ALEXANDER GUTIÉRREZ/ EL PILÓN

En diciembre de 2022, se anunció a través de las redes sociales, página web y medios de la Gobernación del Cesar el inicio de la construcción de dos canchas, una multifuncional y otra sintética, “que permitirán a los reclusos de la cárcel Judicial de Valledupar tener momentos de dignificación de sus condiciones actuales”. La obra tendría una inversión cercana a los 400 millones de pesos y un plazo de ejecución de cuatro meses. 

En su momento, Enilda Vásquez Oñate, directora del penal, sostuvo que el proyecto es de mucha utilidad, “porque en la cancha juegan internos y funcionarios, pero en este momento la cancha es solo de tierra y solo fútbol”.

En aras de brindar una perspectiva descentralizada, EL PILÓN consultó con sociólogos y estudiantes de Sociología del Cesar. Las percepciones son favorables, aun cuando también se señala la necesidad de complementar la iniciativa del deporte con la atención psicológica y el acceso a la educación y al trabajo, en aras de un óptimo proceso de resocialización de los privados de la libertad.  

“Partamos por plantear dos cosas: el modelo panóptico –planteado por el teórico Michael Foucault– y la Ley 65, código penitenciario y carcelario, que es la que determina la resocialización del individuo. El primero nos va a indicar una vigilancia, control y/o disciplina y el sujeto, por naturaleza, no gusta de eso. Entonces, en la medida en que pueda tener espacios de esparcimiento y desfogar su libertad, sus derechos y esa energía acumulada, esto hace muy bien a la mente y el cuerpo. Todo lo que se pueda hacer para la recreación, el ocio y el esparcimiento es bienvenido para esta población”, sostiene el sociólogo Hamilton Fuentes. 

Además, arguye que “el juego competitivo y recreativo permite enseñar estrategias y tácticas en lo individual y lo colectivo, que, llevadas a la vida real, permiten planificar un proyecto de vida extramural”.

De otro lado, Shairick Neira Daza, estudiante de noveno semestre en el programa de Sociología de la Universidad Popular del Cesar, cree que “se debe hacer una cosa sin dejar de hacer la otra. Está bien que se piense en espacios de esparcimiento y recreación, pero también debería facilitarse el acceso a la educación, al trabajo y a la atención psicológica”.

Finalmente, el experto y la estudiante consultada, concuerdan que del Gobierno debe emanar una reforma a las cárceles y al sistema penitenciario.