante la resolución del pasado 2 de marzo.

No es una distinción únicamente al compositor y coleccionista de acordeones Beto Murgas y su Casa Museo. Va más allá: es una declaratoria internacional para el folclor vallenato como referente cultural de la Región Andina.

Esta fue una iniciativa del parlamentario andino, oriundo del Cesar, Juan Manuel Daza, que contó con el apoyo de los demás miembros de la corporación que agrupa a cinco países.

Los parlamentarios andinos se basaron en tres fundamentos para otorgar esa distinción: el primero, reconocer el valor fundamental de la cultura y, de la parte folclórica colombiana, el vallenato; destacar el hecho de que esta Casa Museo se constituye en símbolo de la región andina y del territorio colombiano; y el tercero, el esfuerzo de la casa “por perennizar la contribución del instrumento (el acordeón), al folclor, al arte y a la cultura de una región, que se extendió a toda Colombia y que, de ahí ha venido teniendo presencia en gran parte de la Comunidad Andina”.

Importante exaltar esa loable labor de Murgas, y su familia, quien en el año 2013 logró que el Ministerio de Cultura de Colombia, a través del programa de fortalecimiento de museos, certificara a la Casa Museo del Acordeón, como tal, según el Certificado de Registro y Clasificación No. 20001-1

El también parlamentario andino Oscar Darío Pérez, aseveró que el reconocimiento facilita la destinación de presupuesto desde el orden local, departamental y nacional, abonado por una música declarada por la Unesco Patrimonio Cultural Inmaterial.

EL PAPA Y UN MES DE GUERRA

Ayer, día en que los estados miembros de la OTAN se reunían para analizar el conflicto, según transcribimos de El País de España, “Francisco aseguró que siente “vergüenza” porque algunos países quieran gastar el 2% de su Producto Interior Bruto (PIB) en aumentar su gasto militar, como se han comprometido a hacer los miembros de la Alianza Atlántica. “He sentido vergüenza cuando leí que un grupo de estados se comprometieron a gastar el 2 % del PIB en comprar armas, como respuesta a lo que está pasando”, señaló antes de calificarlo como “una locura”.

Francisco siguió sin referirse directamente a Vladímir Putin o Rusia como causantes directos de la guerra (notamos que impulsa el papel mediador de la Iglesia, invitando a las otras iglesias), pero señaló que su origen está en “una cultura del poder, entendida como dominación y abuso”. “La verdadera respuesta, por lo tanto, no son más armas, más sanciones, más alianzas político-militares, sino un enfoque diferente, una forma diferente de gobernar el mundo, ahora globalizado, y de configurar las relaciones internacionales”.

Dineros inmensos necesarios para enfrentar el cambio climático y la lucha global contra la pobreza.

Se le nota preocupado y sus palabras reflejan esa severidad. Hace unos días decía que para qué insistir en la guerra si no habría victoria alguna; si Rusia y Ucrania y la humanidad iban a perder.

Editorial
25 marzo, 2022

Somos referente cultural andino

No es una distinción únicamente al compositor y coleccionista de acordeones Beto Murgas y su Casa Museo. Va más allá: es una declaratoria internacional para el folclor vallenato como referente cultural de la Región Andina.


Registramos complacidos el reconocimiento de ayer a la Casa Beto Murgas – Museo del Acordeón, por el Parlamento Andino mediante la resolución del pasado 2 de marzo.

No es una distinción únicamente al compositor y coleccionista de acordeones Beto Murgas y su Casa Museo. Va más allá: es una declaratoria internacional para el folclor vallenato como referente cultural de la Región Andina.

Esta fue una iniciativa del parlamentario andino, oriundo del Cesar, Juan Manuel Daza, que contó con el apoyo de los demás miembros de la corporación que agrupa a cinco países.

Los parlamentarios andinos se basaron en tres fundamentos para otorgar esa distinción: el primero, reconocer el valor fundamental de la cultura y, de la parte folclórica colombiana, el vallenato; destacar el hecho de que esta Casa Museo se constituye en símbolo de la región andina y del territorio colombiano; y el tercero, el esfuerzo de la casa “por perennizar la contribución del instrumento (el acordeón), al folclor, al arte y a la cultura de una región, que se extendió a toda Colombia y que, de ahí ha venido teniendo presencia en gran parte de la Comunidad Andina”.

Importante exaltar esa loable labor de Murgas, y su familia, quien en el año 2013 logró que el Ministerio de Cultura de Colombia, a través del programa de fortalecimiento de museos, certificara a la Casa Museo del Acordeón, como tal, según el Certificado de Registro y Clasificación No. 20001-1

El también parlamentario andino Oscar Darío Pérez, aseveró que el reconocimiento facilita la destinación de presupuesto desde el orden local, departamental y nacional, abonado por una música declarada por la Unesco Patrimonio Cultural Inmaterial.

EL PAPA Y UN MES DE GUERRA

Ayer, día en que los estados miembros de la OTAN se reunían para analizar el conflicto, según transcribimos de El País de España, “Francisco aseguró que siente “vergüenza” porque algunos países quieran gastar el 2% de su Producto Interior Bruto (PIB) en aumentar su gasto militar, como se han comprometido a hacer los miembros de la Alianza Atlántica. “He sentido vergüenza cuando leí que un grupo de estados se comprometieron a gastar el 2 % del PIB en comprar armas, como respuesta a lo que está pasando”, señaló antes de calificarlo como “una locura”.

Francisco siguió sin referirse directamente a Vladímir Putin o Rusia como causantes directos de la guerra (notamos que impulsa el papel mediador de la Iglesia, invitando a las otras iglesias), pero señaló que su origen está en “una cultura del poder, entendida como dominación y abuso”. “La verdadera respuesta, por lo tanto, no son más armas, más sanciones, más alianzas político-militares, sino un enfoque diferente, una forma diferente de gobernar el mundo, ahora globalizado, y de configurar las relaciones internacionales”.

Dineros inmensos necesarios para enfrentar el cambio climático y la lucha global contra la pobreza.

Se le nota preocupado y sus palabras reflejan esa severidad. Hace unos días decía que para qué insistir en la guerra si no habría victoria alguna; si Rusia y Ucrania y la humanidad iban a perder.